El plato de cuchara típico de abuela que es ideal para el invierno: fácil, saludable y listo en pocos minutos
- Querrás comerlo todas las semanas (y se puede cocinar apto para vegetarianos o veganos).
- Más información: El guiso súper económico de Martín Berasategui perfecto para los días fríos: sencillo y con pocos ingredientes.
Los platos de cuchara son una expresión culinaria profundamente arraigada en la cultura gastronómica de numerosos países. Reconocidos por su capacidad de reconfortar en los días más fríos, estos platos combinan tradición, sabor y una invitación al disfrute pausado. Desde guisos y sopas hasta potajes, cada cucharada ofrece un bocado de historia y autenticidad.
El origen de los platos de cuchara se remonta a la necesidad de preparar comidas nutritivas y económicas utilizando ingredientes básicos disponibles en las despensas familiares. En muchas culturas, estos platos representan la cocina del hogar, aquella transmitida de generación en generación con recetas que varían según las regiones y las estaciones del año.
En España, por ejemplo, se destacan el cocido madrileño, la fabada asturiana y el caldo gallego, cada uno con una identidad única. En América Latina, platos como el locro andino, el ajiaco colombiano o las sopas de mariscos de la costa pacífica reflejan la diversidad y riqueza de ingredientes locales.
Los platos de cuchara suelen tener como base caldos elaborados a fuego lento, donde los sabores se concentran y los ingredientes se fusionan de manera armoniosa. Verduras, legumbres, carnes, pescados y especias son los protagonistas habituales. Su preparación permite resaltar la esencia de los ingredientes, obteniendo un resultado que satisface tanto el paladar como el alma.
Otra de las características distintivas de estos platos es su adaptabilidad. Pueden ser ricos y sustanciosos, como un guiso de lentejas con chorizo, o ligeros y delicados, como una sopa de verduras. Además, su versatilidad permite ajustarlos a diferentes necesidades dietéticas y preferencias personales.
Aparte de su delicioso sabor, los platos de cuchara tienen un valor nutricional importante. Las legumbres y hortalizas aportan fibra, vitaminas y minerales, mientras que las proteínas de origen animal o vegetal complementan el aporte energético. Asimismo, su carácter sostenible radica en el aprovechamiento integral de los ingredientes, minimizando el desperdicio y promoviendo una cocina consciente.
La receta 'de abuela' del guiso de garbanzos
El guiso de garbanzos y acelgas es un plato clásico de nuestra gastronomía que combina un potente sabor, sencillez y un alto valor nutritivo. Esta receta, popular en muchas regiones de España, es perfecta para los días fríos y para quienes buscan una comida reconfortante y saludable.
Ingredientes
- 5-6 hojas de acelgas
- 1/2 cebolla grande o 1 pequeña
- 1/2 pimiento rojo (Pimiento morrón)
- 3-4 ajos
- 2 tomates maduros
- 2 zanahorias
- 2-3 patatas
- 3 cucharadas de aceite
- Sal (al gusto)
- 1 cucharadita de pimentón dulce (Paprika)
- Unos trozos de chorizo (veganos y vegetarianos, omitid)
- 2 hojas de laurel
- 500g de garbanzos secos antes de remojar
- Agua muy caliente (la necesaria para cubrir el guiso)
Paso 1
Comenzamos lavando las acelgas y cortándolas en trocitos. Podemos aprovechar también la parte del tallo, que da buen sabor. Una vez cortadas las dejamos sumergidas en agua en un recipiente y las reservamos para más tarde.
Paso 2
Cortamos la cebolla y el medio pimiento rojo en trozos y dividimos los ajos por la parte más gruesa, dejándoles la piel.
Paso 3
Pelamos los tomates y las patatas y las cortamos en trozos. Pelamos también las zanahorias y las cortamos en rodajas. Reservamos las patatas cortadas en un recipiente con agua hasta que las usemos.
Paso 4
Ponemos una olla al fuego con 3 cucharadas de aceite. Se puede usar una olla express o una normal.
Paso 5
Freímos los ajos hasta que estén dorados, a temperatura media. Una vez estén dorados, los retiramos y los reservamos para usar después.
Paso 6
Incorporamos a la olla la cebollla y el pimiento, agregamos una pizca de sal y lo cocinamos todo hasta que la cebolla esté blandita, durante aproximdamente unos 7 minutos. Después añadimos los tomates y los cocinamos unos 7-8 minutos también a temperatura media.
Paso 7
Logrado el sofrito, apagamos el fuego y añadimos una cucharadita de pimentón dulce. Mezclamos todo (los tomates, la cebolla, los ajos y el pimiento) y lo trituramos en una batidora.
Paso 8
Una vez esté todo batido, lo volvemos a echar a la olla al fuego a temperatura media y agregamos unos trozos de chorizo (si queremos, es opcional). Cocinamos unos minutos, incorporamos las acelgas, removemos y dejamos que se cocine todo unos minutos más.
Paso 9
Añadimos a la olla dos hojas de laurel, las patatas escurridas, las zanahorias y los garbanzos. Mezclamos bien.
Paso 10
Una vez esté todo bien mezclado, cubrimos con agua caliente, removemos para que se integre y esperamos a que comience a hervir. Cuando ya esté hirviendo cerramos la olla y cocinamos durante 20 minutos. Pasado este tiempo de cocción, ya podremos disfrutar de esta deliciosa receta.
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