Parece que fue ayer cuando llegábamos de las vacaciones para dar comienzo a las rutinas de septiembre y, sin darnos cuenta, estamos ya en la segunda semana de octubre. La buena noticia es que sigue haciendo un tiempo fabuloso y que esta semana acaba en el Puente del Pilar, un fin de semana largo, perfecto para disfrutar de una escapada gastronómica con la que cargar pilas para encarar la recta final de este 2018.

5 destinos para disfrutar de la gastronomía durante el Puente del Pilar

Seamos francos, viviendo en España prácticamente cualquiera que sea el destino elegido, nos permitirá disfrutar cuanto menos de alguna delicia típica que haga que el viaje haya merecido la pena.

Pero por darte ideas y, esperemos que no demasiada envidia, aquí están unas cuantas propuestas para relajarse disfrutando de los últimos coletazos del verano.

Zaragoza, el epicentro de la fiesta

Si lo que buscas es fiesta a tope, qué mejor destino para el puente del Pilar que la propia Zaragoza. Si ya de por sí es uno de los paraísos nacionales del tapeo, imaginaos el ambientazo durante una de sus fiestas grandes.

Las calles estrechas abarrotadas de tabernas en la zona de El Tubo o en La Magdalena se convierten durante estos días en un hervidero de gente de todas partes dispuestos a pasárselo bien. Además, si puedes escaparte el jueves, llegas al juepincho, lo que significa que en la mayoría de los bares ofrecen tapa más consumición básica por dos euros.

Además, con motivo de las fiestas, se celebran varios eventos gastronómicos como la Pilar Gastro Week o la Carpa del Ternasco de Aragón.

Bajo el sol de Las Canarias

Para los que, por el contrario, prefieran un destino tranquilo con la posibilidad de dar largos paseos por playas paradisíacas o realizar excursiones a la montaña sin apenas tener que desplazarse para ir de una a otra, con un poco de suerte encontraréis alguna oferta de ultimísima hora para volar a las islas Canarias.

Tanto Gran Canaria como Tenerife, las islas más grandes del archipiélago, ofrecen una oferta gastronómica muy variada y, pòr desgracia, no tan conocida en la península como sería deseable.

Porque la cocina canaria va mucho más allá del mojo picón y cualquier amante de la gastronomía que se precie debería darle una oportunidad.

León, la capital gastronómica del 2018

León siempre es un buen destino cuando se trata de comer, pero este año además es la capital gastronómica, por lo que si nunca has estado en la tierra de Guzmán el Bueno, esta puede ser una oportunidad maravillosa de pasar un par de días descubriendo sus barrios más emblemáticos como el Húmedo y sus tesoros gastronómicos, como la cecina, el picadillo, la morcilla o el queso de Valdeón.

Si te acercas en coche, te recomiendo que te acerques a la localidad de Valdevimbre para comer en alguna de sus famosas cuevas, como la Cueva del Cura, restaurante construido en la cueva que ocupaba una antigua bodega del siglo XVII, cuya especialidad son las carnes a la parrilla y las recetas típicas leonesas como la tortilla guisada.

Arínzano, para los amantes del buen vino

En Navarra, a medio camino entre Pamplona y Logroño se sitúan las bodegas del Pago de Arínzano. No solo elaboran vinos de altísima calidad sino que además ofrecen completos programas de enoturismo que permiten disfrutar del enclave privilegiado en el que se sitúan.

Es posible alojarse en La Casona o en La Villa y disfrutar de diversas actividades como catas y degustaciones de vinos, trufas o caviar, paseos por el bosque, visitas al castillo de Olite, al Museo Rafael Moneo o al parque natural de las Bárdenas.

San Sebastián, la apuesta segura

Eso es así, hay que reconocer que gastronómicamente hablando, San Sebastián es una de las mejores ciudades de España si no la mejor. Sus barras de pinchos son difícilmente superables, y si a eso se le añade que están rodeadas de todo un universo de estrellas Michelin, no es difícil que cualquiera quede maravillado después de cada visita a la ciudad que, por si no fuera bastante, es también una de las más bonitas de norte de España.

Yo no sé vosotros, pero a mí me están entrando unas ganas de ponerme a hacer las maletas.