Las botellas reutilizables son un ahorro para todos, para nosotros, que gastamos menos en agua embotellada y para el planeta, porque generamos menos residuos plásticos. Las hay de todos los tamaños, formas y colores y son las mejores compañeras cuando pasamos horas en la calle.
El uso de este tipo de contenedores de agua reutilizables aporta, pues, muchas ventajas, pero también requiere de un poco de atención extra por nuestra parte para mantenerlas en perfecto estado, libres de bacterias y del desagradable olor a humedad que, además, hace que el agua sepa mal.
En realidad, solo hay que seguir unos pasos muy sencillos, que no difieren mucho de los que utilizaríamos con cualquier otro recipiente que utilicemos para contener lo que vamos a comer o beber.
Por qué aparece el olor a humedad
Puede que alguien haya pensado que, como solo se llena de agua, la botella no se ensucia y por eso no hay que limpiarla con el mismo ímpetu que la olla en la que hemos preparado un guiso. Error.
En el interior de la botella de agua, si éste no está completamente seco y la botella está cerrada, la humedad y la falta de oxígeno constituyen el ambiente perfecto para que se desarrollen los mohos y bacterias responsables del característico olor a humedad u olor a moho. Esto sucede tanto si cerramos la botella justo después de lavarla como cuando nos hemos bebido el agua y la llevamos cerrada en el bolso, con el añadido, en este último caso, de los restos de nuestra propia saliva con una carga extra de microorganismos que se reproducirán de manera exponencial.
Cómo limpiar correctamente las botellas reutilizables
Aunque durante el día no tengamos opción de limpiar la botella entre rellenos sucesivos, el único truco que funciona para evitar los malos olores es lavarla cada noche y, cada cierto tiempo, del orden de una semana más o menos, hacer una limpieza a fondo.
Cada noche lavaremos la botella con agua, preferiblemente caliente, y jabón de lavar platos del mismo modo que lavaríamos un vaso. Para llegar bien al fondo, podemos ayudarnos de un cepillo limpiabotellas. No hay que olvidarse de la tapa, pues su limpieza es tan importante como la del resto de la botella.
Truco Cocinillas
Si no tienes un cepillo limpiabotellas, puedes utilizar una solución alternativa. Como la boca de estas botellas reutilizables suele lo bastante ancha como para que quepa un tenedor, un truquito para limpiarlas por dentro es cortar un trozo de estropajo de cocina (de los que tienen esponja), introducirlo en la botella y, con ayuda del tenedor, frotar el fondo y las paredes.
El tenedor nos servirá también para sacar el estropajo cuando hayamos terminado.
Si no queremos que aparezca olor a humedad, dejaremos secar la botella abierta durante toda la noche o hasta que la volvamos a rellenar.
Cómo hacer una limpieza profunda
Como mínimo una vez a la semana debemos hacer una limpieza más exhaustiva de nuestra botella reutilizable. Para ello, usaremos bicarbonato y vinagre, pero, a diferencia de lo que se indica en algunos vídeos de TikTok, mezclar ambos dentro de la botella no es la mejor idea y, menos aún, si cerramos esta. No solo se puede liar parda con el gas que se genera, sino que al mezclar ambos compuestos, el bicarbonato y el vinagre desaparecen para formar una sal, el acetato de sodio, que no tiene ningún efecto de limpieza.
Será mucho más efectivo utilizar ambos compuestos por separado:
- Primero, preparamos una mezcla con una cucharada de bicarbonato de sodio y agua caliente y, a continuación, vertemos la mezcla en la botella, la agitamos y dejamos reposar durante 15-30 minutos antes de enjuagar completamente.
- A continuación, para una limpieza aún más profunda, llenamos la botella con una mezcla a partes iguales de vinagre blanco y agua caliente. Dejamos que repose durante unos minutos y luego enjuagamos bien con agua limpia todas las veces que sea necesario hasta eliminar el vinagre.
Cómo desinfectar una botella reutilizable con olor a humedad
A todos nos puede pasar que lleguemos un día a casa cansados y se nos olvide la botella de agua en el bolso con restos de humedad. No hace falta que pase mucho tiempo para que, al abrirla, reconozcamos ese desagradable olor a humedad que puede que no se vaya con un simple lavado. En este caso, lo más aconsejable es desinfectar la botella.
Podemos hacerlo de dos maneras:
- Si el material de la botella lo permite, podemos esterilizarla de la misma manera que esterilizamos los botes para hacer conservas caseras. Es decir, después de lavar la botella con agua y jabón, la sumergimos completamente en una olla con agua en la que hayamos puesto un trapo o una rejilla para que no toque directamente el fondo, llevaremos el agua a ebullición y mantendremos el hervor durante un mínimo de 15 minutos. Dejamos secar al aire y sin cerrar.
- La otra opción es desinfectarla con lejía de la que se utiliza para potabilizar agua y desinfectar frutas y verduras. Para ello, mezclamos una cucharadita de lejía con un litro de agua y llenamos completamente la botella con la mezcla. Dejamos actuar durante 5 minutos y enjuagamos a fondo varias veces para eliminar cualquier resto de lejía. Dejamos secar al aire y sin cerrar.