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Estas empanadillas, con un toque festivo a base de gambas, pueden ser el entrante perfecto para sentarse en familia a celebrar cualquier día señalado, por ejemplo, el Día del Padre que está a la vuelta de la esquina. Es imposible desbancar del recuerdo a las empanadillas de atún, esas que hemos visto hacer en casa a madres y abuelas y que forman parte del recetario más tradicional de nuestro país. Pero la realidad es que, aunque hace años no se concebían empanadillas con otro relleno que no fuese ese, éstas pueden rellenarse de infinitas opciones, como de lechazo o de pollo.
La clave, independientemente del relleno escogido, será que éste sea jugoso, para lo que nos será útil complementar el ingrediente principal, ya sea carne, pescado o verduras, con un buen sofrito, queso o una bechamel. La cantidad de relleno de cada empanadilla tampoco deberá ser mucho pues estas podrían romperse, pero tampoco muy poco pues entonces resultarán secas y sabrán solo a masa, perdiendo sabor.
Las empanadillas pueden hacerse con una masa casera, pero dado que la comprada da buen resultado, podremos, si no tenemos tiempo o ganas, ahorrarnos este paso. Igualmente, la casera es tirada de hacer, y haciendo una buena cantidad se pueden tener las obleas congeladas e ir sacando según las vayamos necesitando.
La manera tradicional de cocinarlas es friéndolas en aceite, pero también podemos hornearlas como las empanadillas de huevo y beicon o las empanadillas de sobrasada y cebolla salteada, ahorrando tiempo frente a la sartén, y prescindiendo de una buena cantidad de aceite.
Para las de hoy, unas empanadillas de gambas, haremos un relleno sencillo con gambas (podrían ser también langostinos) que complementaremos con una bechamel para darle esa jugosidad siempre necesaria. Aunque igualmente quedarían bien con una buena salsa de tomate, con una mezcla de quesos, o añadiéndoles huevo duro o alguna verdura como puerro, brócoli o calabacín.
Utilizando gambas congeladas nos ahorraremos el tiempo de pelarlas, pero si las compramos frescas, podremos aprovechar sus cabezas para saltearlas junto con la cebolla (y luego retirarlas) para obtener así una bechamel con un mayor sabor a marisco. Las podemos dejar echas con anterioridad y tomarlas del tiempo, acompañadas de una sencilla ensalada de lechugas variadas, tomate y cebolla, aliñada con aceite y vinagre, y sal. Pero recién hechas, y con la bechamel ligeramente caliente se disfrutan mejor.
Cómo hacer empanadillas de gambas
Ingredientes
- Obleas de empanadillasa, 16 ud
- Gambas congeladas peladas, 500 g
- Leche entera, 300 ml
- Harina, 25 g
- Cebolla, 1 ud
- Aceite de oliva, 4 cucharadas
- Diente de ajo, 1 ud
- Sal, c/s
- Pimienta negra molida, c/s
- Perejil fresco picado, 1 cucharada
- Aceite de oliva, abundante para freír
Paso 1
Preparar el relleno
Paso 2
Rellenar las empanadillas
Paso 3
Freír en abundante aceite
Paso 1
Pelar y picar muy finamente el ajo y la cebolla. Haremos lo mismo con las gambas y el perejil. Cuanto más pequeño esté todo cortado más homogéneo será el relleno y las empanadillas serán más fáciles de rellenar.
Paso 2
En una sartén con un poco de aceite, rehogar primero la cebolla con el ajo, y sal, y cuando esté un poco pochado, añadir las gambas cortadas y el perejil. Rehogar unos minutos hasta que las gambas cambien de color.
Paso 3
Entonces añadir la harina y remover bien, cocinándola hasta que tenga un color tostado y pierda así el sabor a crudo.
Paso 4
Añadir la leche en 3 tandas, esperando a que espese la anterior antes de añadir la siguiente y corregir de pimienta y sal.
Paso 5
Pasar la masa a enfriar a una fuente. Ha de estar fría antes de rellenar con ellas las empanadillas.
Paso 6
Disponer las 16 obleas sobre una encimera, e ir colocando en un lado de ellas una cuchara de la masa fría. Cerrar las obleas formando nuestras empanadillas y las sellar con las puntas de un tenedor.
Paso 7
En una sartén, a fuego medio, con un dedo de aceite, freír las empanadillas por ambos lados, dándoles la vuelta cuando la oblea esté doradita.
Paso 8
Una vez fritas las pasaremos a un plato con papel absorbente para que escurran el exceso de aceite.