Azurita iStockPhoto

Panes y otras masas

Pan de calabacín, una receta rápida, barata y sin complicaciones

Un sustituto perfecto del pan convencional que no necesita reposos ni levados, solo hay que mezclar y hornear.

20 julio, 2023 02:00

0 votos

El calabacín es una hortaliza de las más cultivadas en el planeta. Empezó a cultivarse en Sudamérica y en México hace unos 10 000 años.

En Europa, se tiene constancia de que se cultivaba en el tiempo de las civilizaciones griega y romana, aunque fueron los árabes los responsables de que su cultivo se extendiera por España y demás regiones mediterráneas.

Propiedades nutricionales del calabacín

El calabacín es una de las hortalizas más recomendadas en dietas de control de peso debido a su bajo aporte calórico. Aporta muy pocas grasas y carbohidratos y tiene un bajo índice glucémico por lo que también es adecuado para dietas low carb.

Como dato curioso, el calabacín es una de las hortalizas qué más proteínas aporta. También aporta otros fitonutrientes como calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio, zinc, cobre, o manganeso en cantidades superiores a las que aportan otras hortalizas. También contiene vitamina C en cantidades comparables a las que aporta el tomate.

Valores nutricionales (g/100 g) Minerales (mg/100 g) Otros (ud/100 g)
Proteínas 2,11 Calcio 37,18 Vitamina C (mg) 20,00
Grasas 0,30 Hierro 0,90 Polifenoles (mg) 1,50
Carbohidratos 3,00 Magnesio 31,63 Vitamina B6 (mg) 0,11
Fibra 1,10 Fósforo 71,84 Vitamina B3 (mg) 0,60
Calcio 361,35 Ácido fólico (mcg) 50,00
Sodio 4,13 Betacarotenos (mcg) 21,00
Zinc 0,69 Carotenoides (mcg) 2 125
Cobre 0,17
Manganeso 0,59

Fuentes: «Papel nutricional y saludable de productos hortícolas intensivos en la dieta» (Domene et al., 2017) y «Lo saludable de los alimentos» (Molina Jiménez, 2015)

Destaca especialmente su contenido en luteína y zeaxantina, dos carotenoides que juegan un papel importante en la prevención de la salud ocular en general y en la degeneración macular asociada a la edad en particular. Su elevado contenido en potasio hace que su consumo sea muy aconsejable en personas hipertensas.

El calabacín también cuenta con una cantidad importante de ácido fólico, una vitamina perteneciente al grupo B que se asocia a la prevención de enfermedades cardiovasculares y que resulta imprescindible durante el embarazo ya que interviene en el correcto desarrollo del feto y en la prevención de enfermedades como la espina bífida.

Aunque no tiene un elevado contenido en fibra, el calabacín es rico en mucílagos, un tipo de fibra que favorece la digestión y reduce la inflamación de las mucosas digestivas. Estos mucílagos absorben agua incrementando el tamaño del bolo alimenticio y aumentando la sensación de saciedad.

Un pan sin gluten muy fácil de hacer

En la receta que os proponemos hoy, que es una fabulosa alternativa al pan tradicional que puede sacarnos de un apuro cualquier día que nos quedemos sin pan en casa, pues es una receta que no necesita ni amasados ni reposos, solo hay que mezclar los ingredientes, hornear y esperar un poco para que se enfríe y podamos cortarlo con facilidad.

Ingredientes

  • Calabacín, 3 ud (*)
  • Huevos, 4 ud
  • Queso rallado (mozzarella o similar), 1/2 taza
  • Levadura química tipo Royal, 2 cucharadas
  • Harina de almendras, 1/2 taza
  • Ajo o cebolla en polvo, 1 cucharadita (opcional)
  • Sal, 1/2 cucharadita
  • Orégano seco, 1 cucharadita

(*) Necesitamos dos tazas de calabacín rallado y escurrido

Paso 1

Precalentamos el horno a 180 °C.

Paso 2

Ponemos un trozo de malla de nylon -un trapo limpio también nos valdría- sobre un colador y rallamos los calabacines. Envolvemos el calabacín rallado en la malla y estrujamos bien hasta que salga toda el agua de vegetación, que será bastante. Agua que reservaremos porque contiene un montón de vitaminas y podemos aprovecharla para un caldo de verduras o similar.

Paso 3

En un bol lo suficientemente grande, mezclamos el calabacín rallado, los huevos, el queso rallado, la harina de almendras, la levadura en polvo, el ajo o la cebolla en polvo, la sal y el orégano.

Paso 4

Engrasamos un molde rectangular para pan o de los que se usan para bizcochos tipo plum cake y echamos la mezcla en él. También podríamos forrarlo con papel de horno.

Paso 5

Horneamos durante aproximadamente 40-45 minutos, o hasta que el pan esté dorado y firme al tacto. Si vemos que la superficie se está tostando demasiado, pero aún no tiene la consistencia adecuada, lo taparemos con papel de aluminio para proteger la superficie.

Paso 6

Dejamos enfriar el antes de desmoldarlo y cortarlo en rebanadas.