Lo primero que hay que hacer es sacar la nata y la mantequilla del frigorífico, es importante que ambos ingredientes estén a temperatura ambiente. En un cazo antiadherente ponemos el azúcar a fuego medio/alto y vamos removiendo hasta conseguir que el azúcar derrita, es importante no dejarlo sin vigilancia porque debemos evitar que se queme o pegue. Una vez tenemos el azúcar derretido dejamos al fuego sin remover hasta que tome un color ámbar oscuro, si necesitamos mover lo hacemos con el propio cazo y lo mínimo posible. No hay que dejarlo más del tiempo debido porque tomará un sabor amargoso. Añadimos al cazo la mantequilla y batimos con una varilla. Ahora retiramos del fuego el cazo y añadimos la nata poco a poco hasta incorporarla por completo. Si vemos que el caramelo endurece antes de añadir al completo la nata volvemos a calentar hasta conseguir que vuelva a estado “líquido” y volvemos a retirar del fuego para seguir incorporando la nata. ¡Salsa de caramelo lista! Ahora verteremos la salsa en el recipiente donde vayamos a conservarla, es importante esperar a que atempere antes de guardarla en el frigorífico. Una vez tenemos lista la salsa puede guardarse por dos semanas aproximadamente en frío e ir sacando conforme vayamos a usarla.

  • Lo primero que hay que hacer es sacar la nata y la mantequilla del frigorífico, es importante que ambos ingredientes estén a temperatura ambiente.
  • En un cazo antiadherente ponemos el azúcar a fuego medio/alto y vamos removiendo hasta conseguir que el azúcar derrita, es importante no dejarlo sin vigilancia porque debemos evitar que se queme o pegue.
  • Una vez tenemos el azúcar derretido dejamos al fuego sin remover hasta que tome un color ámbar oscuro, si necesitamos mover lo hacemos con el propio cazo y lo mínimo posible. No hay que dejarlo más del tiempo debido porque tomará un sabor amargoso.
  • Añadimos al cazo la mantequilla y batimos con una varilla.
  • Ahora retiramos del fuego el cazo y añadimos la nata poco a poco hasta incorporarla por completo. Si vemos que el caramelo endurece antes de añadir al completo la nata volvemos a calentar hasta conseguir que vuelva a estado “líquido” y volvemos a retirar del fuego para seguir incorporando la nata.
  • ¡Salsa de caramelo lista! Ahora verteremos la salsa en el recipiente donde vayamos a conservarla, es importante esperar a que atempere antes de guardarla en el frigorífico. Una vez tenemos lista la salsa puede guardarse por dos semanas aproximadamente en frío e ir sacando conforme vayamos a usarla.
No sé a vosotros pero a mí desde luego me pierde este tipo de salsa, similar al caramelo pero más cremosa.

Es una salsa que puede servirse en frío o en caliente y que además de servir como decoración para emplatar, aporta a los postres un toque especial que los diferencia de ser un simple postre a convertirse en algo más. Sí, vivo enamorada de este tipo de salsas, lo confieso, es mi favorita, aunque la de chocolate no se queda atrás, dejaremos ésta para otra receta cocinillas.

Preparación de la Salsa de Caramelo

Resultado

Una cremosa salsa de caramelo ideal para acompañar postres tales como brownie, helados de distintos sabores, pancakes… cualquiera que se os ocurra. La combinación con helado es exquisita, sobre todo si jugamos con la temperatura de ambos alimentos ¿No se os hace la boca agua de sólo imaginarlo?

Tiempo: 30 minutos

Dificultad: 2/5

Digestión: 2/5

Precio: 1,50 euros

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