Ritos en una cita ancestral, mujeres y hombres que pisan a la carrera una alfombra de brasas; caballos encabritados entre la multitud y hogueras que concentran a miles de personas. Las fiestas de San Juan empiezan a destronar el mito. El 23 y el 24 de junio constituyen uno de los hitos más importantes del calendario festivo, con fuego que purifica, agua que cura y renueva, hierbas salutíferas, pronósticos y adivinaciones. Noche para soñar, desear... y dormir sólo cuando apunte el alba.
Para celebrarlo os traemos una ruta por diferentes lugares de la geografía de España que se convierten en escenarios únicos para estos rituales. El itinerario va desde los más prosaicos que ven en esta noche de jolgorio y farra, como las que se celebran en las playas de la costa, degustando una gastronomía de espetos y gambas, a las menos profanas como 'La Noche de la Tragantía' en Cazorla, donde una princesa quedó sola y prisionera y se transformó en un ser mitad serpiente mitad mujer que aparece en la noche de San Juan mientras los vecinos degustan los platos más suculentos.
Y de ahí a la tierra alauita donde en el barrio español de Tetuán podemos ver aún como danzan en torno al fuego mientras se degustan los dulces típicos de esas fechas y la Luna pasea a nuestro lado su misterio.
La cima de los festejos toma cuerpo en el Darro, en Granada, el paraje del Rey Chico se celebraba el jolgorio de la fiesta y el agua y las hogueras salpican hasta la Alhambra y sus restaurantes ofrecen una variedad de platos hechos para estas fechas.
Los “juas” adquieren tronío en la Costa del Sol y nadie se queda sin pedirle su deseo. En Cocinillas hoy os traemos para esta festividad lugares de leyenda donde podrá combinar placeres gastronómicos, oníricos y ancestrales.
La Tragantia en Cazorla
'La Noche de la Tragantía’ es una de las más esperadas en la provincia de Jaén. El pueblo de Cazorla pretende difundir la transmisión de este mito vinculado al solsticio de verano y la noche de San Juan y la identificación Tragantía-Cazorla para impulsarlo como un atractivo turístico más.
En ella se cuenta cómo, ante la cercanía de las tropas cristianas, el rey moro encerró a su hija en una gruta conectada con el Castillo de la Yedra para volver a por ella cuando el enemigo se hubiera marchado. Sin embargo, esto no ocurrió y la princesa quedó sola y prisionera hasta que se transformó en un ser mitad serpiente mitad mujer. Desde entonces, sólo sale de la cueva las noches de San Juan, cuando, según la leyenda, se la puede oír recitar: 'yo soy la tragantía hija del rey moro, quien me oiga cantar no verá la luz del día ni la noche de San Juan'.
Esta festividad es un buen motivo para hacer las maletas y viajar hasta Cazorla en esta época del año y admirar sus espacios de gran riqueza paisajística, histórica-artística y cultural. Este fin de semana los viajeros que acuden a Cazorla pueden participar de forma activa en un programa en el que tendrá cabida la música, el teatro, la danza y la magia para revivir la leyenda, que se sitúa en la reconquista de la ciudad por los cristianos.
Los encantos de Cazorla son innumerables, desde visitar el Parque Natural más grande de España. Cerca de 20.000 hectáreas ocupa, un enclave natural que esconde la espectacularidad de abruptas cumbres y una gran variedad de especies. Se trata de una gran área de montaña situada al noreste de la provincia de Jaén, el lugar de nacimiento de ríos como el Guadalquivir y Segura. Hay bosques de puro laricio y la típica Violeta del Cazorla, y especies animales como la cabra montesa, el jabalí y el ciervo, que se pueden observar en estado de semilibertad en el Parque Cinegético Collado del Almendro.
Todo ello en un espacio que muestra caminos abiertos entre las Sierras de Campillo y La Cabrita, donde nace el profundo barraco del arroyo Salado. Según se avanza, la geografía se va accidentando aún más, y en el camino se tropieza con tesoros como La Magina, el Castillo de los Alburquerques o la Iglesia de la Inmaculada.
Pero sin duda alguna uno de los atractivos mayores de este enclave en la sierra es su gastronomía y nada mejor que probar los platos típicos de la serranía en El Meson Leandro un lugar donde su chef Ana hierve en la cazuela, con tanto mimo el flan que le enseñó hacer su madre, que todo sabe a antaño. El pasado como referente sin obviar ciertos toques de modernidad. Todo un referente para quien quiera conocer la gastronomía de estas sierras. Su carta es, ciertamente, una declaración de intenciones en favor de los ingredientes autóctonos. Mollejas de cordero con setas y huevos rotos, solomillo de ciervo, chuletitas de cordero segureño a la brasa, trucha serrana al vino blanco, chorizo de ciervo a la brasa con huevos y patatas, solomillo de jabalí, croquetas de perdiz o paletilla de cordero lechal al horno son algunas de su elaboración.
