Hacer cruasanes en casa no es complicado si se conoce esta técnica. O, por lo menos, no es muy complicado. Esta masa de bollería hojaldrada, que es la misma que se usa para hacer el pan de cruasán, tiene un proceso que se denomina laminado que es algo tedioso. Hace falta un buen rodillo, mucha mantequilla y mucha paciencia, además de un ambiente frío, para hacerlo bien. Pero con esta fórmula se ahorran muchos pasos y los resultados son altamente sorprendentes. Vamos, que no hay que dar las engorrosas vueltas ni nada por el estilo.

A partir de esa masa de cruasán es de la que surge el pan cruasán. Un pan que aprovecha los restos de la masa, esos que ya no se pueden hacer triángulos, para hacer un pan de molde aireado, con mucha mantequilla, perfecto para los sándwiches más deliciosos.

Es recomendable que la masa permanezca fría cuando se va a estirar, hacerlo sobre una mesa fría siempre es aconsejable. Si se ve que la mantequilla empieza a "salirse" de la masa porque se funde, lo mejor es volver a meter todo en la nevera y enfriar por completo antes de seguir.

Cómo hacer pan de cruasán casero

Pan de cruasán Clara Villalón

Ingredientes

  • Harina de fuerza, 330 g
  • Agua, 160 ml
  • Levadura seca de panadería, 3 g
  • Azúcar, 30 g
  • Sal, 1/2 cucharadita
  • Huevo, 1 u
  • Mantequilla, 150 g

Paso 1

Preparar la masa y dejar fermentar

Paso 2

Hacer el laminado y enfriar

Paso 3

Estirar y dar forma.

Paso 4

Fermentar y hornear.

Paso 1

En un cuenco pequeño poner el agua templada y disolver ahí la levadura. Dejar que empiece a burbujear y, entonces, mezclar con la harina, el azúcar y la sal. Amasar bien hasta formar una bola, mejor si es en una amasadora, pero también podría hacerse a mano. Cuando ya esté tierno y sedoso, añadir 30 gramos de mantequilla y seguir amasando hasta que quede muy blandita. Poner en un bol aceitado, tapar con un film y dejar fermentar hasta que doble el volumen. Tardará aproximadamente 2 horas. (Cuanto más calor haga en la habitación que se deje fermentar, más rápido lo hará).

Paso 2

Cuando la masa ya haya fermentado, volcarla a una superficie enharinada y cortar en 8 piezas iguales. A su vez, cortar estas 8 piezas en mitades iguales. Con la ayuda de un buen rodillo (o una máquina de pasta), estirar cada una de las piezas en rectángulos de 15 x 25 centímetros aproximadamente. Ir haciendo capas de esta masa untando mantequilla a temperatura ambiente entre cada una de las capas. Habrá que repartir la mantequilla para que haya suficiente para todas las capas. 

Paso 3

Habrá que ir poniendo capas de esa masa estirada en 15 x 25 centímetros y mantequilla hasta conseguir un bloque de masa formado por todas las capas. Cuando se ponga la última capa de masa no añadir más mantequilla por encima sino envolver ese bloque con papel film y llevar a la nevera. Dejar enfriar por lo menos 3 horas. Lo ideal es hacerlo durante toda la noche.

Paso 4

Sacar la masa de la nevera, quitar el film y extender lo máximo posible con la ayuda del rodillo ligeramente enharinado. Poner harina también en la mesa para que no se pegue, lo ideal es hacerlo en un ambiente frío. Quedará una sábana de masa de cruasán grande. 

Paso 5

Ahora, esa masa se podría cortar en tiras y éstas luego en triángulos alargados para hacer cruasanes. Pero también se pueden enrollar esas tiras rectangulares sobre sí mismas. Habrá que hacer unas dos tiras de unos 60 centímetros por el largo del molde que se vaya a utilizar.

Paso 6

Enrollar la primera tira sobre la segunda, haciendo un rollo aún más gordo. Cuando se tenga ese rollo, cortar en discos de 3 centímetros de grosor e ir poniéndolos en el molde uno detrás de otro, con el molde untado en mantequilla o con un papel de horno puesto.

Paso 7

Dejar fermentar de nuevo, a que doble el volumen que tardará una o dos horas. Tapar siempre con plástico para que no se reseque. 

Paso 8

Precalentar el horno a 170 ºC con calor arriba y abajo. Cuando la masa ya haya fermentado, untar el pan con el huevo batido con la ayuda de un pincel y hornear durante unos 50 minutos hasta asegurarse de que el pan esté bien cocinado por dentro. 

Paso 9

Dejar sobre una rejilla hasta que enfríe y después desmoldar.