Esta ensalada de tomates tiene todo lo que buscas en una receta, producto de temporada, ingredientes económicos y fáciles de encontrar en el barrio, hidratos de carbono de los buenos, proteínas animales y vegetales y las pocas grasas que lo acompañan son de las que cuidan de tu salud. Ah, y se hace en menos de lo que tardas en leer la receta.

01: Preparar los ingredientes

Lavamos bien los tomates cherry y los cortamos en mitades o en cuartos si vemos que son grandecitos. 

Si usamos judías blancas o alubias en conserva, las sacamos del bote, las ponemos en un colador y las pasamos por un chorro de agua fría para enjuagarlas bien. El agua de la conserva podemos reservarla, e incluso congelarla. 

Pelamos la cebolla y la cortamos en aros finos.

Escurrimos el atún y reservamos en agua de envasado.

Cortamos las aceitunas negras en aros.

Lavamos el perejil, separamos las hojas de los tallos, picamos las hojas y reservamos. Los tallos podemos guardarlos en una bolsa en el congelador para otras preparaciones.

02: Preparar el aliño

Una forma muy eficiente y divertida de preparar un aliño para ensaladas que quede bien emulsionado consiste en poner todos los ingredientes, en este caso el aceite de oliva virgen extra, el zumo de limón, el agua de las latas de atún, la pimienta molida y la sal, en un bote con tapa y agitar con alegría como si de una una coctelera se tratase. 

Cuando esté listo, usaremos el propio bote para servir el aliño.

03: Montar la ensalada

En un bol o en una fuente grande vamos colocando todos los ingredientes que hemos preparados previamente, regamos con el aliño que, de ser necesario volveremos a agitarlo antes de echarlo por encima de nuestra ensalada de tomates cherry. 

Mezclamos todo bien con ayuda de una cuchara grande o de un servicio de ensalada.

04: Servir la ensalada de tomates cherry y judías blancas

Podemos servir nuestra flamante ensalada inmediatamente o taparla con papel film y dejarla en la nevera reposando durante unas horas para que esté bien fría en el momento de servir, algo que puede ser de agradecer cuando se trate de días de muchísimo calor.

Algunos trucos para sacar más partido a la receta

Si queremos suavizar el sabor de la cebolla cruda para que no repita, una vez cortada, la dejaremos en un bol, la cubriremos con agua fría y añadiremos una cucharadita de azúcar.

El agua de las conservas de legumbres como pueden ser los garbanzos o las judías blancas que nos ocupan hoy puede usarse como sustituto del huevo para preparar recetas veganas como estos merengues o esta mayonesa sin huevo.

Los tallos de las hierbas aromáticas como el perejil que resultan muy bastos para su consumo en crudo se pueden ir guardando en un táper o una bolsa zip en el congelador para usarlos a la hora de preparar caldos y sopas.

Aunque no se trata de una receta vegana ni vegetariana es fácilmente convertible en ambos tipos simplemente eliminando el atún y sustituyéndolo por ejemplo, por huevo cocido para que sea vegetariana o por algún tipo de tofu marinado si lo que deseamos es una receta estrictamente vegana.

Recuerda que las legumbres también son muy versátiles en verano y con ellas puedes preparar otras muchas recetas como las que te propusimos en este recopilatorio de recetas de ensaladas de legumbres o las que tú puedes preparar en casa con tus ingredientes favoritos.

Y ya sabes, si te animas a preparar esta ensalada en casa o a innovar con nuevas propuestas mezclando legumbres con lo que más te gusta, no dudes en compartirlo con nosotros a través de Facebook o subiendo una foto y etiquetándonos en Instagram.