Hace poco leía en una entrevista a Rodrigo de la Calle, un chef especializado en verduras, que la culpa de que a mucha gente no le gusten las verduras la tienen nuestras madres, que la mayoría no se esmeraban mucho a la hora de cocinarlas y se limitaban a cocerlas sin más convirtiéndolas así en algo soso y aburrido. La verdad es que lleva mucha razón, ¿ a que sí?

Porque apuesto a que muchos de vosotros el recuerdo de comer verduras en casa de pequeños es precisamente ese, verduras cocidas y con muy poca gracia o lechuga en ensalada. Pero como ya me vais conociendo y sabéis que me encanta proponeros recetas para que os resulte más fácil incluir verduras en vuestros platos, hoy os voy a dar 5 truquitos rápidos para que sin receta ni nada, simplemente improvisando con lo que tengáis por la nevera, consigáis mejorar el sabor de las verduras y seáis felices comiéndolas. Creedme que se puede.

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4 trucos para mejorar el sabor de las verduras y hacerlas menos aburridas

Muchas veces el éxito está en improvisar mezclas, combinar sabores y colores, verduras de sabor más fuerte como las espinacas con hortalizas de sabor dulzón como las zanahorias que además dan un toque de color.

Un poco de salsa basta

Que sí, que la salsa es alegría y anda que no hay salsas para elegir . Obviamente, si se trata de salsas muy calóricas habrá que usarlas con moderación. Aunque siempre podemos optar por alguna versión más ligera como puede ser una mayonesa de yogur, o una bechamel de calabacín.

Y si no tienes salsa a mano, recuerda que un yogur griego natural mezclado con una pizca de aceite, sal y especias a tu gusto da mucho pero que mucho juego.

Un toque crujiente siempre ayuda

Cualquier crema de verduras resultará menos aburrida tanto en sabor como en textura si añadimos algún elemento que aporte un toque crujiente, ya sean unos picatostes o croutons, o un crujiente hecho con lomo o jamón serrano.

Benditas hierbas aromáticas

Son capaces de convertir la más sosa de las verduras en algo realmente rico. Desde las potentes mezclas de curry al humilde diente de ajo picado y dorado ligeramente con unas gotas de aceite. Si no me creéis haced la siguiente prueba, probad con unas judías hervidas, primero solas, y después, las mismas judías cocidas rehogadas durante un par de minutos en una sartén con una cucharadita de aceite y un diente de ajo picado.

Vinagretas para las ensaladas

Si optamos por comer verduras crudas, es decir, por una ensalada, recordad que los aliños pueden ir mucho más allá del aceite, la sal y el vinagre y nos ofrecen un montón de posibilidades entre las que será fácil dar con una que se adapte a nuestros gustos. En este post tenéis una guía para preparar el aliño perfecto para ensaladas.

Y como me encanta que me contéis cosas, ya estáis tardando en contarme los trucos para mejorar el sabor de las verduras que mejor os funcionan a vosotros.

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