Puede que no te hayas dado cuenta de los “camachos” en las camisetas, la sensación de agobio o la monotemática de los noticieros, pero España está a las puertas de la primera gran ola de calor del verano. Mientras todo el mundo se centra en repetir las mismas recomendaciones aburridas de siempre (mantenerse hidratado, no hacer ejercicio en hora punta, estar a la sombra…) en Cocinillas os traemos una solución mucho más interesante para paliar el calor.
Hablo, cómo no, del barril de sandía. Puede que no sea tan original como la sandía barco pirata pero lo cierto es que resulta mucho más refrescante. La idea es sencilla. Se aplana el fondo y, a continuación, se abre un orificio en la parte superior para vaciar el interior. Después se coloca el grifo en la cáscara y se vuelve a rellenar.
De la sandía borracha al barril de sandía
En tus manos queda si sólo lo rellenas con el zumo de la sandía o si por el contrario le añades una chispa. Puedes hacer una versión mucho más avanzada y civilizada de la infame sandía borracha (¡que levante la mano quien no haya hecho una en sus años mozos!) si la mezclas con bebidas alcohólicas como el vodka y algo de vino rosado como sugieren en el vídeo o puedes ser algo más conservador y mezclar varios tipos de zumo. Eso si, no te olvides de dejarlo en la nevera un par de horas para que esté bien fresquito.
El kit para hacer un barril de sandía, que cuesta 24,5€, está compuesto de dos partes. La primera es un punzón de punta redonda con el que abrir un agujero del tamaño exacto para que el grifo, que es la segunda parte del kit, encaje a la perfección. La sandía y el taladro ya son cosa tuya.
No sé vosotros, pero yo me voy a bajar a la frutería a por una cosa…