Después de un viaje por Cuba recopilo los mejores sitios para comer en La Habana, así como algunos trucos y consejos que te ayudarán a encontrar los mejores restaurantes de La Habana.
Comer bien en Cuba puede ser todo un reto. Este país caribeño resalta mucho más por la alegría de sus habitantes que por su cultura gastronómica, y al viajero acostumbrado a probar delicias locales le costará encontrar restaurantes que merezcan la pena para hacer un viaje al país.
Consejos para comer bien en Cuba
El primer y más importante consejo que debes anotar para comer bien en Cuba es que tienes que comer como un cubano. Los cubanos comen en casa o en pequeños puestos de la calle, pero no en restaurantes. Y esto nos lleva al dato más importante: en Cuba se come mal en restaurantes.
En Cuba los restaurantes no son buenos, al menos por lo general. La comida no suele estar muy bien preparada, algo que es lógico teniendo en cuenta que se trata de un país en el que conseguir huevos puede ser imposible, o donde con un sueldo de entre 20 y 30 dólares mensuales hay que comprar la leche a 3 dólares el litro.
No solo eso, también hay que tener en cuenta otros detalles como que en Cuba el sector primario no está mecanizado, lo que imposibilita un comercio mayorista capaz de abastecer a restaurantes y, por extensión, que estos puedan ofrecer un servicio de calidad.
Existen dos tipos de restaurantes, los públicos gestionados por el estado y los privados que se conocen como paladares. Cuando se empezó a permitir que los cubanos gestionasen sus propios negocios como paladares estos ofrecían mucha más calidad, pero hoy en día ya casi no hay diferencia entre unos y otros. Aunque si vamos a encontrar un restaurante bueno casi seguro será un paladar.
Desgraciadamente el turismo está haciendo mucho daño a ciertos ámbitos cubanos, y la gastronomía en restaurantes es uno de ellos. Ahora los paladares pueden servir a un alto número de comensales, y la calidad se está viendo muy afectada. Además los precios están subiendo mucho y en muchos los precios son similares a los de Europa.
A la hora de buscar un restaurante y después de varias malas experiencias intentándolo con lugares recomendados más caros y con mejor pinta, lo mejor es siempre ir a lo barato y común. No encontrarás ninguna delicia, pero te asegurarás un filete de cerdo con frijoles o pollo frito con arroz comestibles. Y os aseguro que esto ya es mucho, porque en Cuba he tenido que dejar comida en el plato en un restaurante, algo que pocas veces en mi vida había hecho.
Comer en casa de un cubano
Para comer bien en Cuba tenemos que comer como un cubano. Lo mejor cuando organices una visita a Cuba es alojarse en casas de cubanos, porque por un lado podrás tener una mejor visión del país al convivir con ellos (y es más barato), y por otro porque vas a comer mejor.
La cultura gastronómica cubana, que en su día fusionaba la cocina criolla, la española, la africana e incluso la china, y hoy en gran parte perdida tras los durísimos años intentando sobrevivir a la continua crisis -eso daría para otro post-, dista mucho de algunas europeas como la española o la francesa, será muy diferente para los que hayáis disfrutado a partes iguales de gastronomía y paisajes en un viaje por cualquier país del sudeste asiático, pero si hay algún sitio para comer bien en Cuba es en la casa de un cubano.
La fritura de malanga es uno de los platos que más se encuentran por Cuba, pero nada tuvo que ver con los que nos prepararon Guillermo y Marina en la casa donde nos quedamos en La Habana. La malanga es un tubérculo muy consumido en Cuba. Para hacer la fritura se ralla y se hace una masa con harina, huevo, ajo, cebolla y perejil que se fríe en forma de bolas. Si está bien hecho es riquísimo, pero casi todos los que comimos en restaurantes fueron bastante malos.
