Casi siempre es tan malo pasarse como no llegar, algo muy común si hablamos de las cenas de verano, que me atrevería a decir que son los momentos del año en los que la gente descuida más su alimentación.
Se juntan varios factores, por un lado, el calor que hace que nos dé cierta pereza cocinar y que nos quita parte del apetito, por otro, más salidas sociales y más picoteos entre horas, que dan lugar a diversas situaciones que siempre acaban más o menos igual... llega la hora de la cena y no tienes ni demasiada hambre ni ganas de cocinar.
Si eliges no cenar, pensando que es lo más sano, cometes un error. Cuando te levantes al día siguiente tendrás un hambre que no habrá suficientes croissants para calmarte, eso si no te has levantado a media noche a arrasar con todo lo que hubiera en la nevera.
Si cenas, recuerda que lo más sano no es comerse un par de helados, por muy fresquitos que estén, y que los bocatas y las tablas de queso y embutidos con pan, prepararse se preparan rápido, pero tampoco son lo más aconsejable para el día a día, demasiada grasa y carbohidratos.
Cenas de verano sanas y rápidas
(Pulsa sobre la foto para ver las recetas)
Afortunadamente, el verano pone a nuestro alcance un montón de frutas y verduras que se pueden consumir en crudo y que nos permiten preparar platos fríos de colores llamativos que entran por los ojos y que no defraudan en el paladar.
Es el tiempo de los gazpachos, de las sopas frías, de todo tipo de ensaladas que van mucho más allá de la mixta de lechuga, tomate y cebolla que, aunque siempre socorrida, puede acabar resultando un poco cansina si se insiste en repetir con ella día tras día.
Así que, apúntate nuestras recetas y síguelas al pie de la letra o úsalas como inspiración para crear tus propias recetas de cenas de verano. Recuerda que nos encantará verlas, así que haz una foto de tus creaciones, súbela a las redes sociales y etiquétanos en Facebook o en Instagram.