"Actualmente, el café es mejor que nunca. Los caficultores saben cómo producirlo y tienen acceso a más variedades y técnicas de cultivo especializadas (...) Cada vez hay más cafeterías que venden un café de muy buena calidad donde usan lo último en herramientas y forman mejor a sus equipos". Con estas palabras inicia James Hoffman su tercer y último libro, Atlas Mundial del Café (Editorial Cinco Tintas, 2025), una publicación en la que explica todo lo que un amante de esta bebida debería conocer.
Hoffman es un barista, youtuber, emprendedor, consultor de café y escritor de origen británico. Se dio a conocer en 2007, con 28 años, tras ganar el Campeonato Mundial de Baristas y, desde aquel momento, se le considera uno de los pioneros del movimiento cafetero de la tercera ola en Gran Bretaña. De hecho, hace unas semanas participó como ponente estrella en el Coffee Fest, el mayor congreso de España dedicado a este producto.
Pero, aunque el café sea más bueno que nunca y Hoffman esté convencido de que en casa podemos preparar el mejor del mundo, mucha gente sigue cometiendo errores a la hora de elaborarlo y no es consciente de ello, pese a que sea una de las bebidas más consumidas a diario.
El barista inglés James Hoffman.
Cómo hacer buen café en una cafetera italiana
Casi todo el mundo tiene una cafetera italiana (también llamada 'moka') en su casa, pero no muchas personas saben usarla bien. "Me cuesta entender su popularidad porque no es una cafetera fácil de usar y tampoco es sencillo preparar un café riquísimo con ella", escribe Hoffman en una de las páginas del libro.
Por esta razón, el barista ofrece algunos trucos para dominar a la perfección el mecanismo de este utensilio. El principal objetivo es intentar evitar que el agua alcance temperaturas muy altas, pues, cuando esto ocurre, se liberan ciertos compuestos del café que hacen que tenga un sabor muy amargo y poco agradable para la mayoría de la gente (aunque, siendo honestos, también hay a quien le gusta ese matiz).
Para empezar, Hoffman recomienda utilizar cafés que tengan un tueste de espresso ligero o cultivados a una menor altitud, ya que esto ayudará a evitar ese amargor. Por otra parte, desaconseja presionar el café para nivelarlo cuando lo introducimos en la canasta de la cafetera.
Portada del libro 'Atlas mundial del café', de James Hoffman.
Pero lo más importante que indica el autor es que siempre hay que hervir el agua antes de echarla a la cafetera: "La ventaja de usar agua caliente desde el principio es que la base de la cafetera pasa menos tiempo en el fuego, por lo que el café molido no se calienta tanto y el amargor se reduce".
Asimismo, también recuerda que se debe calentar la cafetera a fuego bajo o intermedio, pero nunca a fuego alto, pues no interesa que el café salga demasiado rápido, ya que aumenta el amargor. Después, cuando comencemos a escuchar un borboteo debemos apagar el fuego rápidamente y retirar la cafetera. "Este sonido indica que ya ha subido casi toda el agua y el vapor está empezando a circular por el café y a aportar amargor a la bebida", explica.
Por último, James Hoffman sugiere colocar la base de la cafetera debajo de un chorro de agua fría para cortar la extracción del café. "Este descenso en la temperatura provocará que el vapor se condense y que desaparezca la presión", concluye.