Esta es una receta que, aunque adquiere el nombre propio del producto al que quiere parecerse, podría llamarse perfectamente «paté de tomates secos y avellanas». Quizás hasta sería más coherente llamarlo así porque lo que tiene de sobrasada es su textura y sí, de fondo, algo de su sabor.

La cuestión es que la receta es muy fácil de hacer y muy versátil porque aguanta en la nevera hasta una semana y se puede utilizar tanto para hacer estos canapés como para montar todo un plato como el pollo relleno de sobrasada, la crema de alubias blancas con sobrasada o los calamares con sobrasada. 

Los tomates secos que aquí se emplean son los que vienen en botes cubiertos con aceite de oliva, ya hidratados, pero se podrían utilizar los secos hidratándolos previamente en un vaso de agua caliente durante 30 minutos antes de elaborar la receta. Antes de usarlos habría que escurrirlos bien de esa agua.

El canapé, después, es tan fácil como untar un buen pan de semillas crujiente, añadir un poco de miel de palma por encima y listo. Esta combinación es un clásico, pero, en realidad, se podrían hacer mil cosas, desde una quiche de sobrasada vegetal y setas hasta unos rollitos de sobrasada vegetal y queso emmental.

La apariencia de esta crema nos llevará directamente a la sobrasada y el sabor tiene vagos recuerdos a la misma, gracias a la presencia del pimentón. Cuanto mejor sea el pimentón, mejor será vuestro paté. Luego, se puede añadir también un poco de pimentón picante si se quiere dar algo de gracia como también hacen a este embutido.

En realidad, este paté no es más que un pesto rojo, pero con menos cantidad de frutos secos y con la presencia del pimentón así que se podría entender que nos quedaría con él también una pasta de altura.

¿Se podría embutir en tripa? ¡Pues por qué no! Y así el trampantojo quedaría 100 % finalizado. Las avellanas pueden cambiarse por anacardos, por piñones, por nueces o por lo que cada uno quiera y le guste más. Aportan cada uno su sabor y grasa saludable para esta preparación.

Cómo hacer sobrasada vegana

Paso 1

Poner, en el vaso de la batidora, los tomates escurridos de su aceite, el aceite de oliva virgen extra, el comino, las avellanas, el orégano, el ajo pelado, el pimentón y una pizca de sal.

Paso 2

Triturar todo hasta obtener una pasta homogénea. Se irá subiendo por los bordes y habrá que bajarlo con una espátula. También se puede hacer en una batidora de mano, que puede quedar hasta mejor.

Paso 3

Ajustar la consistencia, si es demasiado líquido añadir más tomates secos. Si es demasiado denso, siempre se puede aligerar con unas gotas de agua.

Paso 4

Cortar el pan de semillas en rebanadas muy finas y tostarlas en el tostador o en la plancha, dejarlas enfriar ligeramente.

Paso 5

Untar la sobrasada vegetal sobre el pan y terminar por encima con la miel de palma y las semillas de sésamo.