Las comidas navideñas suelen ser para muchos sinónimo de excesos, de platos contundentes y de cantidades abundantes. Se trasnocha más y, si caen entre semana, al día siguiente toca ir a trabajar.

No es raro acabar con esa incómoda sensación de pesadez tan típica de los empachos que nos deje con más ganas de tomar un caldito reconfortante que de devorar una mariscada. Por eso el consomé no tendría que faltar en ninguna mesa durante las semanas de Navidad, un consomé ligero y sabroso, de esos que alimentan cuerpo y alma y, como decía mi abuelo, resucitan a un muerto.

Y lo mejor de todo es que hacer un consomé es fácil y barato. Si tenemos una olla a presión, también será muy rápido de hacer. Solo necesitaremos algo de carne, garbanzos y algunas verduras para hacer un caldo que, podemos dejarlo así, o podemos clarificarlo para que tenga un aspecto cristalino.

El ingrediente secreto y natural que usa la industria alimentaria para dar color a muchos platos

Desde la Coca-Cola a los flanes, un montón de productos alimentarios industriales utilizan un aditivo para lucir un bonito color dorado. Es el E-150, que visto así puede asustar un poco, pero no es más que caramelo, sí, caramelo líquido hecho con azúcar. Esto le dará al consomé un toque de sabor y también un bonito color dorado para que nadie pueda resistirse a tomar una taza cuando lo pongamos en la mesa.

Si queremos que, además, nuestro consomé quede con un aspecto limpio y cristalino, sin ápice de turbidez, se puede clarificar. Para ello, pondremos a calentar el caldo ya terminado a fuego muy suave y añadiremos a la olla 2 o 3 claras de huevo batidas. Al añadirlas, se irán al fondo de la olla, pero si continuamos calentando a fuego suave, ascenderán arrastrando todas las impurezas hasta llegar a la superficie y las podremos retirar dejando nuestro consomé perfecto.