La historia de las Buffalo Wings (alitas de pollo estilo Buffalo) se remonta a la ciudad de Buffalo, en el estado de Nueva York, Estados Unidos, a principios de la década de 1960. Se atribuye su invención a Teressa Bellissimo, quien junto con su esposo Frank, era dueña de un bar llamado Anchor Bar.

Aunque tirando de hemeroteca y bibliografía se encuentran versiones del relato ligeramente distintas, parece ser que la noche de un viernes de 1964, un grupo de amigos del hijo del matrimonio se presentó en el bar y Teressa, queriendo ofrecerles algo para comer, cogió alitas de pollo, que normalmente se descartaban por ser piezas poco apreciadas, y decidió freírlas en aceite caliente. Luego, las mezcló con una salsa picante hecha con mantequilla y vinagre. El resultado fue un plato de alitas de pollo con un sabor delicioso que entusiasmó a los chicos.

Las Buffalo Wings rápidamente se hicieron populares entre los clientes del bar y se convirtieron en un elemento básico en el menú del Anchor Bar. A partir de ahí, su fama se fue extendiendo por toda la ciudad y más allá.

Con el tiempo, las Buffalo Wings se convirtieron en una comida típica en muchos bares y restaurantes de todo Estados Unidos. La popularidad de este platillo continuó creciendo, especialmente en eventos deportivos, fiestas y reuniones informales. Hoy en día, las Buffalo Wings son una comida icónica en la cultura estadounidense y se han popularizado en muchas otras partes del mundo. 

Con salsas más o menos picantes

El éxito de las Buffalo Wings llevó a la creación de diferentes variantes de salsas, desde las más suaves hasta las extremadamente picantes, para satisfacer los diferentes gustos de las personas.

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Además, se han diversificado los acompañamientos, como apio y aderezo ranchero o salsa de queso azul, que se sirven como guarnición para equilibrar el sabor picante. Cualquier otra salsa a base de lácteos sería adecuada como guarnición.

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La base de la salsa de las Buffalo Wings es una salsa picante, podríamos utilizar varias como la gochujang coreana, la sriracha tailandesa, la harissa típica de la cocina de Oriente Medio o incluso la laoganma china. Con las cantidades que se proponen en la receta se obtiene una salsa muy picante, pero puede modularse la intensidad del picante sustituyendo parte de la salsa picante por pimientos dulces del piquillo asados y triturando la salsa resultante con la batidora.

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Paso 1

Preparamos las alitas de pollo, para ello, empezamos por secarlas bien con papel de cocina. 

Paso 2

En un bol grande o en una bolsa que podamos cerrar con facilidad, mezclamos harina, sal, pimienta negra y ajo en polvo. Después añadimos las alitas y damos unos cuantos meneos para que queden bien rebozadas con la mezcla.

Paso 3

En una sartén grande o una freidora, calentamos suficiente aceite a unos 180 °C. Sacudimos las alitas para eliminar el exceso de harina y las freímos en lotes para evitar que se amontonen y se peguen y también para evitar que la temperatura descienda demasiado. Las cocinaremos durante 10-12 minutos o hasta que estén doradas y crujientes.

Paso 4

Cuando estén listas las alitas, las sacamos del aceite y las dejamos sobre un colador grande para escurrir el exceso de grasa.

Paso 5

Mientras las alitas se están friendo, aprovechamos para ir preparando la salsa Buffalo. En una cacerola pequeña, derretimos la mantequilla a fuego medio.

Paso 6

Cuando la mantequilla esté fundida, agregamos la salsa picante, el vinagre blanco, el ajo en polvo y la sal. Mezclamos bien hasta que todos los ingredientes estén ligados y la salsa esté suave. Si se desea un toque extra de sabor, se pueden echar unas gotas de salsa Worcestershire en la mezcla, ésta aportará una dosis adicional de umami.

Paso 7

Una vez que todas las alitas de pollo estén fritas y escurridas, las colocamos en la fuente en la que las vayamos a servir y vertemos sobre ellas la salsa Buffalo y mezclamos con cuidado para que todas las alitas se impregnen bien.

Paso 8

Servimos las alitas de pollo al estilo Buffalo junto con bastones de apio y zanahorias que acompañaremos con la salsa ranchera para mojar.