El rey emérito ha vuelto a España tan solo un mes después de hacerlo por última vez. Tras su inesperado encuentro el pasado martes con su hijo, el rey Felipe VI, en el aeropuerto de Vitoria, Juan Carlos I viajó hasta Sanxenxo para disfrutar, una vez más, de las regatas de vela.
Este miércoles, el Emérito volvió a reaparecer públicamente a su salida de una comida rodeado de amigos, entre ellos, Pedro Campos, en cuya casa suele alojarse en sus visitas a Galicia. Horas después de su entrada al local, Juan Carlos I salió con ayuda y apoyado en su bastón mientras esbozaba una gran sonrisa y saludaba a la prensa.
El Emérito continúa siendo fiel a sus tradicionales visitas al Club Náutico de Sanxenxo y a las comidas y cenas en compañía de algún miembro de su familia y de amigos. En esta ocasión, el monarca ha vuelto a elegir uno de sus lugares de confianza: el restaurante D'Berto, situado en la Avenida Teniente Domínguez, 84, en O Grove (Pontevedra).
La comida del Emérito en este restaurante, al que ha acudido en varias ocasiones, se alargó más de tres horas y media. Al salir del local, se pudo ver al monarca despidiéndose del propietario, Berto Domínguez, con un cariñoso abrazo. Y es que Juan Carlos I es un fiel cliente de esta marisquería. De hecho, en numerosas ocasiones proveedores de la zona le han hecho llegar los productos a la casa de Pedro Campos.
D'Berto cuenta con 35 años de historia. Abrió sus puertas en el año 1989, con Berto Domínguez y su madre Lola García al frente. Después, se uniría su hija Rosario, a los fogones. En un inicio, la familia apostó por la carne, ya que las churrasquerías estaban muy de moda en la zona. Sin embargo, la demanda en alza de pescado hizo que empezaran a incluir este producto en sus menús.
Una carta completa con productos de gran calidad
D'Berto fue considerado mejor restaurante de mariscos y pescados en 2014 según la prestigiosa Madrid Fusión y cuenta con varios premios a nivel internacional. La clave de su éxito es su gran selección de mariscos y de la mejor calidad, entre los que reinan los pescados y mariscos de gran tamaño. "Marisquería D’Berto surge con la filosofía de ofrecer producto del litoral gallego, de temporada, de la máxima calidad y buscando siempre sorprender con su tamaño", explican en su página web.
La entrada del restaurante está presidida un vivero, donde se exponen las joyas de la Ría, y por un expositor, en el que se muestran las piezas que el comensal podrá degustar, procedentes de Mariscos Laureano, quienes también surten a restaurantes como Rías de Galicia, los de los hermanos Adrià o el madrileño Sacha.
El restaurante D'Berto ofrece dentro de su carta mariscos de la ría, algunos entrantes, pescados y una sola carne, el solomillo de vaca vieja (39 euros). Aunque la carta puede servir de base para la comanda, lo cierto es que cambia a diario, según capturas, mientras que el precio también varía según mercado y disponibilidad.
Una de las especialidades de esta marisquería es el bogavante frito (110 euros/kg). Además, algunos de los platos más demandados son la empanada casera de pescado y marisco (5 euros), las almejas a la sartén (4,50 por unidad), el mero a la brasa (65 euros), la palometa roja al horno (130 euros), la lubina a la brasa (90 euros) o las nécoras a la sal (160 euros). Cabe destacar que los precios varían según la lonja y el peso.
El propio chef Ferran Adrià destaca de esta marisquería su cocina tradicional refinada y, en especial, su empanada, "con una masa fina como papel de fumar" y sus zamburiñas: "La cocción de las zamburiñas es para llorar. Yo lo llamo la técnica de 'acariciado por el calor''. Está tibio-caliente, pero duro. Como un sashimi. Para mí es una obra de arte'", señaló en una entrevista con La Voz de Galicia hace dos días.
En cuanto a los postres, destacan la tarta de queso al horno, las filoas finísimas solas o rellenas y las fresas flambeadas al ron añejo con helado de vainilla. Para acompañar todos los platos, la marisquería cuenta con una bodega de muy cuidada selección, con más de 250 referencias de vinos nacionales y algunos extranjeros, además de "un amplio surtido de espirituosos".