La fruta es uno de los tipos de alimentos que no pueden faltar en la dieta diaria de cualquier persona, ya que además de tener un gran sabor, tiene múltiples beneficios para la salud por sus excelentes propiedades. Especialmente durante los meses de verano, ayudan por su alto contenido en agua y su capacidad para combatir el calor.

Una de las más consumidas en nuestro país son los plátanos, que habitualmente no se consigue que permanezcan en un buen estado durante muchos días en la vivienda. Sin embargo, es posible poner en práctica un sencillo truco de almacenamiento que hace que los plátanos aguanten frescos dos semanas sin ponerse marrones.

Al ser una fruta con tantos beneficios para el organismo, es ideal para consumir antes de estudiar, hacer deporte o ir al trabajo, pues aporta una gran dosis de energía y otros nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Además, son una excelente fuente de potasio, magnesio y fibra, y apenas contienen grasa y nada de colesterol. Sin embargo, para poder disfrutar de ellos y sus propiedades al máximo, es clave almacenarla en las mejores condiciones.

Cómo almacenar los plátanos

Los plátanos son una fruta que tienen tendencia a estropearse con rapidez, lo que se debe principalmente a dos razones: su alto contenido en azúcar atrae a las bacterias, y tienen una piel fina que se magulla fácilmente, lo que provoca que se acelere el proceso de maduración. Sin embargo, la principal causa por la que no se mantienen frescos es que, habitualmente, no se conservan adecuadamente, y es que, aunque lo habitual es guardarla en el frutero, este es uno de los peores lugares para guardarlos en la cocina.

Producen una gran cantidad de gas etileno, que es una hormona vegetal natural que se encarga de regular el crecimiento del alimento, y que provoca que se vuelva más dulce según va madurando. Hay que tener en cuenta que, cuando frutas como los plátanos, los aguacates, las peras o las manzanas se almacenan junta, se retroalimentan las unas a las otras y producen una mayor cantidad de gas etileno, y todos los frutos de su alrededor maduran con más rapidez.

Dicho esto, es el momento de comenzar a aplicar el truco fácil y sencillo para conseguir aumentar la durabilidad de los plátanos sin estropearse. Lo primero que se debe hacer es guardar los plátanos lejos del frutero, para seguidamente envolver los tallos con papel de aluminio o film transparente. Este truco funciona mejor si se envuelve cada tallo por separado, consiguiendo que el proceso de maduración se ralentice.

Cuando se tapan los tallos, se dificulta la producción de gas etileno que, como hemos mencionado, hace que se acelere el proceso de maduración. Los plátanos producen este gas a partir de sus rabillos, por lo que envolverlos sirve tanto para que tarden más tiempo en estropearse como para evitar la pérdida de humedad, consiguiendo de esta forma que se mantengan frescos durante más tiempo.

Otro aspecto importante para que no aparezcan puntos y manchas negras en esta fruta, es comprar los plátanos en racimo en vez de sueltos, y tampoco habrá que separarlos una vez que se introduzcan en la nevera.

Otros trucos para conservar los plátanos

Además de colocarlos lejos de otros alimentos y frutas, y de envolver sus tallos con papel de aluminio o film transparente, existen otros trucos y recomendaciones para conseguir que los plátanos se conserven mejor y durante más tiempo:

  • Introdúcelos en la nevera cuando estén maduros: las temperaturas frías ayudan a ralentizar el proceso de maduración, por lo que cuando tus plátanos ya estén maduros, y a tu gusto, sería aconsejable guardarlos en la nevera. No pasa nada si la cáscara se vuelve marrón o incluso llega a adoptar una tonalidad negra, ya que el cambio de color proviene del pigmento de la cáscara y no afecta a la fruta interior, que debería seguir teniendo una buena textura y un buen sabor. Este truco deberás tenerlo muy presente, ya que te ayudará a conseguir que se encuentren en un buen estado durante más tiempo.
  • Añade cítricos en plátanos pelados: al igual que sucede con las rodajas de manzana, agregar zumo de limón o lima a los plátanos pelados puede ayudar a que estos conserven su frescura. Esto se debe a que los cítricos ralentizan el proceso de oxidación, pudiendo usar también, si se prefiere, zumo de piña o de naranja.

    Dado el caso de que ya se haya cortado el plátano en rodajas, conviene mezclarlo con una o dos cucharaditas de zumo de cítricos, mientras que, si el plátano aún está entero o solo cortado por la mitad, se puede rociar con el zumo. Si es necesario, no hay que dudar a la hora de diluir el zumo con agua, siendo conocedores de que añadir cítricos afectará ligeramente al sabor del plátano, que pasará a estar un poco ácido.
  • Bañar los plátanos con vinagre: una alternativa al uso de cítricos es, aunque resulte un tanto extraño, recurrir al uso de vinagre. Usar vinagre puede evitar que las rodajas de fruta acaben adoptando una textura similar al de una papilla de color marrón. Al igual que con el zumo de cítricos, el vinagre se puede diluir con agua. Y si tiene un sabor persistente a vinagre, simplemente hay que enjuagar bien los plátanos antes de consumirlos.