Para conmemorar la muerte de su patrón, el 17 de marzo se celebra en Irlanda el día de San Patricio, o St Patrick’s day, y todo allí se tiñe de verde. De verde, y de cerveza. Pues a pesar de que es una tradición cristiana, y se celebra en época de cuaresma, un periodo de ayuno y abstinencia, son muchos los que hacen una excepción este día y salen a las calles y bares a celebrarlo.

La tradición manda vestir de verde, el color oficial de Irlanda, llevar un trébol de tres hojas en alguna prenda y beber cerveza Guinness copiosamente. Solo en ese día, se llegan a vender millones de pintas de esta cerveza en todo el mundo. Deliciosa y adictiva para quien le guste este tipo de cerveza, puede utilizarse para elaborar recetas tanto saladas, donde su utilización realza los sabores de los guisos como el Guinness Pie, el Guinness Stew (estofado de ternera) o bebidas, como una refrescante y sencilla sangría de Guinness. También es una cerveza que funciona fenomenal con dulces, como la conocidísima tarta Guinness de cerveza negra o en el caso de hoy, aplicada a un tiramisú.

Este tiramisú de Cerveza negra Guinness o birramisú es perfecto para los amantes de esta cerveza, pero también para los que no, pues apenas se nota su contenido alcohólico, pero sí le da unos matices diferentes. La cerveza negra, con esas notas malteadas y afrutadas, combina a la perfección con el café, el cacao y la cremosidad y dulzor del sabayón.

Además, si se ha hecho alguna vez tiramisú en casa esta versión cervecera no supondrá ningún paso extra ni variación en su procedimiento, pues se hace de la misma manera tan solo añadiendo cerveza al café a la hora de remojar los bizcochitos. También se puede sustituir por completo el café por cerveza, pero la combinación de ambos queda deliciosa.

Y para los que hacer tiramisú sea una labor primeriza, este es el perfecto postre con el que empezar a practicar las habilidades reposteras, pues no requiere más que mezclar, batir y hacer capas. Lo único a tener en cuenta es no mojar demasiado los bizcochos tipo savoiardi en la mezcla de café y cerveza, pues se empapan enseguida.

Un tiramisú demasiado húmedo no tiene una textura tan agradable en boca como aquel en el que los bizcochos se notan ligeramente. Savoiardi es el nombre que se le da en Italia a los bizcochos que se utilizan para elaborar el tiramisú, pero aquí los podemos sustituir por unos bizcochos soletilla que se encuentran fácilmente en cualquier gran superficie, muy parecidos a los Lady fingers ingleses.

La de hoy es una versión, además de cervecera, presentada de forma individual para un muy goloso, pero presumiblemente para dos personas. Hacer el tiramisú en pequeñas porciones en formato de vasitos o con fresas queda más vistoso si tenemos invitados, y no requiere además tanto tiempo de reposo en la nevera para que se asienten bien las capas.

Una bandeja de tiramisú habrá de reposar toda la noche en la nevera para que al cortar porciones no se desmorone. Así que, para aquellos impacientes, la mejor manera de disfrutar del tiramisú, es presentarlo en recipientes más pequeños, como puedan ser unos vasitos, un tarro, o también dentro de una jarra de cerveza que será un buen guiño a este birramisú.

Cómo hacer tiramisú de cerveza negra

Tiramisú de Guinness Clara Villalón

Ingredientes

  • Huevo, 2 ud
  • Azúcar, 60 g
  • Mascarpone, 90 g
  • Nata para montar, 80 ml
  • Vainilla en pasta, 1/2 cucharadita
  • Cerveza negra fría, 170 ml
  • Café espresso, 70 ml
  • Bizcocho tipo savoiardi, 4 ud
  • Cacao puro en polvo para decorar

Paso 1

Preparar el sabayón

Paso 2

Hacer la mezcla de café y cerveza

Paso 3

Remojar los bizcochos en el café y cerveza

Paso 4

Montar el tiramisú

Paso 1

Separar las yemas de las claras, y reservar estas últimas. Poner un cazo al fuego con agua a calentar, y sobre este colocar un cuenco que toque el agua, donde batiremos las yemas al baño María junto con el azúcar hasta que el azúcar se haya disuelto y la masa esté esponjosa. Empezar primero mezclando con una espátula, para luego pasar a un batidor eléctrico de varillas para que estas espumen. Retirar del fuego. Añadir el mascarpone y mezclar hasta obtener una crema suave. Llevare esta crema a la nevera para que enfríe.

Paso 2

Montar la nata con vainilla con ayuda de unas varillas eléctricas, sin que quede esta muy dura.

Paso 3

Cuando la mezcla de huevos y mascarpone que hemos reservado en la nevera esté fría, la mezclaremos con la nata montada, con movimientos envolventes para que no se baje.

Paso 4

Montar las claras que habíamos reservado con anterioridad, a punto de nieve, con unas varillas eléctricas, y mezclar a lo anterior, de nuevo con movimientos envolventes hasta tener una masa ligera y homogénea. Ya tenemos el sabayón de nuestro mascarpone.

Paso 5

En una fuente donde quepan los bizcochos, mezclar la cerveza y el café. Remojar los bizcochos tan solo 1 segundo por cada lado. No hay que remojarlos demasiado pues se rompen con facilidad.

Paso 6

Colocar un tercio de nuestro sabayón como una primera capa en el molde escogido, y después otra de bizcochos, cortándolos para que quepan bien el molde y se adapten a él, sin dejar huecos y llegando hasta los bordes.

Dar unos golpecitos para que la crema toque bien el fondo. Repetir poniendo otra capa de sabayón, otra de bizcochos y, terminando con el tercio restante del sabayón.

En este punto, lo podremos tapar con film, y llevarlo a la nevera a reposar durante la noche, pero esta versión en vasitos individuales o para dos personas se puede consumir igualmente en el momento, aunque mejora con algo de reposo.

Paso 7

A la hora de consumir, espolvorear por encima con la ayuda de un colador, cacao puro a discreción.