Al calabacín le pasa un poco como a las patatas, es una hortaliza que no sabe a verdura. Además, a diferencia de estas, el calabacín es ligerísimo. Según la Fundación Española de la Nutrición, 100 gramos de calabacín aportan solo 14 calorías, porque es agua en un 96.5 % y tiene una cantidad mínima de carbohidratos.

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Su versatilidad en la cocina hace que esta hortaliza sea una de las mejores amigas de aquellos a los que les cuesta comer vegetales, pero se esfuerzan en introducirlos en su dieta diaria. El calabacín puede utilizarse para preparar sopas y cremas, rebozado y frito, cocinado al horno, relleno, en tortillas y revueltos, salteado con especias y hasta en bizcochos, pues su sabor es tan neutro que se integra bien en cualquier plato.

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La receta que os proponemos hoy es una de las formas que más éxito están teniendo en los últimos años, en los que preparaciones como el pisto o las frituras han dado paso a otras con menos grasas. y consiste en cortar el calabacín en forma de bastones y cocinarlos en el horno para que queden crujientes.

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La aparición de las freidoras de aire también ha modificado la manera de cocinar en muchas casas, que han recuperado los rebozados, pero en versiones con menos grasas gracias a este electrodoméstico.

Estos palitos crujientes de calabacín pueden hacerse tanto en el horno como en la air fryer, aunque el primero es el más aconsejable si hay que cocinar varias raciones. Por lo demás, hacer esta receta, que puede ser un picoteo perfecto para adultos, pero también puede, perfectamente, formar parte de un menú infantil mucho más saludable que cualquier ultraprocesado congelado.

Se necesitan muy pocos ingredientes para prepararlos y se hacen rápido, porque, una vez en el horno, solo es esperar a que éste haga su trabajo.

Paso 1

Precalentamos el horno a 210 ºC o una freidora de aire a 180 ºC. Lavamos bien los calabacines y los secamos. Los cortamos en bastones de aproximadamente un centímetro de grosor y unos seis o siete centímetros de largo.

Paso 2

Sazonamos nuestros palitos de calabacín con sal y pimienta al gusto mezclando con las manos para que éstas se repartan bien.

Paso 3

Para el rebozado, machacamos los copos de maíz hasta que tengan una textura de pan rallado grueso y lo mezclamos con el ajo en polvo, el perejil seco y el queso rallado. En otro bol, batimos los huevos con un poco de sal y pimienta.

Paso 4

Pasamos los palitos de calabacín primero por la harina de avena, después por el huevo batido y, finalmente, por la mezcla de pan rallado, queso y condimentos.

Paso 5

Según vamos rebozando los palitos los vamos colocando en una bandeja de horno o en la cesta de la freidora de aire forrada con papel de hornear. En el caso de la air fryer, habría que hacer algunos pequeños agujeros en el papel para que pueda circular el aire correctamente.

Paso 6

Rociamos con unas gotas de aceite de oliva, perfecto si podemos hacerlo con un spray, si no, pues dejando caer algunas gotas lo más repartidas que sea posible. Horneamos de 15 a 20 minutos en el horno, o de 10 a 12 en la freidora de aire, hasta que estén dorados. El tiempo total va a depender del horno de cada uno y del tamaño que tengan los palitos.