A la hora del desayuno, es esencial alimentarse adecuadamente para enfrentar una jornada llena de actividades. Si buscas una opción que sea saciante, fácil de preparar y beneficiosa para la salud, es importante conocer un desayuno rico en proteínas y bajo en hidratos que puedes hacer en solo unos minutos con tres ingredientes.

Estamos hablando de los huevos en cocotte, una preparación muy versátil que se puede acompañar de los ingredientes que prefieras. Además de ser rápida de preparar, esta receta incluye ingredientes que son grandes fuentes de proteínas, ideales para empezar el día con energía.

Esta receta de huevos en cocotte es perfecta para aquellos que buscan una comida saludable y nutritiva por la mañana. Con solo unos pocos pasos y tres ingredientes simples, puedes disfrutar de un desayuno delicioso y equilibrado.

Ingredientes de los huevos en cocotte

  • 1 taza de salsa de tomate sin azúcar añadido
  • 2 huevos
  • 20 gramos de queso feta o rulo de cabra
  • Sal, pimienta negra molida, hierbas frescas u otros condimentos al gusto (opcional)

Paso 1

Precalienta el horno a 170 grados centígrados.

Paso 2

Prepara una fuente para colocar en su interior pequeñas cazuelas a baño maría y engrásalas levemente.

Paso 3

En cada cazuela, añade salsa de tomate hasta la mitad. Es preferible que la salsa sea espesa y casera, sin azúcar añadido.

Paso 4

Haz un hueco en el centro de la salsa y coloca cuidadosamente un huevo en cada cazuela.

Paso 5

Echa por encima el queso desmenuzado, sal, pimienta, hierbas o especias al gusto.

Paso 6

Llena la bandeja con agua caliente hasta poco más de la mitad de las cazuelas.

Paso 7

Hornea hasta que la yema esté melosa, aproximadamente 10-15 minutos, dependiendo de tu horno.

Paso 8

Sirve caliente, acompañado de pan integral, vegetales u otros ingredientes de tu preferencia para un desayuno completo y saludable.

Las reglas básicas para un desayuno saludable

El desayuno es una de las comidas más importantes del día, pues es lo primero que ingiere el organismo tras una noche de descanso, pero también por proporcionar esa energía que es necesaria para poder afrontar el día de la mejor manera posible. Por este motivo, conviene darle la importancia que merece y tratar en todo momento de buscar un estilo de vida saludable.

Para poder disfrutar de un desayuno ideal, es necesario seguir una serie de reglas básicas:

  • Alimentos alcalinos: es beneficioso empezar el día con alimentos con un pH inferior a 7, siendo aconsejable empezar el día con un zumo de limón o de naranja, o en su defecto con un té blanco y una manzana, siendo ambas opciones interesantes y con un efecto similar al de un café. La mayor parte de las frutas son alcalinas, por lo que no deberías olvidarte de incluir una pieza de fruta o un jugo natural a la hora del desayuno.
  • Cereales integrales: en el momento de ingerir hidratos de carbono, es necesario saber cuáles son los más beneficiosos para cuidar la salud, siendo los cereales integrales una muy buena opción. La razón es que contienen fibra que no solo ayuda a prevenir el estreñimiento, sino que también ofrece una sensación de saciedad. Además, la energía se libera de manera más lenta, lo que favorece el mantenerse alerta durante más tiempo. Se pueden ingerir a través de unas tostadas con estos nutrientes, debiendo en todo caso evitar los cereales refinados y muy elaborados.
  • Combinaciones de dulce y salado: en el momento de pensar en el desayuno conviene tener cuidado con las combinaciones de alimentos dulces y salados, ya que, aunque es posible hacerlo, puede llegar a tener un efecto perjudicial en el estómago. Los azúcares de las frutas son fáciles de digerir, pero si se comen alimentos pesados y salados, los azúcares de la fruta podrían llegar a tardar más en digerirse, provocando inflamación.
  • Añade proteínas saludables: hay quienes deciden desayunar alimentos como bacon, salchichas o huevos fritos, ya que no dejan de ser alimentos muy pesados para comer por la mañana, por lo que convendría evitarlos. Un desayuno basado en proteínas y grasas consumido a diario puede tener graves consecuencias futuras, por lo que es preferible optar por fuentes de proteínas saludables, como germinados de soja en una ensalada de frutas o nueces.
  • Cuidado con el consumo de lácteos: aunque cuenta tanto con defensores como con detractores, la leche puede llegar a provocar inflamaciones en personas con intolerancia, además de que puede ser perjudicial para personas con problemas respiratorios como el asma. En su lugar, se pueden sustituir por leche de soja o de almendras.
  • Desayuna sin prisa: una de las claves para un buen desayuno es comer sin prisa, puesto que en caso contrario el estómago podría verse resentido. Conviene tomarse un tiempo para ello, aunque esto implique dormir unos minutos menos. Se debe masticar despacio para que los nutrientes se absorban bien.
  • La importancia de la hidratación: diferentes estudios apuntan a la importancia de mantenerse bien hidratado durante todo el día, algo que lo necesitan tanto el cerebro como los riñones, que se encargan de limpiar el cuerpo de toxinas. Durante el desayuno es aconsejable tomar un mínimo de dos vasos de agua, lo que conseguirá comenzar el día con una buena hidratación.