Otro de los clásicos cubanos es el plátano macho frito. Una cosa tan simple puede encontrarse muy mal cocinada en Cuba, pero por lo general cualquier cubano te lo hará delicioso en su casa.
Una versión que no conocía es el plátano burro cocido en agua. Simplemente hay que cocer el plátano (si no encuentras burro se puede hacer con macho, pero no con el normal) en agua hasta que se ablande. Está buenísimo.
Entre los platos principales destaca la langosta. Aunque en Cuba tienden a hacerla siempre un poco de más, el producto es bueno y queda muy rico. Se preparara simplemente a la plancha o en enchilada, cocinada en salsa que se prepara con vino, ajo, cebolla y ají.
Y por supuesto la ropa vieja, carne generalmente de ternera deshilachada con salsa que generalmente lleva comino y ajo. A veces la podemos encontrar de cerdo e incluso de cordero, aunque en casa los cubanos suelen prepararla con cerdo.
Paladar Doña Eutimia (La Habana Vieja)
Si hay un paladar en La Habana Vieja que merezca la pena este es Doña Eutimia. Es raro que uno de los primeros restaurantes de TripAdvisor que además aparece en la Lonely Planet como recomendado pueda efectivamente ser el mejor paladar de La Habana Vieja, pero al menos de lo que pudimos probar lo es.
Este paladar ofrece la comida más rica y mejor cocinada de todos los restaurantes que pudimos probar en La Habana. No hace falta tener en cuenta que el nivel es bastante bajo para valorar Doña Eutimia, aquí la comida es rica y podréis probar platos cubanos bien cocinados. Lo raro es que no haya más paladares copiando lo que hacen aquí, pero esperemos que el ejemplo empiece a extenderse.
Están buenísimos la ropa vieja de cordero, de las mejores que he comido en Cuba, y la masa de cerdo, que aunque suene fatal son pedazos de cerdo hervidos y luego fritos que quedan muy jugosos.
Hay que destacar de entre los acompañantes los frijoles, que no conseguí sacar el ingrediente con el que los cocinan pero quedan impresionantes.
Teniendo en cuenta los sueldos cubanos que rondan los 20-30 dólares y no pasan de 50 dólares mensuales, no existen restaurantes baratos en las partes turísticas de La Habana, pero comparando con los precios desmesuradamente caros de otros paladares Doña Eutimia está muy bien de precio. Por unos 15€ por persona podemos comer entrante, principal, bebida y un postre para compartir entre dos.
Un consejo muy importante para encontrar Doña Eutimia. El paladar está situado en un callejón que sale de la esquina suroeste de la plaza de la catedral que está lleno de restaurantes. Es común que te intenten captar para otro restaurante diciendo que son el auténtico Doña Eutimia, pero son todo mentiras. El original es el último del callejón a la derecha. Está siempre lleno y se puede reservar, aunque si vas fuera de horas de comida es la mejor opción para conseguir mesa sin problemas, siempre y cuando no te importe comer tarde o cenar pronto.
Y otro más, cuidado con las cartas falsas. Muchos captadores enseñan cartas con precios más bajos que los que luego tienen las cartas del restaurante. Pide que te enseñen la carta del restaurante al llegar y antes de sentarte porque puede que te estén intentando engañar.
Sin lugar a dudas el paladar de Doña Eutimia es la apuesta más segura para comer bien en La Habana, especialmente si estáis por La Habana Vieja, una zona turística en la que van a intentar engañarte a toda costa.
Paladar Doña Eutimia, Callejón del Chorro, La Habana Vieja
Paladar Los Mercaderes (La Habana Vieja)
Con un 4.5 de nota media en TripAdvisor, 4.6 en Google, recomendado en Lonely Planet y aconsejado por varios cubanos de confianza parecía el lugar perfecto para, pese a sus elevados precios, pegarse el lujazo de una comida cara en Cuba de calidad.
