Menos de dos horas en coche separan la capital de este recóndito escondite de Sigüenza en el que perderse es un auténtico placer. Además, por el camino se puede hacer una colorida y aromática parada para contemplar los campos de lavanda de Brihuega -que hasta finales de agosto los encontraremos en flor-, por lo que este pequeño “viaje” bien merece que os reservéis un fin de semana.
Un antiguo molino es el origen y la clave de Molino de Alcuneza, por supuesto, y allí, en la casona que ha dado vida a este Relais & Châteaux, se puede uno perder entre sus jardines, escapar del calor zambulléndose en su piscina o descansando bajo la sombra de sus grandiosos árboles, relajarse en un completo spa dedicado al culto al cuerpo, o ser plenamente feliz probando la propuesta culinaria que nos proponen y en la que los panes cobran un protagonismo muy interesante.
Tierra de trigos y harinas. Tierra de tradiciones. Tierra de esfuerzo y dedicación. Así es Alcuneza. Así es el molino más exclusivo que aquí se ubica.
Ficha y detalles de Molino de Alcuneza
- Molino de Alcuneza es el proyecto de la familia Moreno de Sigüenza que decidió adquirir una casona con molino en el campo y convertirla en un acogedor hotel perteneciente a la selección Relais & Châteaux desde 2014. De allí surgieron sus 17 habitaciones equipadas con todo lo necesario para sentirse como en casa, siempre con un plus de serenidad y comodidad, y rodeadas de un precioso jardín que cuenta con diferentes rincones donde disfrutar del aire libre, así como una gran piscina. En el terreno gastronómico destaca sorprendentemente gracias a la cocina de Samuel, basada en el producto de proximidad y acompañada de unos panes con los que alcanzar el mismísimo cielo.
- Lo mejor: La sorpresa de encontrar en este recóndito lugar una cocina de autor asentada en la despensa local que ofrece elaboraciones tan originales como exquisitas, preparadas con el mismo mimo con el que amasan y hornean cada día sus propios panes.
- Dirección: Carretera Alboreca, km. 0.5. 19264 Alcuneza, Sigüenza, Guadalajara
- Horario: 13:30h a 15:00h y 20:00h a 22:00h.
- Reservas: En el teléfono 94 939 15 01
- Precio medio: 60 euros a la carta. Menús 45, 50 y 60 euros.
- Nota: 5/5
Sí, todos necesitamos perdernos y desconectar de vez en cuando. Alejarnos de la rutina, olvidarnos del teléfono y disfrutar. Disfrutar de paisajes, de la naturaleza, de una buena copa de vino bajo los árboles, de la brisa de la noche o de unas horas dedicadas a nosotros mismos. En Molino de Alcuneza encontramos todo eso y mucho más. Encontramos una familia exquisita, con la que quedarse a vivir para continuar descubriendo los alrededores del hotel, seguir aprendiendo sobre el mundo del pan -tan interesante como olvidado, y que bien deberíamos recuperar-, relajarnos en una acogedora habitación sobre un molino harinero del siglo XV que aún tiene mucha vida y dejarnos llevar por su ambiente rústico y honesto.
La decisión que en 1992 tomó este matrimonio de Sigüenza consiguió implicar también a sus hijos Blanca y Samuel, quienes comenzaron a dirigir su formación al negocio. Blanca, adentrándose en el mundo del vino y el turismo, convirtiéndose en la mejor anfitriona de la casa; Samuel, formándose en cocina con los mejores (La Broche, El Celler de Can Roca y Can Bosc…) con el objetivo de crear un restaurante más allá de la tradicional casa de comidas que en un primer momento daba servicio sólo a los huéspedes. Para darle más sentido, su formación también abarcó el campo de la repostería y la panadería, un trabajo que ha dado como resultado algunos de los mejores panes que he podido probar hasta la fecha. Así, Molino de Alcuneza se convirtió, además de un alojamiento encantador, en un destino gastronómico en el que cualquier amante de la buena cocina puede disfrutar.
Cocina de autor y despensa local en el Molino de Alcuneza
Verduras cultivadas en su huerto propio; legumbres ecológicas de Palazuelos; caracoles del valle del Henares; caza, setas y trufa negra de Soria en temporada; truchas del Alto Tajo; embutidos artesanos y cordero de Sigüenza; ajo de Las Pedroñeras; miel de La Alcarria… Todos estos y muchos más son los productos base de la propuesta culinaria de Samuel en Molino de Alcuneza. Una propuesta que, a pesar de contar con sus raíces y con los sabores de siempre, ofrece un toque vanguardista y creativo con sabores puros, nítidos e intensos como resultado final.
