Después del éxito de las tartas de queso ha habido una revolución en el mundo del flan. En realidad, la revolución ha sido con la evolución del flan que ha perdido esa consistencia un poco gelatinosa para convertirse en un postre cremoso con el que se podría plantear una pregunta clave: «¿Flan o natillas?».

Esta receta de flan de naranja busca perseguir la textura y la consistencia del flan de toda la vida sumando a ella la rugosidad del queso cottage que se agrega dando personalidad y también todo el sabor de la ralladura de naranja.

Hacer flan en casa es muy sencillo. Igual de sencillo es dar al flan el sabor que a cada uno le apetezca. Se puede hacer un flan de turrón, un flan de coco, un flan de café, un flan de chocolate o, a partir de esta misma receta, elaborar un pudin añadiendo trozos de pan, bizcocho o, como en el caso de la greixonera, trozos de ensaimada. La técnica es la misma.

Lo primero que hay que hacer es el caramelo y, para ello, hay que tener mucho cuidado porque sus altas temperaturas nos pueden jugar una mala pasada. No hay peor quemadura que la del caramelo. Lo mejor será poner el agua, el azúcar y el zumo de limón en un cacillo y esperar a que caramelice a fuego medio, nunca muy alto porque correríamos el riesgo de que se quemara. Y el caramelo quemado amarga muchísimo.

Para el flan, una vez volcado en flaneras individuales o en una grande, tendremos que pensar en una cocción al baño maría en el horno. Es importante poner el agua de esa cocción ya caliente cuando se introduzcan los flanes. Si los hacemos de forma individual será suficiente con 30 minutos mientras que si es una flanera grande y única tendrá que ser más tiempo. El truco de los bizcochos aquí también sirve: se introduce un palillo metálico y, si sale limpio, significa que el flan ya está hecho.

Cómo hacer flan de naranja

Ingredientes

Para el caramelo

  • Azúcar, 80 g
  • Zumo de limón, 1 cucharadita
  • Agua, 4 cucharadas

Para el flan

  • Queso fresco tipo cottage, 100 g
  • Huevos, 4 ud
  • Leche entera, 500 ml
  • Azúcar, 80 g
  • Ralladura de naranja, 2 cucharaditas

Paso 1

Preparar el caramelo

Paso 2

Hacer la mezcla del flan

Paso 3

Rellenar las flaneras

Paso 4

Hornear y dejar enfriar

Paso 1

Para hacer el caramelo, disponer el azúcar, el agua y el zumo de limón en un cacillo y calentar a fuego medio. Remover el cacillo con cuidado y paciencia y esperar a que ese sirope empiece a tomar color. Cuando esté rubio clarito, apagar el fuego, el caramelo se seguirá cocinando ligeramente tras este momento por la alta temperatura que ha cogido.

Paso 2

Rellenar los moldes con el caramelo, mover un poco el molde para que el caramelo se extienda completamente por todo el molde.

Paso 3

Encender el horno a 180 ºC - calor arriba y abajo - y preparar una bandeja con un dedo de agua en donde luego quepan los moldes que vamos a utilizar.

Paso 4

En un bol, cascar los huevos, añadir el azúcar, el queso cottage, la leche y la ralladura de naranja. Cuidado porque la ralladura de naranja es muy persistente y si nos pasamos podrá ser demasiado invasiva.

Paso 5

Triturar la mezcla muy bien con la ayuda de un brazo batidor. También se podría mezclar con unas varillas si no nos importase encontrar trozos más grandes de queso.

Paso 6

Verter la mezcla en los moldes, casi hasta el final, y situarlos dentro de la otra bandeja con el agua caliente con cuidado de que el agua nunca vaya a tocar el interior del flan.

Paso 7

Introducir en el horno y dejar cocinar durante 30 minutos. Apagar entonces el fuego, sacar los flanes y dejar que se enfríen completamente antes de meterlos en la nevera.

Paso 8

Para desmoldar, pasar un cuchillo de filo muy fino por todos los bordes para ayudar a que se despegue bien y dar la vuelta.