Pero no es así, el paladar Los Mercaderes es un restaurante que debes evitar a toda costa. Caro sin justificación de sus elevados precios y con comida muy pobre, no cumple con los mínimos de un buen restaurante. Y cuando la cuenta se puede elevar sin demasiada dificultad a 40€ por persona lo mejor es ni siquiera entrar.
Los Mercaderes se encuentra en una preciosa casa colonial. Entramos por la planta baja y tenemos que subir las escaleras a una preciosa segunda planta en la que dos músicos de gran calidad amenizan con música de fondo muy agradable la estancia. Si estuviésemos en París podría pasar por un bistró de lujo.
Cuando te traen la carta empiezas a ver por dónde van los tiros. Intentos de platos elaborados que no sirven para nada, precios elevados sin sentido y una loca carta de vinos que no encaja por ningún lugar en Cuba. Es una especie de quiero y no puedo para hacer que el turista se sienta como en Europa. Y lo peor es que, sin conocimiento, muchos cubanos lo recomiendan por ser un sitio elegante y caro, pensando que eso es igual a calidad. Un despropósito al que mejor poner fin.
Para que os hagáis a la idea de la comida de Los Mercaderes, aquí se sirve lo mismo que en cualquier otro paladar de La Habana Vieja pero intentando elaborar más los platos (aunque no lo hacen bien) y cobrando muchísimo más. Los entrantes rondan los 8 CUC y los principales van de 18 a 22 CUC, una barbaridad teniendo en cuenta que en muchos paladares se come por 10-15 CUC en total.
Los Mercaderes, Calle Los Mercaderes 207, La Habana Vieja
Paladar cuyo nombre no recuerdo (La Habana Vieja)
No es que a este paladar le hayan puesto este curioso nombre, es que no consigo recordar el nombre y tampoco lo encuentro por ningún lado. Lo que sí recuerdo es la localización exacta que os dejo por aquí, y además os dejo este dibujo:
Está dando hacia fuera en Cuba Tacón, no en la calle Empedrado, donde está La Moneda (no confundir). Podría ser El Paladar Acuñando según lo que veo en Google Maps, pero no estoy del todo seguro porque no encuentro más información. Terrible error por mi parte no haber apuntado el nombre.
Este paladar es uno de los más ricos que probamos. Elaboran comida cubana tradicional sin demasiadas pretensiones, aunque el chef se empeña en intentar presentaciones laboriosas.
Está genial de precio, y por 12 CUC incluye un plato completo con acompañantes, bebida y postre. Tienen también muchas tapas y cosas para picar, así que es un sitio perfecto para parar a reponer fuerzas.
El Biky (La Habana Centro)
En la esquina de San Lázaro con Infanta se encuentra un restaurante que en principio pasa desapercibido pero que ofrece comida rica y a buen precio. El Biky es uno de los mejores sitios para comer en La Habana Centro.
No es nada del otro mundo, pero como el listón no es demasiado alto se agradece como agua de mayo cuando uno encuentra un restaurante en el que come bien y a un precio asequible.
No esperéis nada del otro mundo, pero en El Biky podréis comer una buena ropa vieja o cerdo asado. Además tienen platos europeos (sobre todo italianos) como pasta o pizza, aunque yo no me la jugaría demasiado.
Comparado con los precios de un puesto de comida pequeño en los que verías comiendo a un cubano el Biky es caro, pero desde el punto de vista europeo los precios son muy asequibles. En total, unos 10-15 CUC por persona.
El Biky, Calle Infanta con San Lanzaro, La Habana
La Catedral (Vedado, La Habana)
Este restaurante familiar de la zona del Vedado en La Habana se convirtió en nuestro restaurante favorito de la zona en nuestra visita a La Habana, que además se encontraba a una calle de la casa en la que nos alojábamos.
La receta es sencilla: comida rica sin complicaciones. Tengo la impresión de que muchos restaurantes cubanos intentan imitar técnicas, presentaciones y elaboraciones occidentales cuando evidentemente no se puede. En La Catedral no lo intentan y consiguen así que la comida salga rica.