Samuel sorprende, sorprende muchísimo, y es evidente que esta evolución que está llevando aún está en su fase de despegue. Sus elaboraciones apelan al recuerdo y a las emociones, siempre con presentaciones más finas y elegantes, y en las que crea combinaciones tan deliciosas como exitosas. Entre ellas encontramos el espeto de sardinas con salmorejo de remolacha; un ajoblanco de pistacho y txangurro; el pulpo ahumado al momento con pimentón agridulce y salsa kimchi; o el atún ibérico con gazpacho de tomates verdes y aguacates. Sorprende la variedad de producto de mar que podemos encontrar en este rincón de Castilla, pero Samuel tiene gran aprecio por estas elaboraciones y hace bien en traerlas hasta aquí.
Pero para los carnívoros también hay opciones, y bien deliciosas. Los raviolis de rabo de ternera con salsa bordalesa, trufa y champiñones; el kebab de cordero lechal asado a baja temperatura y terminado a la brasa con salsa de tomate, berenjena, ajo, yogurt y limón; el roast beef de corzo sellado a la brasa con serrín de foie; o un exquisito pichón de Bresse con paté de su hígado y tabulé.
El momento más dulce del menú
Entre sus postres, llama mucho la atención su “patito de lemon curd“, una elaboración tan tierna como delicada que simula un pequeño y amarillo patito de goma, acompañado de helado de especias y toffee. Se suman a la carta dulce el cremoso de chocolate con praliné de pipas y helado de pan frito; la infusión de frutos rojos con helado de mandarina y espuma de azahar; el bizcocho borracho de ron con manzana asada y helado de jengibre; y la tarta de manzana con lima y helado de vainilla. La destreza de Samuel y su equipo también en los postres bien merece la pena que dejéis espacio para alguno de ellos.
En una carta tan apetitosa como complicada de decidir por su originalidad y variedad, Molino de Alcuneza nos lo pone más sencillo con sus tres menús disponibles: Compartir (45 euros), Disfrutar (50 euros) y Celebrar (60 euros), cuyos nombres dicen mucho de lo que se puede hacer en este restaurante de autor y coinciden además con el orden que en la carta de vinos le dan a las referencias, ordenadas por precio.
A este orden vinícola se le suma una cuidada representación de referencias que van algo más allá de Guadalajara (entre las que destacan los de Finca Río Negro), como Calatayud, Alto del Moncayo, Ribera del Duero, La Mancha, Navarra y Madrid. La bodega, con cerca de 70 etiquetas, entre las que también se pueden encontrar vinos franceses, italianos, sudafricanos y algún australiano, está asentada sobre el río Henares, que pasa por debajo del hotel, dotando a los vinos de una estupenda climatización natural.
El mejor pan se hace en casa
Haciendo buena referencia a su origen y a su nombre, en Molino de Alcuneza Samuel y su equipo se han encargado de formarse para elaborar en su propio obrador una de las mejores variedades de panes artesanos del país, reconocidos incluso a nivel mundial. Entre ellos podemos encontrar pan blanco, de chicharrones, de semillas, de queso y de AOVE con tomate… según el producto del día y las preferencias del hotel. Todo ello es posible gracias a los trigos y otros granos ecológicos y autóctonos como el negrillo, la espelta, el centeno gigantón, la florencia aurora y el trigo corazón, utilizando además una masa madre elaborada con miel de La Alcarria, manzanas del huerto, harinas locales y las mismas levaduras con que las que se hacía el pan hace 500 años en el Molino de Alcuneza. Un molino que aún funciona y que preside el salón social del hotel.
Refugio de serenidad
Son 17 las habitaciones que resguarda este enclave escondido entre La Alcarria y la Sierra Ministra (en Guadalajara), perfecto para aquellos que buscan un refugio gastronómico a pocos kilómetros de Madrid. Todas ellas están equipadas para ofrecer la máxima comodidad a los huéspedes y decoradas con pinturas, grabados y esculturas de artistas locales. El gran jardín con su piscina, su zona de spa privado con una apetecible carta de tratamientos y masajes, su pequeño gimnasio y diferentes senderos que conducen a encantadores pueblos medievales ideales para recorrer bien andando, bien en bicicleta, convierten a Molino de Alcuneza en una escapada inolvidable. Para rematar, cuentan con un desayuno de hotel considerado de los mejores de España, donde las frutas de temporada, los zumos naturales, el embutido de la zona, los quesos ecológicos, la bollería casera y los yogures artesanos se pueden degustar a primera hora de la mañana para alegrarnos el estómago y el día completo.