Las cremas de verduras siempre son las mejores aliadas para cualquier momento del día. Se pueden comer tanto frías como calientes (casi todas) y, además, admiten muchas variaciones en función de lo que tengamos a mano. Pueden llevar leche o nata, en su forma tradicional, pero si las trabajamos bien no nos hará falta incorporarle ningún tipo de lácteo como en esta crema de guisantes, espinacas y limón que queda tremendamente sedosa y muy aromática gracias a la ralladura del cítrico. 

Siempre defiendo que la clave de cualquier crema es que tenga sabor y que quede bien sedosa, lisa, sin tropezones, agradable de comer; y para eso sólo existe un secreto y es el de triturar todo muy, muy muy bien. Casi olvidarnos la crema en el vaso de la batidora o del robot de cocina porque sí, hay una diferencia enorme entre hacer una crema en vaso que con batidora de mano, algo que no recomiendo. 

Otra cosa muy recomendable es cocer las verduras que vayamos a utilizar en la crema únicamente lo suficiente porque si nos pasamos de cocción quedará un color pardo muy poco vistoso pero además perderemos sabor y todos los nutrientes asociados a los vegetales que utilicemos.

En esta ocasión, la elaboración se hace de una manera un poco especial porque se sofríe la cebolla y luego se añade el caldo o el agua, se deja cocer un poco y se añade más adelante la parte vegetal; precisamente para que no se sobrecueza. Esa es una crema de guisantes que va un paso más allá y se sale de lo que tradicionalmente podamos registrar, con el complemento de las espinacas, el toque de brandy y el punto final del limón, algo cítrico que nos invitará a seguir comiendo.

Otra versión que también se podría comer fría es la crema de guisantes y puerro, la crema de lechuga y pepino o, también con ese toque cítrico, la crema de calabaza y naranja.

Todas estas cremas, además, permiten un sinfín de toppings o condimentos por encima al gusto de cada uno como, por ejemplo, con unas coles de Bruselas asadas y crujientes, unas alcaparras fritas, unos picatostes o un huevo poché.  

Cómo hacer crema de guisantes, espinacas y limón

Ingredientes

  • Cebolleta, 2 ud
  • Guisantes congelados, 300 g
  • Espinacas frescas, 300 g
  • Limón, 1 ud
  • Brandy, 70 ml
  • Caldo de verdura, 500 ml (o lo necesario)
  • Sal, c/s
  • Perejil picado fresco, un puñado
  • Pimienta negra molida, c/s
  • Aceite de oliva virgen extra, 3 cucharadas
  • Leche de coco o nata agria, para terminar (opcional)

Paso 1

Pochar la cebolleta

Paso 2

Añadir el brandy y el caldo

Paso 3

Cocer los guisantes y las espinacas y triturar.

Paso 4

Condimentar y terminar con la ralladura de limón

Paso 1

Pelar la cebolleta, partirla a la mitad quitando también el pedúnculo y la parte verde y picar finamente. Poner la cebolleta en una olla y pochar a fuego suave con el aceite de oliva y la sal, tiene que ser a fuego muy suave porque no queremos que se dore en ningún caso. 

Paso 2

Cuando la cebolleta esté pochada añadir el brandy y dejar evaporar completamente a fuego alto. Entonces, incorporar el caldo o el agua y dejar que rompa a hervir.

Paso 3

Incorporar entonces los guisantes y dejar cocinar entre tres y cinco minutos a fuego medio, simplemente para que estén tiernos pero guardando su verde fuerte. 

Paso 4

Añadir las espinacas lavadas previamente y también troceadas a la olla y mezclar con todo. No necesitaremos apenas tiempo de cocción, simplemente con mezclar las espinacas con el caldo y se queden tiernas será más que suficiente. Por último, agregar el perejil ligeramente picado y mezclar todo.

Paso 5

Triturar todo en un vaso batidor, mi recomendación siempre es no agregar todo el líquido sino ir utilizando el que haga falta en función de la densidad de la crema. Si ponemos todo el líquido de golpe luego no podremos corregir de densidad. 

Paso 6

Cuando ya tengamos nuestra crema de guisantes y espinacas bien triturada, poner a punto de sal y pimienta negra y volver a triturar para que se mezcle bien. Enfriar completamente.

Paso 7

Servir la crema con más guisantes por encima, un poco de nata o crema fresca y rallar un poco de piel de limón por encima para terminar.