El alioli es una de las salsas más populares de nuestra gastronomía. Se usa, entre otras cosas, como acompañamiento de muchos arroces o para dar untuosidad a comidas tan populares como el bocadillo de calamares.

Ingredientes

  • Ajos, 4 dientes pelados sin el germen
  • Sal, 1/8 de cucharadita
  • Huevo, 1 yema (*)
  • Aceite de oliva virgen extra, cantidad necesaria (**)

La receta tradicional se prepara solo con ajo, aceite y sal. De hecho, de ahí viene el nombre de la misma, alioli, all-i-oli o ajoaceite, aunque existen variantes a las que se les añade huevo -como haremos en esta ocasión-, leche o incluso agua para conseguir una salsa de sabor más suave.

Antiguamente, se preparaba machacando bien el ajo en un mortero e incorporando poco a poco el aceite hasta conseguir una salsa bien ligada a base de mucha paciencia y de dedicarle un tiempo que hoy en día no tenemos ni falta que nos hace con el truco que os propongo.

(*) Puede sustituirse por 2 cucharadas de leche entera.

(**) Lo mejor es utilizar una variedad de aceite de oliva virgen extra de sabor suave como la Arbequina o el Empeltre. Si usamos un Picual puede quedar muy fuerte de sabor.

Cómo preparar una receta de alioli fácil y muy rápido

1: Preparar los ingredientes

El un bol limpio, ponemos los dientes de ajo triturados, rallados o prensados con un prensaajos. Añadimos la sal y la yema de huevo. Y ahora viene el truco del almendruco, y es que para mezclar y emulsionar los ingredientes vamos a utilizar una batidora de varillas, con la que conseguiremos un alioli con una textura muy similar a la que se consigue con el mortero.

2: Añadir el aceite

Sin dejar de batir con las varillas a velocidad media vamos integrando el aceite poco a poco, dejándolo caer en forma de hilo. Veremos que se va formando una crema que va ganando consistencia a medida que vamos añadiendo el aceite. Seguiremos añadiendo aceite hasta obtener la consistencia deseada.

3: Servir

Una vez tengamos listo nuestro alioli podemos servirlo, por ejemplo, en un mortero decorativo, para darle ese aspecto rústico y tradicional. Podremos usarlo con arroces, como el arroz negro, con calamares fritos, con patatas cocidas o fritas -qué ricas las patatas bravas con alioli- o lo que mejor os parezca.

Consejos

Los ajos no siempre tienen la misma intensidad de sabor, por eso a veces puede quedar un poco más fuerte de lo que nos gustaría. Podemos solucionarlo añadiendo un poco de leche y seguir batiendo con un poco más de aceite hasta mantener la textura.

Aún así, tened en cuenta, que en el alioli el sabor a ajo es muy potente. Si lo que buscáis es algo de sabor más sutil, os recomiendo la “ajonesa“, es decir, una mayonesa normal que podéis mezclar con un diente de ajo rallado.

En cualquier caso, recordad que se trata de salsas hechas con ajo crudo que no es el mejor amigo del aliento fresco, así que si después de comer tenéis una cita importante con otro ser humano, es mejor que dejéis la salsa para otra ocasión.