Estos días en España, entre confinamientos obligados por las dificultades a la hora de contener el coronavirus y las bajas temperaturas que nos está regalando Filomena, no se me ocurre nada mejor que ponernos manos a la obra y empezar -otra vez- a preparar bizcochos.

Y como de lo que se trata es de hornear un bizcocho jugoso delicioso apañándonos con lo que tengamos en casa, os voy a dar una serie de truquitos que nos permiten hacer un buen apaño si no tenemos a mano algún ingrediente que nos pida la receta.

Partimos de la base de que un bizcocho suele llevar 5 ingredientes que casi nunca faltan, y son la harina, el azúcar, los huevos, el aceite y el impulsor (también conocido como levadura química o levadura Royal).

Si no tenemos levadura química, podemos sustiuir una cucharada de esta levadura por una cucharada de bicarbonato y media de vinagre o zumo de limón.

El aceite podemos cambiarlo por mantequilla o incluso por una crema de frutos secos, como la crema de cacahuete.

Si lo que nos faltan son los huevos, hay varias opciones para sustiuir los huevos en recetas de repostería.

En lo que se refiere al azúcar podemos usar una mezcla de distintos tipos de azúcares, miel, sirope de ágave -ajustando las cantidades ya que el sirope es más dulce- . También puedes usar algún edulcorante, pero en ese caso debes asegurarte de que es apto para hornear, pues algunos se vuelven amargos al someterlos a altas temperaturas.

Finalmente, la harina, que podría parecer que si nos hemos quedado sin harina ya está todo perdido y nos tendremos que quedar sin bizcocho, pero no es así. Podemos sustiuirla por almendra molida, coco molido -añadiendo más líquido a la masa, ya que absorbe gran cantidad de líquido- , si solo necesitamos una pequeña parte porque la que tenemos no nos llega podemos usar fécula de patata o fécula de maíz.

En esta receta de hoy, y apuntadlo porque es un trucazo, en vez de harina hemos hecho nuestro bizcocho con galletas María trituradas y el resultado es una maravilla que algún día tenéis que probar.

Otros ingredientes habituales como la nata, también pueden ser reemplazados con facilidad.

Cómo hacer un bizcocho jugoso cuando te has quedado sin harina

La ocasión perfecta para deshacerte de ese paquete de galletas sosainas que llevan semanas dando vueltas por la despensa.

Ingredientes

Para un molde rectangular de 25 cm

  • Galletas María trituradas, 300 g
  • Chocolate cortado en trocitos, 125 g
  • Mantequilla, 150 g
  • Huevos L, 5
  • Azúcar, 120 g
  • Impulsor, 3 cucharaditas

Paso 1

Precalentamos el horno a 180ºC y forramos un molde rectangular con papel de horno.

Paso 2

En un bol batimos la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla tenga una textura cremosa. Vamos agregando los huevos e integrándolos en la mezcla de uno en uno.

Paso 3

Agregamos las galletas trituradas y la levadura y seguimos batiendo hasta obtener una papilla espesa (queda bastante densa).

Paso 4

Echamos el chocolate troceado mezclando con una espátula. Colocamos la mezcla en el molde y la nivelamos.

Paso 5

Introducimos en el horno precalentado a 180ºC y horneamos durante unos 40 minutos (hasta que al pincharlo con un palillo de brocheta, éste salga limpio).

Paso 6

Sacamos del horno, desmoldamos y dejamos enfriar en una rejilla.

Paso 1

Precalentamos el horno a 180 ºC y forramos un molde rectangular con papel de horno.

Paso 2

En un bol batimos la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla tenga una textura cremosa. Vamos agregando los huevos e integrándolos en la mezcla de uno en uno.

Paso 3

Agregamos las galletas trituradas y la levadura y seguimos batiendo hasta obtener una papilla espesa (queda bastante densa).

Paso 4

Echamos el chocolate troceado mezclando con una espátula. Colocamos la mezcla en el molde y la nivelamos.

Paso 5

Introducimos en el horno precalentado a 180 ºC y horneamos durante unos 40 minutos (hasta que al pincharlo con un palillo de brocheta, éste salga limpio).

Paso 6

Sacamos del horno, desmoldamos y dejamos enfriar en una rejilla.

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