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Manzanas, avena y un yogur, porque el endulzante y la canela son opcionales (aunque es cierto que le dan un toque), son los tres únicos ingredientes que se necesitan para poder hacer estas rosquillas. Si no tienes molde, no pasa nada, puedes darles forma de palitos o bastoncillos e igualmente estarán muy ricos.

Hacerlas es, además, un juego de niños, pues no vamos a usar el horno, ni las vamos a freír, por lo que no van a llevar más grasa que la que aporte el yogur. El secreto está en que las vamos a hacer en el microondas, tanto las rosquillas como la base de compota de manzana, que es un recurso muy versátil en recetas de repostería, pues aporta jugosidad a las masas e, incluso, puede usarse como sustituto del huevo.

Si las manzanas son dulces, como las Royal Gala que hemos utilizado para hacer esta receta, y no eres especialmente goloso, no necesitan más endulzantes añadidos, pero, si eres un gran amante del dulce, puedes añadir a la masa una o dos cucharadas de sirope de ágave o el endulzante que prefieras.

La canela también es opcional, pero es que le da un toque muy especial a cualquier dulce que lleve manzana.

Si no tenemos harina de avena a mano, podemos usar copos que trituraremos previamente con un procesador de alimentos, un robot de cocina o con un molinillo de café.

Ingredientes

  • Manzanas Royal Gala, 2 o 3 ud
  • Yogur griego, 125 g
  • Harina de avena integral, 110 g
  • Levadura química o impulsor, 1 cucharadita
  • Sirope de ágave, 1 o 2 cucharadas (opcional)
  • Canela en polvo (opcional)

Paso 1

Pela dos manzanas (o tres si son muy pequeñas), córtalas en dados y ponlas en un bol. Puedes añadir unas gotas de zumo de limón si no quieres que se oscurezcan demasiado. Llévalas al microondas y cocínalas a máxima potencia en tandas de tres minutos removiendo entre tanda y tanda hasta que estén tan tiernas que se deshagan. Termina de aplastarlas con ayuda de un tenedor y déjalas enfriar. No pasa nada si, por ejemplo, preparas esta especie de compota la noche anterior y la dejas en la nevera.

Paso 2

En otro bol, mezcla el yogur con la compota de manzana hasta que esté todo bien integrado.

Paso 3

Añade la harina de avena integral y el impulsor, mezcla bien hasta tener una masa que será bastante pegajosilla. Es normal. No caigas en la tentación de añadir más harina si no quieres que tus rosquillas queden como piedras.

Paso 4

Coloca la masa en una manga pastelera. Es mucho más fácil si colocas la manga en una jarra o recipiente que sea alto y estrecho. Si no tienes manga pastelera, puedes usar una bolsa de plástico de las que se usan para congelar.

Con la masa dentro, cierra la manga (o la bolsa), córtale la punta y escudilla la masa en unos moldes de donuts de silicona. Si no tienes un molde de este tipo, puedes escudillarla sobre un plato con papel de horno, pero en este caso perderán algo la forma al cocerlos.

Paso 5

Cocina las rosquillas en el microondas a máxima potencia durante dos minutos, pincha una de ellas y comprueba que sale limpio. Si no es así, cocina de nuevo en tandas de 30 segundos hasta que sí lo haga.

Cuando estén listas, desmóldalas con cuidado de no quemarte, déjalas enfriar sobre una rejilla y espolvoréalas con canela por encima.

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