Durante años, los métodos para perder peso o mejorar la salud sin base científica real se han multiplicado exponencialmente, siendo el consumo de agua alcalina o agua Kangen uno de ellos. La única premisa de esta sustancia es su pH, el cual es más alto que el agua natural.
Así mismo, aunque se le otorgan diversos supuestos beneficios al agua alcalina, la realidad es que en muchos ocasiones se habla de ella como un apoyo más en la conocida como dieta alcalina, la cual también se basa precisamente en los cambios de pH a nivel corporal, con la misma nula base científica que este tipo de agua, como explicaremos en esta ocasión.
Qué es realmente el agua alcalina o agua Kangen
El agua alcalina, agua ionizada o agua de Kangen no es más que una variedad del agua típica. Normalmente, el pH del agua es neutro, alrededor de 7, pero una corriente empezó a sugerir que alcalinizar dicho pH (aumentarlo) podría otorgar beneficios para la salud. Por ejemplo, el pH de la lluvia es ligeramente inferior al del agua típica, porque ha absorbido dióxido de carbono ambiental y esto aumenta su acidez.
Otros ejemplos de productos ácidos con el vinagre (pH = 3), zumo de limón (pH = 2) o los ácidos de las baterías de coche (pH = 1). Por otro lado, entre las sustancias alcalinas más conocidas estarían el bicarbonato de sodio (pH 8-9) o la leche magnésica (pH 10-11).
El agua natural puede tener un pH alto o bajo, pero un pH demasiado alto o demasiado bajo puede ser perjudicial. De hecho, el agua alcalina tiene un sabor amargo, y se sabe que puede provocar depósitos en las tuberías y los electrodomésticos; por su parte, un agua ácida puede corroer metales o llegar a disolverlos.
Supuestos beneficios del agua alcalina que en realidad son falsos
Según sus defensores, el agua alcalina o agua Kangen puede tener múltiples beneficios para la salud.
El agua alcalina no mejora la osteoporosis ni la salud ósea
Por ejemplo, en el caso de la osteoporosis, un estudio publicado en la revista Bone sugirió que el agua alcalina podía reducir la destrucción ósea y mejorar la densidad mineral de los huesos, llegando a concluir los autores del mismo que el agua alcalina, al ser rica en bicarbonato y calcio, disminuiría tal destrucción en comparación al agua mineral, más ácida. Sin embargo, la evidencia al respecto era escasa.
Un estudio posterior, publicado en Nutrition Journal, comparó los efectos de una dieta ácida y una dieta alcalina (incluyendo al agua alcalina). Sin embargo, sus conclusiones fueron que la dieta moderna (ácida) no aumenta el riesgo de osteoporosis, y que la dieta alcalina y los suplementos alcalinos tampoco pueden prevenirla.
Finalmente, una revisión publicada en 2012 en el Journal of Environmental and Public Health sugirió que una dieta alcalina daba lugar a una orina alcalina, con menos calcio. Sin embargo, no se demostró que a su vez hubiese mejores niveles de calcio en sangre (al no ser orinados), por lo que la evidencia de que la dieta alcalina o el agua alcalina mejorarían los niveles de calcio en particular y la salud ósea en general fue nula en este caso.
El agua alcalina no cura ni previene el cáncer
Por otro lado, respecto a la relación entre el agua alcalina y el cáncer, un estudio publicado en el British Medical Journal Open donde se revisaron miles de estudios, tan solo detectó una única prueba que relacionaría una dieta ácida con el posible cáncer de vejiga. No se pudieron encontrar estudios adecuados que relacionasen el agua alcalina con el cáncer en seres humanos.
La conclusión de los investigadores en este caso es que no existe evidencia científica real para apoyar o refutar el uso de la dieta alcalina o del agua alcalina para mejorar el cáncer, por mucha promoción que exista en los medios de comunicación.
El agua alcalina y el reflujo gastroesofágico
El reflujo gastroesofágico, dispepsia o simplemente “acidez” es uno de los problemas gastrointestinales más conocidos y sufridos en el mundo occidental hoy en día. Se produce cuando el contenido ácido del estómago llega al esófago, produciendo las molestias.
