El pollo es una de las carnes que más se consumen, es barata, tiene cortes bajos en grasa, es fácil de cocinar, es una buena alternativa a las carnes rojas que la OMS -Organizacion Mundial de la Salud- nos dice que debemos moderar y suele gustar a pequeños y grandes.
Pero a pesar de todo esto, seguimos sin sacarle todo el partido y, por poner algún ejemplo, muchas veces acabamos dejando las pechugas como suelas de zapato o el pollo frito blandurrio y aceitoso. Así que aquí van unos cuantos consejos y truquitos para cocinar pollo y que siempre salga de diez.
Consejos para cocinar pollo y triunfar
Aunque algunos ya los hemos ido viendo en distintas recetas, nunca está de más recordarlos, así que allá vamos.
Adobar bien el pollo antes de cocinarlo
El pollo no se caracteriza precisamente por se una carne con mucho sabor, por eso, cuanto mejor sea el adobo o incluso el marinado que le hagamos antes de cocinarlo, más ganaremos en sabor y mejor será el resultado. De hecho, una pechuga a la plancha sin más condimento que la sal siempre suena y tiene pinta de comida para cuando estás enfermo.
Secarlo muy bien antes de ponerlo al fuego
Ya hemos visto que el pollo no debe lavarse antes de cocinarlo, pero lo que sí debemos hacer es limpiarlo bien con papel de cocina antes de usarlo. Del mismo modo, si hemos tenido el pollo sumergido en una marinada para que coja sabor, cuando lo saquemos de la misma y lo vayamos a cocinar hemos de secarlo muy muy bien. De esta manera conseguiremos pieles crujientes y que el pollo quede tierno y sabroso.
No darle más vueltas de las necesarias en la plancha
Porque para como con otros tipos de carne o pescado, que al cocinarlos a la plancha no hay que marearlos dándoles vueltas y más vueltas sobre la parrilla. Simplemente tendremos que respetar los tiempos indicados se la receta para que se cocine por cada uno de los lados.
No freír muchos trozos a la vez
Otro gran error de principiante, sobre todo en el tema de las frituras es querer aprovechar todo el espacio de la sartén para colocar piezas que se vayan friendo. Parece que se nos olvida que cuando queremos que una fritura tenga una corteza crujiente esta debe hacerse en una cantidad de aceite abundante y con pocas piezas de cada vez para asegurarnos de que la temperatura está lo suficientemente alta.
Respetar siempre la temperatura de seguridad, pero no sobrepasarla
Así como otras piezas de carne podemos consumirlas poco hechas, en el pollo no es así. La carne de pollo debe cocinarse completamente para que pueda ser consumida sin riesgo para la salud. Eso quiere decir que el centro de la pieza debe alcanzar los 75ºC durante la cocción, algo que debemos tener muy en cuenta cuando cocinemos pollos enteros, por ejemplo, para un asado. Ahora bien, si nos vamos muy por encima de esta temperatura, que nadie se engañe, no solo no vamos a tener más seguridad sino que nos estaremos cargando nuestro pollo dejándolo seco cual estropajo.
Estos pequeños consejos son muy fáciles de llevar a la práctica, pero el resultado puede ganar mucho si los empezáis a aplicar, así que ya sabéis. Y si conocéis algún otro truco que queráis compartir con nosotros, somos todo oídos.