Croquetas caseras recién hechas

Croquetas caseras recién hechas Mer Bonilla

Aprende a cocinar Dia de la croqueta

Ni se rompen ni quedan frías: el truco de los restaurantes para freír croquetas congeladas y que queden perfectas

Congelar croquetas caseras es una idea magnífica, solo tienes que tener en cuenta algunos consejos a la hora de freírlas.

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Hacer una gran cantidad de croquetas caseras y guardarlas en el congelador es un regalo para nuestro yo del futuro, que se sentirá feliz cuando pueda recurrir a ellas en un día de esos en los que hay que improvisar. Las croquetas congeladas están listas para freír, no hay que descongelarlas antes, en unos minutos las podemos servir en la mesa y ser muy felices.

El trabajo de hacer las croquetas desde cero no es difícil, pero sí es algo laborioso por el boleado. Es cierto que da algo de pereza ponerse, pero la buena noticia es que cuando ya estás con las manos en la masa, no cuesta mucho hacer más cantidad, por eso, de hacerlas, hacer muchas y así podremos disfrutar de nuestras croquetas favoritas siempre que se nos antojen.

El camino hacia el éxito: congelar bien

Si las croquetas las hacemos nosotros, tenemos la ventaja de que podremos congelarlas de manera que la fritura resulte óptima. Para ello, debemos tener en cuenta las siguientes dos cosas:

  • El tamaño. Aunque muchas veces, por acabar cuanto antes, entran ganas de hacer croquetas gigantes, si las vamos a congelar, nos interesa que sean pequeñas. Lo ideal es que sean bolas o cilindros de unos 2 cm de diámetro.
  • El proceso de congelación. Para congelar las croquetas y que no se nos queden pegadas unas a otras, según las terminamos de rebozar, las vamos colocando sobre una bandeja sin que se toquen unas a otras. Cuando las tengamos todas, metemos la bandeja en el congelador con las croquetas sin tapar. Esto hará que el rebozado se reseque y cuando se frían quedará aún más crujiente. Cuando estén completamente congeladas, podremos pasarlas a una bolsa y conservarlas durante semanas.

Cómo freír croquetas congeladas

Se pueden freír de dos maneras, haciéndolo todo en una sartén con abundante aceite a temperatura media-alta o dando una fritura breve a temperatura más alta y terminando de hacerlas en el horno para que se descongelen completamente.

En sartén o freidora

Las freiremos a una temperatura de unos 150 ºC para asegurarnos de que se descongelan completamente por dentro sin quemarse por fuera. Es importante tener en cuenta lo siguiente:

  • Debe haber suficiente cantidad de aceite para que las croquetas queden completamente sumergidas. Si solo ponemos un fondo de aceite, pensando en ir dándoles la vuelta, hay muchas papeletas para que se rompan y se salga la bechamel.
  • Debemos mantener constante la temperatura durante la fritura, eso lo conseguiremos echando pocas croquetas de cada vez, pues si echamos muchas, se nos enfriará el aceite y las croquetas lo absorberán más quedando pesadas y grasientas.
  • Cuando estén bien doradas por fuera, podemos retirarlas a un papel absorbente si las vamos a comer de inmediato. Si vamos a tardar aún unos minutos en servirlas, por ejemplo, porque tengamos que freír mucha cantidad, es mejor dejarlas escurrir sobre un colador para que no “suden” sobre la grasa que han escurrido en el papel y se pongan blanditas.

El truco de muchos restaurantes

Freír las croquetas directamente en el horno o en la freidora de aire no da buenos resultados, pero, en cambio, si damos una fritura a muy alta temperatura al principio para dorar el rebozado y luego las llevamos al horno para que se termine de descongelar el interior obtendremos muy buenos resultados, de hecho, muchos restaurantes utilizan esta técnica.

Para hacerlo así, debemos utilizar un aceite capaz de aguantar temperaturas muy altas, como el de girasol alto oleico o el aceite de orujo de oliva.

Para usar este método, haremos lo siguiente:

  • Paso 1. Precalentamos el horno con calor arriba y abajo sin ventilador a 200 ºC o una freidora de aire a 170 ºC. La freidora de aire la usaremos en el modo de hornear -bake- en vez de en el modo air fry, para bajar la potencia del ventilador.
  • Paso 2. Sumergimos las croquetas en abundante aceite caliente a 200 ºC durante uno o dos minutos para que se doren por fuera. Hay que echar pocas de cada vez para no bajar la temperatura.
  • Paso 3. Terminamos de calentar las croquetas introduciéndolas en el horno o la freidora de aire precalentados durante 3 minutos (o 4 si son muy grandes).

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