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Tras la revolución del shakshuka y lo imperecedero de los huevos Benedict, llega desde hace poco tiempo la fiebre de estos huevos a la turca que se están convirtiendo en el alma del desayuno o del brunch. Su preparación es bastante sencilla y no conlleva ni horno (como el shakshuka) ni la elaboración de una salsa tan peligrosa (la holandesa) así que es razonable pensar que su éxito triunfe entre muchos.
Además, la combinación funciona de maravilla con una base muy láctea y cremosa que se puede hacer a partir de un buen yogur o de una crema agria batida sobre la que reposa el huevo poché y que se riega con un aceite o mantequilla picantes. Es, por lo tanto, una forma de empezar el día cargados de proteínas.
La forma de entender este desayuno es con unas tostadas de pan, unas rebanadas de pan de hogaza cortadas y pasadas por el tostador o por la plancha para que queden crujientes por fuera y algo tiernas por dentro. También se podría sustituir este pan de hogaza por algún pan plano como roti o pan naan.
Para tener todo preparado y a punto de servir, lo ideal sería tener ya el yogur batido - también se puede hacer con nata agria que puede ser elaborada en casa mezclando nata con limón - y aliñado para luego darle un toque de calor simplemente. La mantequilla picante también se deja hecha con antelación y es mejor si se clarifica para quitar la parte láctea y así no se endurece tanto y se puede conservar.
Por supuesto, también se podría elaborar esta grasa picante a partir de aceite de oliva virgen extra, pero el sabor dulzón de la mantequilla le da un punto maravilloso. El huevo poché por encima es la clave final, tiene que quedar la clara bien hecha y la yema cremosa para que se mezcle con el yogur. Podría servir también un huevo a baja temperatura. Si se desea, un poco de eneldo por encima es siempre bien recibido igual que unas hojas de cilantro.
Receta de huevos a la turca
Ingredientes
- Yogur, 2 ud
- Huevos camperos, 2 ud
- Diente de ajo, 1 ud
- Sal, c/s
- Mantequilla, 50 g
- Polvo de chile, 1 cucharadita
- Pasta de chile, al gusto
- Vinagre, 3 cucharadas
Paso 1
Batir el yogur con el diente de ajo
Paso 2
Preparar la mantequilla de chile
Paso 3
Escalfar el huevo
Paso 4
Emplatar
Paso 1
Pelar el diente de ajo y picarlo muy finamente. Si se quiere añadir un poco de jengibre fresco, éste le dará al conjunto muy buen sabor. Habrá que pelarlo también y hacer una pasta con él. Disponer el yogur en un bol que pueda ir sobre un cacillo con agua caliente para cocinar al baño maría, idealmente metálico.
Paso 2
Batir el yogur con unas varillas sobre ese cacillo con agua hirviendo a fuego suave. Batir hasta que el yogur espume ligeramente y coja más consistencia. Incorporar el diente de ajo, sal y el jengibre si se quiere utilizar. Reservar.
Paso 3
Derretir la mantequilla a fuego muy suave en un cacillo o en una sartén. Retirar la parte más blanca que se quede, vertiendo la mantequilla en otro recipiente que permita calor. Añadir ahí los polvos de chile y, si se quiere, también un poco de pasta de chile o de ají. Remover a fuego mínimo un par de minutos y reservar.
Paso 4
En el mismo cacillo donde habíamos puesto el agua para cocinar al baño María el yogur, añadir dos cucharadas generosas de vinagre y llevar a ebullición. Cascar el huevo en un vaso o en una tacita. Cuando el agua esté hirviendo, bajar el fuego y remover el agua para hacer una espiral dentro de ella. Rápidamente verter el huevo que habremos cascado previamente. No tocar más y dejar el fuego al mínimo. Cocinar durante dos o tres minutos. Sin tocar.
Paso 5
Como mucho, si vemos que el huevo se desparrama un poco, le podremos dar un poco de forma con la propia espumadera.
Paso 6
Servir en la base de un plato hondo la crema de yogur, añadir un poco de la mantequilla picante, disponer el huevo bien escurrido (incluso secado un poco con papel de cocina) en el centro y regar con un poco más de la mantequilla. Poner un poco de sal sobre el huevo. Terminar con unas hierbas y con las tostadas de pan.