Actualmente se aconseja disminuir la ingesta de alimentos ácidos, con el objetivo de disminuir la secreción excesiva de ácido gástrico y por tanto que este refluya. Sin embargo, algunos estudios también han abogado por el uso de agua alcalina como medio para contrarrestar esta dolencia.
Uno de dichos estudios se publicó en Annals of Otology, Rhinology & Laryngology, sugiriendo que el consumo de agua alcalina podría ser un buen complemento para otros tratamientos contra el reflujo, aunque no como terapia principal. En este caso, se sugirió que un agua alcalina con pH 8.8 detendría la actividad de una enzima relacionada con el reflujo, y que podría disminuir la acidez estomacal de forma directa. Sin embargo, cabe destacar que este estudio se realizó en laboratorio y no en humanos, por lo que es conveniente realizar más trabajos al respecto.
El agua Kangen ni cura la hipertensión ni previene la diabetes
Respecto a los factores de riesgo cardiovascular, como la presión arterial o la diabetes, un estudio publicado en el Shanghai Journal of Preventive Medicine sugirió que consumir agua alcalina durante 3 o 6 meses podría reducir la presión arterial, el azúcar sanguíneo y las grasas en sangre.
Por otro lado, un estudio más reciente, publicado en 2016 en el Journal of the International Society of Sports Nutrition sugirió que el agua con electrolitos con alto pH, o agua alcalina, podría reducir la viscosidad de la sangre tras el ejercicio, algo que puede reducir la tensión arterial secundaria a deshidratación. Sin embargo, en este caso, tan solo se estudió a 100 individuos, los cuales tenían diferentes niveles de viscosidad sanguínea inicialmente, algo que podría alterar los resultados. Y, para rizar el rizo, este mismo estudio estaba patrocinado por Essentia Water, una empresa distribuidora de agua alcalina.
El agua alcalina ni adelgaza ni hace que vivas más
Otro trabajo, también publicado en 2016, en este caso en Evidence-based Complementary and Alternative Medicine, estudió los efectos de consumir agua alcalina en 150 ratones durante 3 años. Aunque no hubo cambios en sus órganos principales, ni daños sobre los mismos, si se sugirió que el consumo de dicha agua habría aumentado la esperanza de vida en los roedores y en la forma que envejecían sus órganos. De nuevo, se trata de un estudio de laboratorio, por lo que sus resultados deberían corroborarse en humanos con estudios de mayor potencial.
Finalmente, respecto a la pérdida de peso, no existen investigaciones al respecto. Aún así, dado que el agua mineral habitual es acalórica, el agua alcalina no difiere mucho de la misma. En otras palabras, ni el agua típica ni el agua alcalina tendrían un papel clave en la pérdida de peso, independientemente de las calorías suministradas por otros alimentos.
Los riesgos de consumir agua alcalina
Como ya hemos adelantado inicialmente, el consumo de un agua alcalina puede ser peligroso si su pH es demasiado elevado. De hecho, el mismo estudio que analizó la relación entre agua alcalina, dieta alcalina y cáncer publicado en el BMJ Open ya sugirió que una dieta alcalina puede ser perjudicial, por el mero hecho de desplazar otros alimentos con mejores nutrientes que los que promueve dicha dieta.
Así mismo, la misma Organización Mundial de la Salud ha señalado que alterar el pH el agua, tanto en nivel ácido como alcalino, puede ser peligroso. Un experimento publicado en el International Journal of Experimental Pathology realizado en 2001, de nuevo en ratas, analizó el consumo de agua alcalina de pH 11.2 y pH 12 durante un año. Según sus hallazgos, dichos roedores perdieron peso o experimentaron retrasos del crecimiento, e incluso sufrieron alteraciones del crecimiento de su pelo o de la mucosa de sus bocas.
Por tanto, dada la evidencia actual, la conclusión es que el agua alcalina no solo no ha demostrado beneficio para la salud alguno, sino que se sabe que alterar en exceso el pH de la misma puede ser incluso perjudicial.