Las patatas asadas crujientes pueden abrir un nuevo abanico de posibilidades en las cocinas de todos. Es una afirmación categórica que las patatas y el horno son mejores amigos y, además, que nos ofrecen muchísimas variantes posibles al respecto. Podemos hacer las clásicas patatas gajo al horno, también podemos intentar simular las patatas fritas pero usando el horno o podemos hacer patatas rellenas de una infinidad de cosas más o menos exóticas.

No hay que olvidarse, por supuesto, de las patatas de feria tan populares en Inglaterra y Estados Unidos. Y tampoco de una versión que se ha puesto de moda: las «patatas puñetazo» como dicen en redes sociales. Se llaman así porque se asan y, cuando ya están bien tiernas, se aplastan bien contra la propia bandeja (mejor si es con una superficie plana para nivelar bien) y se vuelven a hornear por ambas caras hasta que quedan bien crujientes en su exterior.

La gracia de las patatas, de estas y de cualquiera, es comerlas siempre recién hechas porque se acartonan mucho y pierden calidad en cuanto pasan minutos, pero lo bueno de esta receta es que se puede dejar la patata ya asada en su primera fase con anterioridad para luego sólo darle los diez minutos finales por cada lado para que queden crujientes. Eso sí, nunca habiendo pasado por nevera previamente. Si se va a hacer este truco lo mejor es dejar las patatas encima de su bandeja y al aire libre, no más de doce horas.

Luego, por encima, en esta ocasión va un poco de crema agria (nata fresca) que aporta acidez además de ese sabor lácteo y una deliciosa salsa de aguacate que también podrá servir para dipear en cualquier ocasión o para condimentar vuestra mejor ensalada. Por supuesto, si el cilantro no es digno de vuestra devoción se podría sustituir por otra hierba como el perejil, el eneldo o la albahaca. La salsa se puede quedar hecha con hasta 3 horas de antelación, filmada y en la nevera, y aguanta perfectamente.

Receta de patatas crujientes con aguacate

Ingredientes

  • Patatas medianas, 5 ud
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra molida, c/s
  • Aceite de oliva virgen extra, 3 cucharadas
  • Crema agria o nata fresca, 3 cucharadas

Para la salsa de aguacate

  • Cilantro fresco, un buen puñado sin los tallos
  • Agua, la suficiente
  • Aguacate, 1 ud
  • Zumo de lima, una cucharadita
  • Chalota o cebolla, 10 g
  • Aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada

Paso 1

Asar las patatas.

Paso 2

Aplastar las patatas y volver a asarlas por las dos caras.

Paso 3

Preparar la salsa de aguacate.

Paso 4

Cubrir las patatas con la crema agria y la salsa de aguacate.

Paso 1

Lavar muy bien las patatas para quitar cualquier resto de tierra que quede en ellas. Secar con la ayuda de un paño. En un bol, embadurnar con aceite de oliva, sal y pimienta negra y disponer en una bandeja de horno sobre papel de horno. Hornear a 170 ºC hasta que, al pincharlas con un tenedor, estén bien tiernas. Tardarán unos 40 minutos aproximadamente.

Paso 2

Tras este tiempo, aplastar las patatas con la parte inferior de una cazuela hasta lograr un grosor de un centímetro, de la forma más uniforme posible. Las patatas no tienen que quedar montadas una sobre la otra sino que hay que dejar un espacio aunque sea mínimo.

Paso 3

Subir la temperatura del horno a 230 ºC y cuando éste ya esté bien caliente, introducir la bandeja de las patatas sobre las que habrá que poner un chorrito de aceite por encima previamente. Hornear durante 10 minutos o el tiempo necesario para que se doren bien por fuera. 

Paso 4

Sacar del horno y darles la vuelta, añadir un poquito más de aceite de oliva y hacer la misma operación en el horno por el otro lado; esta vez con la mitad del tiempo será suficiente.

Paso 5

Para hacer la salsa, triturar todos los ingredientes menos el aguacate hasta conseguir que las hierbas estén muy machacadas e integradas. Añadir el agua que consideremos suficiente. Mejor empezar con poca y luego ir incorporando más.

Paso 6

Por último, agregar el aguacate pelado y sin hueso y triturar bien. Incorporar más agua si queremos una consistencia más líquida. Poner a punto de sal en el último momento.

Paso 7

Servir las patatas acompañadas de la crema agria y terminar por encima con la salsa de aguacate; también se podrá dejar separada para que cada uno vaya mojando en ella.