Las croquetas son un aperitivo muy versátil que gusta a prácticamente todo el mundo, ya que admiten multitud de ingredientes. En esta ocasión las hemos elaborado con una cecina de vaca que compramos en Oviedo en nuestra última excursión con nuestros amigos Los Telerines, y con queso Scamorza affumicata, que es un queso italiano ahumado que encontré en el Lidl en la semana de los productos italianos.

Ingredientes para elaborar croquetas de cecina y queso Scamorza de tamaño medio

  • Mantequilla, 35 g
  • Aceite de oliva virgen extra, 15 g
  • Harina de trigo, 50 g
  • Leche entera, 400 g
  • Sal, media cucharadita
  • Pimienta recién molida
  • Nuez moscada (opcional)
  • Queso Scamorza, 130 g
  • Cecina de vaca, 40 g
  • Pan rallado, para rebozar
  • Huevo, para rebozar
  • Aceite de oliva virgen extra suave, para freír

Ambos ingredientes tienen un sabor ahumado delicioso y combinan perfectamente entre sí, dando lugar a unas croquetas suaves, muy cremosas y con mucho sabor.

Elaboración de las croquetas de cecina y queso Scamorza

01: Preparamos la masa de las croquetas

Ponemos en el vaso de la Thermomix la mantequilla y el aceite. Calentamos programando 3 min/120ºC/vel 1. En este paso podríamos sofreír también unos 30 g de cebolla (troceándola previamente programando 2 seg/vel 5), pero en mi opinión, en este caso no es necesario porque tanto el queso como la cecina ya tienen un sabor marcado y no necesitan que lo potenciemos, pero si te apetece añádela sin problema.

Añadimos la harina intentando evitar que caiga sobre las cuchillas. La tostamos programando 3 min/120ºC/vel 2.

Incorporamos la leche, la nuez moscada (opcional), la pimienta recién molida y la sal. Mezclamos todo durante 10 seg/vel 6.

Añadimos el queso Scamorza cortado en trozos de unos dos centímetros. Programamos 8 min/120ºC/vel 3. Mientras, picamos la cecina en dados pequeños.

Añadimos la cecina al vaso y programamos 2 min/120ºC/vel 2.

Cuando termine el cocinado, probamos la masa y verificamos el punto de sal y espesor y rectificamos si es necesario. Tenemos que tener cuidado con no hacerlas excesivamente líquidas porque luego será muy complicado rebozarlas y freírlas. Con estas cantidades han quedado con la textura que buscaba.

02: Vertemos la masa en un recipiente, tapamosa piel y dejamos que se enfríe

Para enfriar la masa, la vertemos en una fuente amplia y la tapamos con film transparente a piel para que no se forme costra en la superficie.

Una vez haya perdido calor, la reservamos en el frigorífico durante un mínimo de 4 horas, o incluso mejor hasta el día siguiente, así la masa quedará más compacta y será más manejable.

03: Damos forma a las croquetas y las rebozamos

Una vez se ha enfriado y compactado la masa de croquetas, procedemos a darles forma. Yo suelo dividir la masa haciendo una cuadrícula con un cuchillo y posteriormente doy forma a cada croqueta.

Comenzamos depositando las porciones de masa de croqueta en el pan rallado y las moldeamos cuidadosamente con la forma que queramos; cuadradas, redondas, cilíndricas, … Como puedes ver en las fotos, he hecho unas cuantas redondas, y el resto cuadradas, porque tenía prisa y con esta forma no las he tenido que moldear sino que he respetado la forma cuadrada que quedaba al cortar la masa.

Posteriormente las pasamos por el huevo bien batido y nuevamente por pan rallado. Con esta doble capa de pan rallado, quedará una capa exterior bien crujiente que protegerá perfectamente el cremoso interior.

04: Freímos las croquetas

Freímos las croquetas en un cazo pequeño con abundante aceite o en la freidora. Lo más importante es que las croquetas queden sumergidas en el aceite y que este esté a unos 170ºC – 180ºC.

Tras la fritura, las vamos reservando sobre papel absorbente de cocina para eliminar el exceso de aceite.

05: Servimos las croquetas de cecina y queso Scamorza

Servimos las croquetas calientes y recién hechas para que podamos disfrutar tanto del interior cremoso, como del exterior crujiente en todo su esplendor.

Si queremos darles una presentación más vistosa, las podemos servir con una loncha de cecina pinchada en un palillo bonito a modo de vela, que aportará volumen y dará una pista sobre uno de los ingredientes principales del aperitivo.

Resultado

El resultado final son unas croquetas muy cremosas con un marcado sabor ahumado, que le aportan tanto el queso Scamorza como la cecina, que resulta realmente delicioso.

Si dispones de sitio en el congelador, merece la pena hacer doble cantidad de croquetas doblando los ingredientes, de este modo te asegurarás de tener un aperitivo de calidad listo para cualquier ocasión.

Congélalas una vez rebozadas sobre una superficie plana sin que se toquen unas a otras y luego guárdalas en bolsas de congelación para que ocupen menos. Un truco casero para congelarlas casi al vacío es aspirar el aire de la bolsa con una pajita y cerrarla inmediatamente.

El queso Scamorza es un queso típico de la cocina italiana elaborado con leche de vaca y con una curiosa forma de pera. Hay dos tipos, el natural, con la corteza amarilla y el ahumado con la corteza más anaranjada; ambos son deliciosos. La corteza es fina y comestible. Este queso es perfecto para añadir sobre pizzas, bruschettas, platos de pasta, ensaladas, e incluso para tomar como aperitivo horneándolo sobre una salsa de tomate o haciéndolo a la plancha.