Hoy os traigo una receta de esas que son para quitarse el sombrero. Una receta que podemos comer cualquier día y que hará de unas simples alcachofas, unas señoras alcachofas en salsa. No es por desprestigiarlas, pero a muchos no les resultan muy atractivas y en ocasiones no sabemos cómo apañárnoslas para hacérselas más apetecibles. Pues bien, os acerco una receta de chuparse los dedos literalmente.  Tomad nota, porque a continuación os cuento con todo lujo de detalles cómo hacer estas alcachofas en salsa que os van a encantar.

Ingredientes para elaborar las alcachofas en salsa

  • Alcachofas frescas, 8 ud
  • Harina de trigo, 2 cucharadas
  • Puerro, 1 ud
  • Cebolla roja, 1 ud
  • Zanahoria, 1 ud
  • Pimiento rojo pequeño, 1 ud
  • Caldo de verduras o de carne, 500 ml
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Vino dulce de Jerez, ½ vaso
  • Limón, ½ ud
  • Huevos L, 2 ud

Elaboración de las alcachofas en salsa

01: Elaboración de la salsa

Empezaremos troceando toda la verdura. En una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, las pochamos a fuego medio. Una vez estén pochadas les añadimos 2 cucharadas de harina de trigo. Rehogamos bien para que se dore un poco la harina y justo entonces añadimos el vino.

Dejamos que reduzca un poco y pierda el alcohol. Añadimos entonces el caldo de verduras o de carne y dejamos cocer unos 30 minutos aproximadamente. Rectificamos de sal y echamos una pizca de pimienta. A continuación con ayuda de una batidora trituramos bien la salsa y la pasamos por un colador para que nos quede una salsa limpia. Si preferís una salsa más rustica podéis omitir este paso.

02: Preparación de las alcachofas

Empezaremos limpiando y arreglando las alcachofas. Sólo necesitamos los corazones partidos en mitades. Con ayuda de una cucharita limpiaremos bien el interior de la alcachofa ya que suele tener una pelusa que no nos interesa. Para evitar que se oxiden mientras las arreglamos las colocaremos en un bol con agua fría y medio limón exprimido. A continuación las ponemos a hervir durante 15 minutos con una cucharadita y media de sal. Pasado ese tiempo las retiramos y escurrimos bien.

Ahora bien, si no quieres encontrar para nada el sabor a limón, puedes lavar bien las alcachofas enteras con agua, cocerlas tal cual y, una vez cocidas, resulta facilísimo retirar las hojas duras del exterior y la pelusilla del interior. Si lo hacemos así, el tiempo de cocción será un poco mayor.

03: Fritura de las alcachofas

Con las alcachofas bien escurridas y secas (podemos usar papel absorbente para retirar el exceso de agua), las pasamos por huevo batido y harina. Si no queréis usar huevo podéis simplemente enharinarlas con la propia humedad de la alcachofa. Con el aceite bien caliente las freímos unos 2 minutos por cada lado. Escurrimos el exceso de aceite, salamos ligeramente y servimos.

04: Servir

Con las alcachofas ya fritas, disponemos la salsa que ya tenemos colada y lista en el fondo de un plato. Colocamos las alcachofas encima y el espectáculo está servido. Sí, no os podéis hacer una idea de lo deliciosas que están. ¡La salsa es brutal! Así que si podéis y queréis permitíroslo, tened a mano una buena barra de pan porque os hará falta. Os recomiendo comer de inmediato ya que ese toque crujiente de la fritura se debe degustar de inmediato. Si no, podéis hacerlas con antelación y conservar hasta el día siguiente en el frigorífico aunque el resultado no es el mismo.

Resultado

Yo soy algo perezoso cuando me preparo verdura porque la suelo utilizar como guarnición de otros platos. Casi nunca la utilizo como plato principal o como ingrediente estelar. En esta receta rompí todos los moldes ya que las alcachofas son las protagonistas. Sí, llevan salsa y está para no parar de untar. Una salsa nada grasa y bastante ligera que haréis en un visto y no visto. No lleva nata, mantequilla, ni ningún lácteo para que quede así de espesita.

En definitiva que, estas alcachofas en salsa son un plato de diez. Si estás cansado de que la verdura sea aburrida, no dudes en hacer esta receta. Sorprenderá a grandes y pequeños. Si quieres que sea vegana 100%, como te he dicho, puedes prescindir del huevo y hacerlas con caldo vegetal. Yo las hago normalmente con caldo de carne y pasadas por huevo y harina, el resultado es espectacular como podéis ver. No obstante, si preferís que sean más ligeras, siempre podéis obviar el paso de freírlas y serán mucho más saludables.