De todos los tipos de gastronomías que hay en el mundo, la dieta mediterránea es una de las más valoradas y beneficiosas para el ser humano.
Y es que la dieta mediterránea no es únicamente los alimentos que consumimos o dejamos de consumir. También todos los hábitos, tradiciones y procesos que rodean a la gastronomía mediterránea son importantes y forman parte de este concepto.
Es muy común, al viajar a otros países, regresar a España con esa sensación de desear volver a la alimentación española. Los turistas ensalzan generalmente nuestra gastronomía y la dieta mediterránea es uno de los distintivos más importante de la cultura española.
Pero la dieta mediterránea no es exclusiva de España, ni mucho menos. Todos los países mediterráneos o colindantes también tienen este tipo de gastronomía como modo de entender la alimentación.
Además, por si alguien no lo sabía, nuestra dieta mediterránea es tan popular y ventajosa, que hace unos años fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad.
En qué consiste la dieta mediterránea
La dieta mediterránea es un conjunto de pautas, alimentarias y de salud, que se llevan a cabo en las sociedades correspondientes a los países mediterráneos y colindantes.
La dieta mediterránea integra desde costumbres hasta recetas características, pero también se compone de ciertas celebraciones, formas de cocinar y productos típicos. Además de que existen ciertos productos más recomendados dentro de la dieta mediterránea, también hay otros aspectos que priman a la hora de seguir este patrón de vida.
Por ejemplo, la práctica de ejercicio diario, el consumo de alimentos de temporada o la injerta de agua en abundante cantidad cada día son aspectos fundamentales. En definitiva, la dieta mediterránea es un estilo de vida.
Alimentos que conforman la dieta mediterránea
Un estilo de vida, por cierto, saludable y nutritivo. Y es que en la dieta mediterránea hay una serie de alimentos que ganan protagonismo, mientras que para otros se estipula un consumo moderado y controlado.
En este tipo de dieta priman los vegetales, los cereales, los alimentos de temporada, los lácteos, la fruta y el pescado.
Vegetales y frutas
De esta forma, alguien que sigue una dieta mediterránea debería consumir a diario, al menos cinco raciones de fruta y verdura cada día. Las vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra que contienen estos productos es de gran ayuda para muchas funciones de nuestro organismo.
Carbohidratos
También los carbohidratos deben ser parte diaria de nuestra alimentación. Aquí podemos incluir la pasta, el arroz, los cereales y el pan (mejor integral). Así, la energía que nos aportan estos productos nos dará fuerza para todo el día.
Lácteos y huevos
Por otro lado, los productos lácteos, especialmente el yogur y los quesos, constituyen una fuente de calcio indispensable para nuestro cuerpo, en concreto para nuestros huesos. Asimismo, los pescados azules una o dos veces por semana nos aportan propiedades indispensables. Sin embargo, la carne roja y procesada debe tomarse con moderación. Las grasas animales en exceso no son positivas, y de tomarse, se recomiendan como hemos apuntado las grasas animales del pescado azul.
Los huevos también forman parte de la dieta mediterránea, aunque no se recomienda consumir más de tres o cuatro a la semana.
Aceite de oliva
Además, este tipo de patrón alimentario se caracteriza por el uso del aceite de oliva en contraposición con el aceite vegetal o la mantequilla. De hecho, este tipo de aceite es uno de los puntos diferenciales entre la dieta mediterránea y otros tipos de culturas gastronómicas que podemos encontrar alrededor del mundo. El aceite de oliva tiene grandes ventajas en comparación con otros, tanto nutricionalmente como en lo referente al sabor que deja en los platos y comidas.
Agua, zumos de frutas y vino
Si hablamos de bebidas y líquidos, también es muy importante el consumo de agua en abundancia, en cantidades que ronden los dos litros cada día. Y la dieta mediterránea nos ofrece la oportunidad de disfrutar del vino con moderación. Una copa diaria durante la comida es una cantidad óptima para beneficiarnos de todas sus propiedades positivas.
Deporte
La dieta que caracteriza a los países mediterráneos no es únicamente un patrón alimenticio. Otros hábitos son importantes dentro de este estilo de vida, como por ejemplo el ejercicio físico. Practicar deporte o actividades físicas diariamente ayuda, y mucho, a conservar una buena salud. Caminar, correr, utilizar la bicicleta como medio de transporte, son algunos ejemplos. También lo son nadar o practicar cualquier otro deporte son actividades que deberíamos tener muy presentes en nuestro día a día.
Países en los que se consume la dieta mediterránea
Como avanzábamos en este artículo, esta dieta no es exclusiva de España. Pero sí es quizás uno de los países donde más cuidamos esta tradición de vida. Sin embargo, el resto de países mediterráneo también son parte de este estilo de vida. Así, Portugal, Italia, Francia Grecia y Malta son consideraos países en los que se sigue una dieta mediterránea. También podrían incluirse en esta lista algunos otros como Croacia e incluso Marruecos, según la UNESCO.
La dieta mediterránea, Patrimonio de la Humanidad
Para quienes no lo sepan, la dieta mediterránea constituye un estilo de vida muy importante, tradicional y saludable. Por ello, desde el año 2013 está inscrita como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Con ello se pretende poner en valor todas las costumbres, pautas y alimentos que conforman la dieta mediterránea y preservar su continuidad en el tiempo. También es una forma de reconocer ante el mundo entero los beneficios que este tipo de dieta aportan a las personas. Del mismo modo, se pretende concienciar sobre la importancia de continuar con estas costumbres alimenticias y de salud.
Beneficios de la dieta mediterránea
Control del peso
Uno de los mayores problemas relacionados con la alimentación a nivel global es aumento de la obesidad, especialmente en niños y jóvenes. Con la dieta mediterránea, este problema se evita en gran medida. Al primar el consumo de vegetales y productos de temporada por encima de consumo de grasas animales, se reduce el riesgo de obesidad en la sociedad.
Investigadores españoles del grupo CIBEROBN (Centro de Investigación Biomédica en Red – Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición) acumulan diferentes estudios que ponen de manifiesto que la dieta mediterránea suma un menor índice de personas obesas. Se pueden consultar sus investigaciones en la página web de Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea).
Dieta completa, equilibrada y sana
Además, la dieta mediterránea se entiende como una de las más completas y saludables de nuestra sociedad. Se trata de una dieta con siglos de tradición que, como hemos visto, antepone los alimentos naturales, de temporada y vegetales a los productos tratados y grasos.
Esto supone que los alimentos de la dieta mediterránea aportan al organismo muchos nutrientes y propiedades saludables, muy necesarios y beneficiosos para las personas.
Prevención de enfermedades cardiovasculares
Existen diferentes estudios, como por ejemplo este de Predimed, que confirman que siguiendo un estilo de vida mediterráneo, y especialmente gracias al aceite de oliva, se reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Tras toda esta información que hemos recopilado sobre la dieta mediterránea, ¿todavía tienes dudas sobre por qué debemos estar orgullosos de ella?