No me gustaba el tofu hasta que lo probé en un restaurante vietnamita de Madrid hace bastantes años, el Vietnam Mekong de una perpendicular a la Gran Vía. Luego, en Japón, conseguí enamorarme de él con un plato de tofu frito en su caldo que me parece toda una delicia. Estaba suave, sedoso, y el caldo le iba de maravilla. Recuerdo perfectamente cómo tuve que pedir otra ración más de postre, algo que allí no se practica mucho. Hasta entonces el tofu me había parecido un alimento totalmente sin gracia, insulso, de textura complicada y poco interesante más allá de la pura necesidad vital de los vegetarianos de introducirlo en su dieta. 

Pero claro, cuánto cambia la cosa cuando el tofu se prepara bien y se acompaña con una salsa barbacoa de miel, un poco picante, como esta que se propone hoy. La gracia está en contar con un tofu firme que se fría bien y aguante un salteado posterior, pues habrá que pasarlo por una mezcla de harina de trigo y fécula de maíz, freírlo hasta que quede dorado, y después saltearlo a fuego fuerte en nuestra salsa barbacoa. Una salsa que siempre recomiendo hacer de forma casera porque gana muchísimo aunque en esta ocasión partiremos de una salsa barbacoa tal cual y le haremos un tuneo pertinente y facilísimo.

Al final estamos hablando de una receta china, muy de la zona de Sichuan, adaptada a nuestros gustos. Para terminar sólo unos cuantos anacardos fritos y un poco de alga nori triturada. Pocos pasos, pocos ingredientes y un resultado delicioso en menos de 15 minutos. Cuando lo puse en la mesa de casa dije que era tofu, me miraron con cara desafiante, y de pronto el plato se había terminado. 

Lo que está claro es que al tofu hay que darle sabor, porque si no, no tiene ninguna gracia. Por ejemplo se puede hacer tofu al curry, también un arroz frito con tofu al estilo thai o un tofu marinado con alga nori que nos recordará al sabor del pescado. 

Cómo hacer tofu en salsa barbacoa de miel

Ingredientes

  • Tofu firme, 400 g
  • Fécula de maíz, 50 g
  • Harina de trigo, 150 g
  • Aceite de oliva suave para freír, abundante
  • Alga nori, 1 lámina
  • Anacardos fritos, 30 g

Para la salsa barbacoa de miel

  • Salsa barbacoa, 100 g
  • Miel de palma, 1 cucharada grande
  • Salsa sriracha, 1 cucharadita (al gusto)
  • Vinagre de manzana, 1 cucharadita
  • Salsa teriyaki, 1 cucharadita

Paso 1

Secar bien el tofu, pasar por harina y freír.

Paso 2

Preparar la salsa.

Paso 3

PIcar los anacardos y el alga.

Paso 4

Mezclar el tofu frito con la salsa.

Paso 1

Lo primero será sacar el tofu del envase, escurrirlo bien del líquido y envolverlo en abundante papel de cocina que absorba el resto del agua que posee. Lo meteremos en la nevera envuelto y lo dejaremos allí un par de horas. 

Paso 2

Pasado este tiempo, habrá que cortar el tofu en cuadrados, ni muy grandes ni muy pequeños, cuadrados o rectángulos de bocado. En un plato hondo mezclar la harina con la maicena y pasar los dados de tofu por ahí, asegurándonos de que quedan bien cubiertos.

Paso 3

Freír el tofu en un cacillo con aceite de oliva suave bien caliente, queremos que el tofu se dore bien, que quede crujiente por fuera y con un color dorado lo más homogéneo posible. Retirar con la ayuda de una espumadera a un plato con papel absorbente para que se pierda el exceso de grasa. 

Paso 4

Por otro lado, mezclamos todos los ingredientes de la salsa barbacoa y los calentamos bien y, también, picamos los anacardos someramente. Tendremos también que triturar el alga nori con la ayuda de una batidora hasta conseguir un polvo o unos copos.

Paso 5

Cuando la salsa barbacoa tenga la densidad que nos gusta colocar en una sartén y, a fuego fuerte, añadir los dados de tofu y saltear muy bien. Que queden todos bien impregnados. Servir al momento, bien calientes, con los anacardos por encima y también con el alga nori. Le va fenomenal también un poco de cebolleta china picada o unas hojas de albahaca, cilantro y hierbabuena. 

Trucos y sugerencias

Este tofu queda fenomenal para hacerse unos rollitos frescos con él usando el cogollo de lechuga como taco y es también un añadido genial a un bol de arroz o a un plato de noodles.