Esta receta de palitos de hojaldre se puede adaptar a los sabores que cada uno quiera y queda preciosa encima de una mesa de aperitivos, para montar un buffet, en un cátering o también en el centro de mesa si tenemos invitados. Se pueden hacer en el horno pero también en la freidora de aire y los podemos tener listos en el congelador para simplemente hornear cuando se desee. Recursos fáciles para momentos de caos.

La parte más complicada de esta receta es hacer el hojaldre pero en España casi en cualquier supermercado venden buenas planchas del mismo, listas para condimentarse al gusto de cada uno. Son muy versátiles ya que sirven para hacer este tipo de aperitivos pero también para hacer hojaldres rellenos como el hojaldre de lubina y crema de gambas, el hojaldre de carne, el solomillo Wellington o el hojaldre de morcilla y confitura de higos. También, por supuesto, para hacer dulces o para hacer «pizzas» de base hojaldrada como el hojaldre de pisto, chorizo y queso.

Eso sí, una vez hechos estos palitos, lo recomendable es consumirlos en un rango máximo de 8 horas ya que si estamos en una población con mucha humedad se vendrán abajo y se quedarán correosos. Si no somos muy fans del ajo, se podría cambiar por una mantequilla de pimienta negra, de hierbas, de curry o de pimentón. Igual que el queso se podría emplear un manchego o cualquier otra variedad de queso curado ya sea de vaca, de cabra o de oveja.

Palitos de hojaldre con queso

Paso 1

Dejar fuera de la nevera la placa de hojaldre durante 10 minutos para que se atempere ligeramente. Dejar fuera del horno la bandeja, para asegurarnos de que está fría.

Paso 2

Pelar y picar los dientes de ajo lo más pequeñitos posible. También podríamos ponerlos en un machacador de ajos para hacer una pasta, o majarlos en el mortero. Lo que nos resulte más cómodo.

Paso 3

Derretir la mantequilla en una sartén o cacillo a fuego muy suave, no tiene que llegar a hervir en ningún momento. Agregar entonces el ajo y dejar cocinar a fuego mínimo durante dos o tres minutos, para que toda la mantequilla se impregne del sabor del ajo. Retirar y dejar enfriar ligeramente.

Paso 4

Desenrollar la plancha de hojaldre y pintarla por completo con la mezcla de la mantequilla y el ajo. Añadir también abundante queso parmesano rallado por toda la superficie y terminar con un poco de estragón por encima. Se podría sustituir también por orégano si se prefiere, o tomillo o romero o las hierbas que cada uno desee.

Paso 5

Cortar la plancha en tiras de unos 3 centímetros y enrollarlas sobre sí mismas. Una vez enrolladas, girar haciendo una espiral. Hacer lo mismo con todas y situarlas sobre el papel de horno, debidamente espaciadas ya que en el horno crecerán y podrían chocarse. Volver a pincelar por encima con más mantequilla de ajo y llevar a la nevera durante 30 minutos.

Paso 6

Precalentar el horno a 190 ºC. Cuando esté bien caliente, introducir los palitos de hojaldre y hornear durante unos 20 minutos, hasta que estén bien dorados y se vea el hojaldre hinchado. Dejar enfriar sobre la bandeja antes de consumir o manipular para que no se destrocen.