Crema de zanahoria fácil, receta y un truco para que las cremas de verduras estén mucho más ricas
De esta manera se consigue una crema de zanahorias de sabor poderoso, intensidad suprema y de una textura melosa increíble. Otra manera de darle a tus cremas una nueva vida.
28 marzo, 2022 12:49- Total: 30 min
- Comensales: 4
Lejos de elaborar las cremas como toda la vida, esta crema de zanahoria nos presenta una nueva alternativa con la que se consigue muchísimo sabor a esta verdura naranja y una textura cremosa muy especial sin la necesidad de agregar después ningún tipo de nata o leche. Normalmente, a las cremas les hacemos un sofrito, rehogamos la verdura o las verduras que sean, añadimos agua o caldo, cocinamos y luego trituramos añadiendo un poco de leche o nata, ¿verdad?
Pues en esta ocasión sólo tendremos que trocear las zanahorias, rehogarlas ligeramente en mantequilla, añadir bicarbonato y cocer en la olla exprés. Es una técnica que vi hace ya años en el Modernist Cuisine y que funciona fenomenal porque el bicarbonato ayuda a que la verdura suelte toda su agua y se cocina en ella misma; así que no hay que agregar ningún líquido que desvirtúe el sabor propio del vegetal. Por si fuera poco, luego trituraremos el resultado con el zumo o licuado de las zanahorias que nos dará un sabor fresco muy especial y diferente. Podríamos hacer lo mismo con calabaza, judías verdes, guisantes (porque las vainas de éstos se licúan muy bien) o remolacha, se me ocurre.
Por ejemplo, la técnica nos valdría para la crema de puerros y guisantes añadiendo un licuado de guisantes posterior, también para la crema de calabaza y queso, para la crema de calabaza y naranja o para la crema de guisantes, espinacas y limón. Para esta crema yo le he añadido un poco de comino por encima y también unos puntos de nata, pero no son indispensables. Cada uno le podría poner, si quisiera, lo que considerase. Siempre me encantan los croutons de pan, pero también unos trocitos de cecina o jamón o incluso una cucharada generosa de crema agria para contrastar.
Esta crema se puede servir tanto fría como caliente y la podremos emplear también como salsa para otras preparaciones. Sería estupenda, por ejemplo, para darle cremosidad a un risotto, para bañar dentro unos filetes rusos o unas albóndigas y también para añadir un par de cucharadas al final de cualquier guiso de legumbres para conseguir más profundidad de sabor. También incluso nos podría servir para hacer algún postre si no añadimos sal, postres de esos que hacen la transición ideal entre el mundo dulce y el salado.
Cómo hacer crema de zanahorias caramelizadas
Ingredientes
- Zanahorias, 1.5 kilos
- Mantequilla, 30 g
- Aceite de oliva, 1 cucharada
- Bicarbonato, 1 cucharadita
- Sal, c/s
- Pimienta negra molida, al gusto (opcional)
- Comino molido, al gusto (opcional)
Paso 1
Pelar y trocear 3/4 partes de las zanahorias.
Paso 2
Sofreír las zanahorias con la mantequilla y el bicarbonato y cocinar en olla express.
Paso 3
Licuar el resto de las zanahorias.
Paso 4
Triturar muy bien.
Paso 1
Dejar la mitad de las zanahorias para elaborar el licuado y, las otras, pelarlas y quitar la zona de la base. Trocear en discos de unos milímetros de grosor y reservar.
Paso 2
En la olla exprés, derretir la mantequilla con el aceite de oliva y rehogar allí las zanahorias troceadas. Añadir también el bicarbonato y remover bien, a fuego medio durante unos tres minutos. Cerrar la olla a presión y, una vez que suba la válvula, bajar el fuego al mínimo y dejar cocinar 15 minutos. Dejar que se enfríe hasta que se pueda destapar.
Paso 3
Mientras tanto, quitar la parte de la base del resto de las zanahorias y licuarlas con la ayuda de una licuadora. Si no tenéis, podéis siempre comprar algún zumo de zanahoria de los que se venden prensados en frío.
Paso 4
Triturar la zanahoria, que estará oscurecida por la reacción de la caramelización, con el licuado y añadir un poco de sal y de pimienta negra si se desea. Es momento de incorporar también el comino si se quiere. Triturar muy bien hasta que quede sedoso, agregar la cantidad de licuado suficiente hasta lograr la textura que cada uno quiera. Es siempre mejor empezar poco a poco y que la crema esté densa que no pasarnos y se nos quede demasiado líquida.