El verano pide recetas ligeras y frescas y la airfryer es una excelente opción para lograrlas. Este pequeño electrodoméstico, también conocido como 'freidora de aire', se ha vuelto muy popular en los últimos años gracias a su capacidad para preparar comidas más saludables, cocinando alimentos con muy poco o nada de aceite, lo que reduce significativamente la cantidad de grasa y calorías en las comidas.
A diferencia de la fritura tradicional, donde los alimentos se sumergen en aceite, la airfryer utiliza aire caliente que circula rápidamente para cocinar y dorar los alimentos. Este método permite obtener una textura crujiente y deliciosa similar a la fritura, pero con una fracción del contenido graso. Esto es ideal para quienes buscan mantener una dieta equilibrada y saludable sin renunciar al sabor y la textura de siempre.
Además, la airfryer permite preparar una amplia variedad de ingredientes frescos y saludables, como vegetales, pescados, y carnes magras, de una manera sencilla y rápida. Los vegetales, por ejemplo, se pueden asar hasta que queden crujientes y llenos de sabor sin necesidad de añadir grandes cantidades de aceite o mantequilla. De igual manera, las carnes y los pescados pueden cocinarse hasta quedar tiernos y jugosos, con una capa exterior crujiente, manteniendo su perfil nutricional sin exceso de grasas añadidas. Esta versatilidad contribuye a la creación de comidas ligeras y nutritivas, perfectas para estos meses del año.
Uno de los platos con airfryer que se ha hecho especialmente viral es la lasaña de calabacín, que muchos creadores de contenido gastronómico comparten en sus perfiles de TikTok. En concreto, aquí os traemos la receta de @deliciousmartha, una titkoter con más de un millón de seguidores que publica comidas fáciles y consejos de cocina.
Lo primero que se hace es cortar el calabacín. Esta influencer utiliza para ello una mandolina, que es un utensilio de cocina que sirve para hacer rodajas o tiras de un mismo grosor, lo que ayuda a conseguir un punto de cocción uniforme y una presentación más cuidada. No obstante, si no tenéis esa herramienta también se puede usar un cuchillo.
Luego se lava bien el calabacín, se deja la piel, se pone un poco de sal y con papel absorbente se seca el exceso de agua que pueda soltar. Después, ya dentro de la misma freidora de aire, se va montando toda la lasaña: se pone una capa de calabacín, otra de queso, otra de jamón york, pavo o pollo, lo que se prefiera. Para terminar, se corona todo con una última capa de salsa de tomate y queso y se pone a unos 25 minutos a 200 grados, aproximadamente. ¡Y listo! En poco tiempo tendrás un plato saludable y ligero que, además, también puede tomarse frío, por lo que es perfecto para saborear estos días de sol.