El cachopo es uno de los platos más representativos y deliciosos de la gastronomías asturiana, junto con las famosas fabes o el clásico arroz con leche. Un plato que ha conseguido traspasar fronteras incluso fuera de España y cuya receta fue creada en los años 40 del siglo pasado. No hay restaurante o recetario típico asturiano en el que falte, así que no es de extrañar que también sea una de las recetas más elaboradas también en los hogares españoles.
Lo cierto es que los pasos a seguir para su elaboración son sencillos. Sin embargo, conseguir el éxito rotundo con este plato es un poco más complejo, sobre todo si no se tienen en cuenta una serie de trucos y consejos clave a la hora de su elaboración.
Uno de los trucos imprescindibles para que el resultado final en el cachopo sea espectacular, empieza antes de su elaboración y concretamente en la carnicería, donde compraremos la carne. Este es un detalle que a menudo pasa desapercibido pero que los asturianos siempre tienen en cuenta a la hora de elaborarlo.
Para asegurar un buenísimo resultado, en la carnicería simplemente tenemos que especificar que el filete de carne debe ser de vaca o ternera y que vamos a utilizarla para hacer cachopo. De esta manera, el carnicero hará los cortes necesarios para que la carne quede en forma de libro o de abanico y evitaremos que al rellenar el cachopo se salga el queso o el resto de ingredientes.
Otro de los trucos claves para conseguir un buen cachopo tiene que ver con espalmar previamente los filetes. Para ello, será necesario golpear previamente la carne para romper las fibras y ayudar a que quede mucho más tierna y fácil de masticar, a la vez que aumentaremos el tamaño del filete. También puedes hacer unos pequeños cortes en el perímetro de los filetes para evitar que se encojan durante el cocinado.
Trucos para conseguir el mejor cachopo
Para lograr un cachopo asturiano perfecto, es fundamental prestar atención también a otros detalles que marcarán la diferencia en su preparación. El primero de ellos, es que es esencial usar una sartén amplia y honda, que permita llenar la mitad con aceite, asegurando que el cachopo flote durante la fritura. Este truco facilita darle la vuelta y garantiza una cocción uniforme.
Además, marcar los filetes antes de freírlos es crucial. Al rellenarlos, debemos presionar bien los laterales, especialmente en las zonas donde el relleno sobresale, para evitar que se salga durante la cocción. Incluso, se pueden utilizar palillos para asegurarse de que el relleno se mantenga en su lugar, aunque hay que recordar retirarlos una vez frito el cachopo.
El queso es otro componente clave en el sabor del cachopo, todo depende de si prefieres añadir un queso suave o un queso más intenso. Tras la fritura, es importante dejar reposar el cachopo sobre papel absorbente durante unos dos minutos, colocando también una hoja encima para eliminar el exceso de aceite, esto contribuirá a un rebozado más crujiente.
Utilizar aceite de girasol de calidad es fundamental para freír un auténtico cachopo asturiano, ya que este tipo de aceite evita que el pan rallado quemado se deposite en el fondo de la sartén, lo cual podría dar un sabor amargo al plato. Asegúrate de que el aceite esté limpio y bien caliente antes de empezar a freír, esto no solo logrará un rebozado crujiente, sino que también reducirá el tiempo de fritura y la cantidad de aceite que absorbe el cachopo.
Un truco para saber si el aceite está en su punto es echar una pizca de pan rallado, si fríe rápidamente, es el momento perfecto para empezar. Una vez frito, deja reposar el cachopo un par de minutos antes de servirlo, esto permitirá que el jugo del cachopo se redistribuyan en la carne, haciendo que el resultado final sea aún más jugoso y sabroso. Además, dejar que repose en la nevera un par de horas tras empanarlo hará que el pan rallado se adhiera mejor, asegurando un cachopo impecable en todos los sentidos.