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Aprende a cocinar

Maquillarse con comida, lo que jamás pensaste que se podía hacer

Maquillarse con comida, nueva tontuna de internet o un recurso fetén para casos de una emergencia muy pero que muy extrema.

21 agosto, 2017 12:26

A mí de pequeña siempre me insistieron mucho en que con la comida no se juega y más allá del involuntario “bigote” que a veces aparece al beber leche nunca se me hubiera ocurrido pintarme la cara con comida.

Pero como los caminos de internet son inexpugnables y uno nunca sabe lo que se puede llegar a encontrar, resulta que una se puede maquillar con todo lujo de detalles con las 4 cosas que encuentre por la nevera y obtener un resultado que ríete tú del Rebel y del Dragon Girl.

Maquillarse con comida, nueva moda en Youtube

En Youtube uno puede encontrarse toda clase de retos, los hay peligrosos, los hay absurdos, los hay divertidos y los hay que requieren de un interesante ejercicio de imaginación por parte del youtuber.

https://www.instagram.com/p/BNIBbarhrQX/?taken-by=makeup_maven

En el caso del reto de maquillarse con comida, lo que no acabo de ver claro es la espontaneidad del reto, porque pareciese que siempre tienen en casa a mano productos para hacer un maquillaje profesional, pero aún así, no deja de resultar curioso.

De todos estos vídeos, el que se ha hecho más popular es del de Ms Yeah, también conocida como Chef Office, la popular bloguera china famosa por sus vídeos en los que cocina gran cantidad de platos en su oficina y sin apenas moverse de su escritorio.

En este nuevo vídeo y con la excusa de una convocatoria inesperada a una reunión, la youtuber aprovecha de nuevo lo que hay por la nevera de la oficina -vale, y algún elemento que parece que lo han puesto ahí a propósito del vídeo- para su particular sesión de maquillaje y así, cual experimentada beauty blogger nos va detallando paso a paso cómo se aplica la base, como la sella con polvos matificantes -entiéndase fécula de maíz-… hasta obtener el resultado que muestra orgullosa en la fotografía.

Y visto así, quién querría gastarse un dineral en una barra de labios teniendo un puñado de fresas chinas.