Hacer esta receta siempre me evoca recuerdos de cuando era un niño y mi abuela hacía 8 ó 9 para toda la familia. Por suerte lo sigue haciendo y aún lleva la cazuela con las piezas rellenas al horno de la panadería como antaño.

Éste plato engaña, es mucho más sencillo de realizar de lo que parece. No hay que cocer el arroz, rellenar los pimientos, asarlos…, sólo debes meter los ingredientes rehogados con el arroz en crudo en el pimiento y ¡voila!, al final el horno ha trabajado más que tú.

Siempre hago esta receta con arroz redondo, pero como tenía un poco de arroz salvaje que quería usar he pensado que quedaría mejor con arroz largo. Si la haces con arroz redondo es exactamente igual, los dos tienen el mismo tiempo de cocción.

Preparación

Comenzamos precalentando el horno a 180º, cortamos la cebolla en tiras (juliana) no muy largas y la ponemos a pochar con el aceite a fuego medio en una sartén grande y le añadimos un pellizco de sal.

Mientras tanto cortamos las longanizas en pequeños trozos y empezamos a preparar los pimientos para ser rellenados. Tenemos que cortar la parte de alrededor del rabo del pimiento con suficiente anchura para que podamos meter con facilidad una cuchara. Limpiamos el pimiento por dentro dejándolo sin pepitas y reservamos cada pimiento con su correspondiente tapa (también limpia de pepitas).

Cuando la cebolla empieza a transparentar añadimos las longanizas troceadas, las cocinamos muy poco, 1 ó 2 minutos, hasta que se les va el color que indica que son “frescas”.

Añadimos el arroz y lo salteamos todo 3 ó 4 minutos, seguimos con el fuego medio porque no nos interesa tostar el arroz.

Con el arroz salteado echamos el tomate triturado, lo mezclamos todo bien y echamos media cucharadita de pimentón y un poco de colorante alimentario, integramos éstos ingredientes y sacamos la mezcla del fuego.

Añadimos los taquitos de jamón y el arroz salvaje. Como el arroz salvaje tiene más tiempo de cocción que el normal, lo he puesto a hervir en un cacito con agua durante 5 minutos antes de comenzar la preparación. Ya tenemos nuestro relleno listo.

Rellenamos los pimientos con ayuda de una cuchara hasta una altura de ¾ de pimiento. No os paséis de ésta medida o el arroz no se cocerá del todo y saldrá duro.

Tapamos los pimientos y los ponemos en una bandeja de horno con papel de hornear. Les ponemos unas gotas de aceite por encima y al horno, media altura, durante 40 ó 45 minutos.

Resultado

Aunque no lo creas, el arroz sale en su punto, muy suelto y se ha cocido con el tomate y los jugos del pimiento, con lo que está muy sabroso. Si os molesta la pielecilla del pimiento la podréis quitar sin problemas antes de empezar a comerlo porque se separa del pimiento y podrá salir con facilidad.

Tened cuidado con las primeras cucharadas, el pimiento aguanta muy bien el calor y el arroz se mantiene muy caliente en su interior. Si os sobra relleno, no caigáis en la tentación de llenar el pimiento hasta los topes, guardad la mezcla tapada en la nevera, aguantará un día o dos y sólo con añadirle un poco de caldo de pollo o de carne podéis hacer un arroz delicioso en un momento.

No tengáis miedo a la receta, es más fácil de lo que parece cuando ves el resultado en el plato y tus comensales te lo agradecerán seguro.

Tiempo: 1 hora

Dificultad:  2/5

Digestión: 3/5

Precio: 4 €