Una cena romántica es algo que deberíamos organizar siempre que haya ocasión, aunque solo sea por el hecho de compartir con quien más quieres algo que tú mismo has cocinado con todo el cariño. Y eso no significa complicarse la vida con recetas imposibles, basta con elegir algunas recetas sencillas como las que te proponemos en este menú.
Blinis caseros
Los blinis son una especie de tortitas de origen ruso. Son perfectos para servir como canapés de aperitivo sobre los que colocar ingredientes tanto dulces como salados, porque no por ser unas tortitas hay que pensar que son dulces.
Su textura es esponjosa y tienen un sabor delicado, ligeramente salado y dulce a la vez. Consisten en una masa fermentada a base de harina, leche, huevo, yogur y levadura, una pizca de sal y un poquito de miel (que no es necesaria pero sí realza su sabor), por lo que es apta para ir acompañada de infinidad de ingredientes, aunque la manera más habitual es consumirlos como aperitivos salados.
Crema de alcachofas para untar
Este untable caliente es una mezcla de alcachofas, espinacas salteadas y tres tipos de queso, todo horneado junto para lograr la perfección y cremosidad del queso derretido. Una crema para untar muy fácil de hacer que seguramente complacerá a todo el mundo.
Es el aperitivo estrella en fiestas americanas, cuando la gente se reúne en casa para ver partidos o celebrar barbacoas. Es muy práctico puesto que se sirve en el propio recipiente directamente del horno y los invitados pueden untar en él directamente el acompañamiento elegido, como unos totopos o patatas, o palitos de pan o crackers.
Ñoquis de espinacas
Los gnocchi o ñoquis son un plato de origen italiano, tradicionalmente hechos a base de patata, y englobados dentro de la multitud de variedades de pasta. Su nombre, que significa 'pelotilla' hace referencia a la forma que se le da a la masa.
Podemos encontrarlos en cualquier rincón de Italia, aunque dependiendo de la región, estos varían ligeramente de forma y tamaño, pero siempre tienen como elemento común la harina y el huevo. De tamaño bocado, y forma cilíndrica son una deliciosa pasta fresca, muy fácil de reproducir en casa. Tienen un sabor muy delicado y poseen una textura realmente suave.
Solomillo de cerdo en salsa de vermut
El solomillo es el corte noble de carne por excelencia, pero no hay que irse a uno de ternera para conseguir un plato espectacular. Este solomillo de cerdo con salsa de vermut es el perfecto segundo plato, para ajustarse el bolsillo sin sacrificar en sabor. Tanto que puede servir como plato para el menú entre semana o para celebrar una ocasión especial.
La salsa es la verdadera protagonista de este plato. Es dulce, salada, cremosa y a la vez tiene un puntito ácido que la hace deliciosamente adictiva. El vermut rojo, que sirve para mucho más que para la hora del aperitivo, va a aportar dulzor a la salsa sin necesidad de añadir un extra de azúcar puesto que, en su elaboración, además de diferentes hierbas aromáticas y especias se incluyen la canela y el caramelo, que le da ese color característico.
Pastel de chocolate en microondas
¿Se puede hacer una tarta utilizando únicamente el microondas? ¡Y tanto! La receta de hoy es un claro ejemplo de ello. Este pastel de chocolate es jugoso pero compacto, no tipo bizcocho, sólo apto para chocolate-adictos y perfecto para hacer en pocos minutos ya que se cocina, literalmente, dentro del microondas en poco más de 7 minutos.
Entre sus ingredientes no figuran los huevos, así que es apto para los alérgicos al mismo, y se elabora sólo con mantequilla, cacao, harina, agua y azúcar. El proceso es tan sencillo como mezclar todo, volcar en un recipiente apto para hacer bizcochos o tartas en el microondas y darle al botón de la magia. En el propio microondas se puede derretir la mantequilla, calentar el agua y luego cocer el pastel modulando la potencia de cocinado; de esta forma, el pastel se "horneará" de manera uniforme para no quedar crudo.