Sopa de tomate y maíz, receta fácil para entretiempo
Os enseñamos a preparar una sopa de tomate y maíz, perfecta para tomar en esos días de entretiempo cuando no hace ni demasiado frío ni demasiado calor.
11 marzo, 2017 13:39- Total: 40 min
- Comensales: 4
Entretiempo, me encanta lo que eso significa, los días en los que no hace ni demasiado frío ni demasiado calor. En los que a la hora de comer apetece algo rico, pero ni muy contundente ni excesivamente frío.
Ingredientes
- Tomates grandes, 4
- Cebolla, 1
- Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
- Maíz dulce, 1 lata
- Caldo de verduras, 600 ml
- Nata para cocinar o leche evaporada, 100 ml
- Sal
Son los días perfectos para las cremas de verduras y los guisos ligeros como esta sopa de tomate y maíz, lo que yo llamo a veces el gazpacho de los días fresquitos.
Cómo hacer sopa de tomate y maíz
1: Sofreír la cebolla
Ponemos a calentar el aceite en una olla y sofreímos la cebolla picada fina con una pizca de sal a fuego medio hasta que se dore.
2: Añadir el tomate
Añadimos los tomates pelados y sin semillas, que podemos trocearlos o rallarlos, dependiendo de si queremos que la sopa nos quede con tropezones de tomate o no. Como veis a mí me gusta que haya tropezones.
Salamos ligeramente y cocinamos durante unos 15 minutos a fuego medio y removiendo de vez en cuando hasta que se evapore el agua del tomate.
3: Añadir el maíz
Echamos el maíz dulce bien escurrido.
4: Echar el caldo
Añadimos el caldo de verduras, esperamos a que rompa a hervir y lo dejamos al chup chup durante 5 minutos.
5: Añadir la nata
Finalmente, bajamos el fuego, añadimos la nata, mezclamos bien, probamos y rectificamos de sal.
6: Servir
Podemos servir nuestra sopa de tomate y maíz recién hecha o templada, pues de ambas formas está riquísima.
Notas
Podemos darle un toque crujiente al plato sirviendo la sopa con unos picatostes o unos biscottes de pan tostado. También le va bien un toque “mexicano” añadiéndole una pizca de comino antes de echar el caldo y sirviendo la sopa con unos nachos de maíz, preferiblemente de los que no tienen sabores.