Una ensalada no tiene porqué ser aburrida, ni porqué ser un mero trámite para comer bien, o estar sólo en la gracia del aliño, una ensalada no tiene porqué ser sólo de lechuga y tomates… ni siquiera del típico atún, o maíz dulce o aceitunas, las frutas son las mejores aliadas, para darle el sabor y toque especial a ese gran plato san, mediterráneo y fresco que son las ensaladas. Aprovecha el exceso de fruta, aprovecha y enseña a tus hijos o sobrinos o niños de la familia que las ensaladas son divertidas. Hazte fan de las ensaladas de frutas, no tendrán más calorías ni más grasa y estarás más ricas. Yo ya soy fan ¿y tu?

–

Preparación

Lo primero será sacar la lechuga de la bolsa y lavarla bien, aunque suele venir ya limpia las hojas muchas veces están un poco mustias, así que limpiarla y dejarla escurrir mientras preparáis el resto de los ingredientes. Una lechuga bien escurrida es sinónimo de buena ensalada, es la única clave imprescindible, quedará crujiente y fresca.

Para que se hagan mientras preparamos el resto de los ingredientes lo que haremos será calentar el horno y hacer los picatostes fáciles con sabor a queso que os enseñamos el otro día.

La fruta a tenéis que limpiar muy bien, sobre todo la piel blanquecina de la naranja, si podéis y tenéis tiempo lo mejor es quitarsela. Cuando este la fruta lista cortarla en cuadrados uniformes de 0,5 cm aprox y reservar.

El queso de cabra habrá que cortarlo en laminas de un dedo de ancho más o menos, si las cortáis muy finas se romperán. Cuando las tengáis listas calentar una sartén con una gotita de aceite y freirías hasta que se doren con cuidado, ya que si la sartén no es antiaderente se os puede quedar muy pegado.

Cuando todos los ingredientes estén listos, tendréis que aliñar primero la lechuga y luego añadirle la fruta, el queso y por encima los picatostes. (Lo más importante de toda la receta es este orden de aliñado)

4 fotos

Resultado