De nuevo, no es para tirar cohetes, pero aquí se come bien y a buen precio. La ropa vieja vuelve a ser el plato estrella y garantía segura. También tienen platos europeos como pizzas y pastas, pero desde que probé los espagueti carbonara de Cuba que estaba tomando un amigo cubano no quise volver a jugármela.
Es fácil comer por 10 CUC por persona en La Catedral, aunque si pedimos mucha comida o nos vamos a las opciones más caras la cosa puede subir a 15 CUC. Igualmente está bien de precio comparado con algunas de las opciones carísimas que nos encontramos por La Habana Vieja.
La Catedral, Calle 8 entre 5 y Calzada, El Vedado, La Habana
Paladar El Laurel
Si tenéis la oportunidad de salir de La Habana hacia el oeste y visitar los alrededores podréis ver zonas muy diferentes a lo que conoceréis en Habana Vieja y Centro Habana. Frente a la Marina Hemingway está el paladar El Laurel, un restaurante que antaño debió ser de lo mejorcito y que hoy en día ha bajado mucho el nivel.
Lo mejor de El Laurel es sin lugar a dudas su ubicación. Lo suyo es comer en el muelle techado que tienen y sentarse en una mesa sobre el cristalino mar. La brisa marina y la agradable temperatura lo convierten en un lugar perfecto.
La comida no es ninguna maravilla pero se deja comer, y como los precios también son bastante comedidos uno se siente satisfecho aunque solo sera por el lugar.
Además de platos típicos cubanos se sirven comidas europeas, otra veces basada en pizzas y pastas. Yo probé aquí una carbonara y me pareció terrible, así que no recomiendo para nada atreverse con las versiones cubanas de las pastas italianas. Lo mismo pasó con los espaguetis con frutos de mar.
Lo dicho, un sitio recomendable por el lugar si estás por la zona, pero no esperes demasiado de su comida.
Paladar El Laurel, Avenida 5ta a la altura de Marina Hemingway
Maraka’s (Centro Habana)
No puedo escribir un artículo sobre comida en La Habana sin hablaros del típico error de viajero en el que te equivocas de lleno eligiendo un sitio para comer. El caso que os he contado de Los Mercaderes es el fallo típico por seguir recomendaciones de guías, pero el fallo de Maraka’s es al que te lleva el cansancio y el hambre típicos de viajar y visitar muchos sitios.
Una de las cosas que más nos apetecían de Cuba era la música en directo. Fuimos a eso de las 21h por la zona de La Zorra y El Cuervo, uno de los locales míticos de música de La Habana donde se puede escuchar jazz y música típica cubana. El problema es que no habíamos cenado y por la zona no hay mucha oferta. Teníamos prisa por comer algo y nos metimos en el primer sitio que encontramos al girar la primera calle.
Error, vaya desastre de sitio. La comida estaba horrible. Lo que veis en la fotografía es una hamburguesa, pero el pan estaba duro y la carne completamente incomestible. Un desastre total, vamos. Al menos es bastante barato, pero es que ni por esas se salva, ya os digo que la comida es directamente imposible de comer.
Maraka’s, no me quiero ni acordar de la localización, pero cerca de La Zorra y el Cuervo al doblar la esquina.
Encontrar restaurantes en Cuba que ofrezcan buena comida es todo un reto, por eso es mejor dejarse llevar, ir a sitios donde veamos cubanos, no pretender que un sitio caro ofrezca mejor comida y por eso confiar en los asequibles y olvidarnos de pedir platos europeos o norteamericanos como las pizzas, pastas o hamburguesas.
Cuba es un país increíble, precioso y lleno de experiencias maravillosas. Es un viaje que recomiendo a todo el mundo, pero en el que la gastronomía no tiene una presencia importante.