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Estoy empezando a pensar que el siglo XXI es el siglo de los trucos, bueno, en realidad lo tengo claro. A todos nos gustaría tener una varita mágica que nos permitiese hacer mil cosas en tiempo récord para poder llegar a todo.
Puede que esa sea la razón por la que internet y las redes sociales están llenas de trucos para todo, pequeñas píldoras de conocimiento -también pseudoconocimiento, para qué vamos a negarlo- que consumimos a diario para ver si, como por arte de birlibirloque, nuestras tareas se hacen más llevaderas.
[Pan plano de yogur en sartén, receta fácil de flatbread con perejil]
Y supongo que es también por eso por lo que, muchas veces, a muchos no nos importa sacrificar parte del disfrute que implica hacer algo a la antigua usanza en aras de una mayor productividad.
Mentiría yo si dijese que nunca recurro a alguno de estos trucos o atajos de supervivencia cuando la vida no me da para más. Me hago sopas con un huevo en 2 minutos o me preparo panecillos exprés en un momento para salir del paso, porque pienso que siempre va a ser mejor algo hecho por mí con ingredientes nutritivos aunque no sea con la mejor técnica que un producto ultraprocesado que ni siquiera está más rico.
[Receta de sopa en dos minutos con un ingrediente que siempre tienes]
[Receta de pan para los que nunca han hecho pan, con y sin Thermomix]
Y de panecillo exprés va la receta de hoy, un "pseudopán" que puede ser una solución de emergencia para calmar ese antojo de sándwich en cualquier momento. Está hecho con ingredientes que, entre otras cosas, pueden ayudar a fortalecer las uñas y mantenerlas saludables.
Cuidar las uñas desde dentro
Las uñas, al igual que el pelo, son partes de nuestro cuerpo que crecen durante toda la vida. Siendo así, parece lógico pensar que para que crezcan sanas, debemos aportarles los nutrientes adecuados. Las uñas también se cuidan desde dentro, aunque si queremos tener unas uñas de cine esto no será suficiente, también hay que evitar hábitos que puedan dañarlas, como mordérselas o usar productos químicos agresivos.
Los nutrientes que podemos obtener a través de la dieta para evitar que nuestras uñas crezcan frágiles y quebradizas son:
- Proteínas: Alimentos ricos en proteínas como carnes magras (pollo, pavo, solomillo de cerdo), pescado, huevos y legumbres son fundamentales para mantener unas uñas saludables. Todos ellos contienen queratina, una proteína clave para el crecimiento de las uñas.
- Biotina (Vitamina B7): La biotina desempeña un papel destacado en la salud de las uñas y el cabello. La encontramos en alimentos como huevos, nueces, semillas de girasol, aguacates, pescado y champiñones.
- Zinc: Este mineral es esencial para el crecimiento y la reparación de las uñas. Alimentos como la carne roja magra, mariscos, nueces, semillas de calabaza y legumbres son fuentes de este elemento.
- Hierro: El déficit de hierro y las anemias ferropénicas pueden provocar uñas quebradizas y débiles. Incluir alimentos ricos en hierro en la dieta, como carne de vacuno magra, pollo, pescado, espinacas o lentejas pueden ayudar a prevenirlo.
- Vitamina C: Esta vitamina hidrosoluble interviene en la producción de colágeno, que es importante para la salud de las uñas. Las frutas cítricas como naranjas, mandarinas, limones, así como fresas, kiwis y pimientos son buenas fuentes de vitamina C.
- Ácidos grasos omega-3: Estos ácidos grasos ayudan a mantener las uñas hidratadas y fuertes. Se encuentran en pescados grasos como el salmón, la sardina, la caballa y el atún; pero también en semillas de chía, nueces y aceite de linaza.
- Vitamina E: Esta vitamina liposoluble contribuye a la salud de las uñas al mejorar el riego sanguíneo en la matriz de las uñas. Está presente en alimentos como almendras, nueces, espinacas, brócoli y aceites vegetales como el de girasol y el de oliva.
Ingredientes para hacer un pan de sándwich en solo dos minutos
- Harina de almendras, 2 cucharadas
- Huevo, 1 ud
- Sal, una pizca
- Levadura tipo Royal, una cucharadita
- Aceite de oliva virgen extra, 1 cucharadita
- Semillas de sésamo, opcionales
Paso 1
En un bol ponemos la harina de almendra, el huevo, una pizca de sal, la levadura tipo Royal y el aceite de oliva virgen extra. Batimos muy bien con ayuda de un tenedor o unas varillas.
Paso 2
Engrasamos un molde apto para microondas y vertemos la mezcla en él. Yo uso un táper de vidrio pequeño y cuadrado que tiene más o menos el tamaño de una rebanada de pan de molde y queda perfecto.
Paso 3
Ponemos por encima unas semillas de sésamo y cocinamos en el microondas durante un minuto a máxima potencia (900 W en el mío). Comprobamos si está cuajado y, si no es así, seguimos cocinando en tandas de 20 segundos hasta que esté hecho.
Paso 4
Cuando haya enfriado un poco, podemos abrirlo y rellenarlo de lo que queramos. Si ponemos queso dentro y queremos que se funda, podemos terminar nuestro sándwich pasándolo por la plancha.