El otoño es de calabazas y las calabazas son de Halloween, así que lo tenemos bien fácil para matar dos pájaros de un tiro y, con la misma calabaza que nos preparamos una deliciosa receta, nos hacemos alguna decoración para la fiesta más terrorífica del año que ya está empezando a ser tradición en España.

El Jack O'Lantern es uno de los adornos más populares de la noche de víspera de Todos los Santos y, aunque puede que no te suene con ese nombre, seguro que lo has visto un montón de veces. Es esa calabaza hueca a la que se le abren unos grandes ojos y una boca desdentada que se utiliza para poner una vela encendida en su interior y crear un ambiente fantasmagórico.

Para decorar una fiesta con estas calabazas no es necesario ponerse el día de la fiesta a vaciar calabazas poseídos por el espíritu de Halloween, porque se pueden aprovechar las cáscaras de algunas que nos hayamos comido en los días previos, por ejemplo, en un risotto, una tarta de queso y calabaza o un curry. Así podremos tallarlas con calma y ponernos todo lo creativos que seamos capaces para dejarles una cara que asuste.

Cómo vaciar calabazas sin que se nos rompan

A la hora de comprar la calabaza, tenemos que asegurarnos de que esté completamente naranja, sin zonas de color verdoso, ni grietas, ni arañazos. Tampoco nos servirá una que esté blanda o tenga zonas blandas al tacto.

Una vez tengamos nuestra calabaza, estando aún entera, debemos lavarla muy bien y secarla. Así eliminaremos gran parte de las bacterias que causan la descomposición.

Para vaciar la calabaza, cortaremos un círculo en la parte superior con ayuda de un cuchillo bien afilado, luego con las manos retiraremos todas las hebras y pepitas del interior y, con ayuda de una cuchara o un cuchillo retiraremos la mayor cantidad de carne que sea posible y que será la que utilicemos para nuestra receta en ese momento.

Una vez vacía, podemos proceder ya a carvar o tallar la calabaza con la forma más terrorífica que se os ocurra -al final tenéis un vídeo con unas cuantas ideas por si no estáis demasiado inspirados-.

Cómo conservar una calabaza vacía para Halloween

Para que la calabaza ya tallada se conserve durante mucho más tiempo, lo que haremos es sumergirla en agua con lejía (aproximadamente una cucharada de lejía por cada litro de agua) durante un par de horas, así eliminaremos aún más bacterias.

Después del baño de agua con lejía, la dejaremos secar al aire -si hay mucha humedad en el ambiente podríamos ayudarnos con un secador de pelo- y, cuando esté seca, la sellaremos. Esto podemos hacerlo untando todo el interior con vaselina, que impedirá que los posibles restos de la carne de la calabaza que hayan podido quedar tengan contacto con el aire y se pudran o bien podemos rociar el interior con pegamento en spray y dejarlo secar.

Luego solo tendremos que guardar nuestra calabaza tallada en un sitio fresco y seco.

Y ahora ya, solo falta esperar a que llegue Halloween para lucir nuestros terroríficos Jack O’Lantern.