Cocina tradicional basada en productos de temporada que pone en valor las recetas ancestrales de esta zona. Sin duda el que acuda en San Juan a sentarse en las mesas de este santuario gastronómico debe pedir el “Rin Ran” y se trata de un plato típico de estas tierras. Ingredientes humildes, procedentes en su mayoría de la huerta: Patatas, pimientos rojos secos, bacalao, cebolla y aceite de oliva virgen extra son la base de esta delicia gastronómica.
Cazorla también ofrece un amplio abanico de lugares para pernoctar. Uno de ellos, y tal vez el con más encanto es “La Casa de las bicicletas” Se trata de una peculiar casa, cuya fachada ha sido decorada con bicicletas de todos los tipos y colores, difícil pasar desapercibida sin verla en Cazorla.
Cuenta con una excelente ubicación a 2 minutos andando del centro del pueblo, y cerca de la salida a la carretera de la sierra. “Chelo” su regidor, es un jienense enamorado de su tierra que ha convertido este lugar en un auténtico museo en su interior con los objetos que ha traído de todos los lugares del mundo donde ha viajado. En la decoración de la vivienda se ha tenido en cuenta hasta el último detalle que hace que cada lugar de la casa tenga su propia personalidad. Su dueño manifiesta a Cocinillas que a este lugar se viene a soñar.
La vivienda dispone de un total de 12 habitaciones, y un jardín, con sus hamacas y piscina en la zona de Chill Out, para respirar el aire puro de la sierra. Para los más urbanos, otro de los lugares de alojamiento puede ser el hotel Ciudad de Cazorla, en plena plaza del Ayuntamiento donde se pueden divisar El Castillo de Yedra. Entre las visitas nadie puede perderse en Cazorla el Museo de Félix Rodríguez de la Fuente donde están todas las aves que inmortalizo en “El hombre y la Tierra” y los Molinos de Harina.
Cazorla conserva construcciones romanas como el Castillo de la Yedra, reconstruido por los árabes, y el Castillo de Salvatierra, de origen árabe. Entre las excursiones más famosas se encuentra la que recorre Segura de la Sierra, que esconde a su paso un castillo mudéjar de gran belleza, los baños árabes y la que dicen es la casa natal de Jorge Manrique.
Granada, las aguas del Darro
Las veladas en Granada en honor de San Juan Nepomuceno y su enigmática madrugada, se han convertido en un atractivo más en esta época del año en la ciudad más visitada en España. Desde hace unos pocos años y hasta la época, en distintos barrios, se está “rescatando” la tradición de festejar “La noche de San Juan” con fiestas que tienen como motivo central el agua y no el fuego.
La celebración gozó siempre, antaño y desde antiguo, de una especial devoción de los granadinos y de un especial predicamento festivo entre las clases más populares de la ciudad. La Noche de San Juan fue siempre el momento en que los granadinos, siguiendo un rito ancestral, plagaban los campos y riberas de los ríos para festejar, desde la víspera, según la creencia popular, la llegada de la madrugada mágica del solsticio de verano, para lavar el rostro en las frías aguas de los ríos de Granada, en especial Genil y el Darro.
La acción tenía que realizarse forzosamente, en el instante preciso en que tañían las doce campanadas de la Torre de la Vela. Los que así lo hacían se beneficiaban de la virtud, que según la leyenda rejuvenece la cara, embellece las carnes, engordar los frutos y purificar el alma. La madrugada de San Juan era esperada año tras año con gran expectación popular, precisamente por este sentido mágico, casi ocultista, capaz de llevar a los granadinos al convencimiento de las más variopintas creencias.
En Granada la noche de San Juan es considerada también como aquella del año en que se rompen los conjuros realizados por antiguos alfaquíes, dejando a la vista los ricos tesoros ocultos desde tiempo de moros y en la que se deshacían los hechizos que pesaban sobre misteriosos personajes encantados que inspiraron fantásticas leyendas. Ahora, junto al Darro, el paraje favorito del Rey Chico, donde se celebraba el jolgorio de la fiesta todo el mundo acude a festejar la Noche de San Juan.
Un lugar emblemático para este día es el Carmen de Aben Humeya. En pleno corazón del Albaicín, en un conjunto de casas de la época nazarí, se encuentra este restaurante nombrado como uno de los establecimientos más románticos del mundo. Sus platos impresionan tanto como su vista panorámica de la Alhambra y los inquietantes jardines moriscos escalonados del Carmen.
Como acompañamiento a estas experiencias inolvidables, la cocina del Abén Humeya, actualiza la gastronomía tradicional andaluza con las últimas técnicas culinarias. Exquisito el rabo de toro deshilachado, las Berenjenas fritas con panko, miso dulce y crujiente de miel; sopa de ajoblanco con toques tropicales; milhojas de ternera con verduras gratinadas al horno; son algunos de los platos que integran la carta del restaurante, servida ininterrumpidamente de 12 a 24 horas todos los días de la semana.
El peculiar maridaje, de gastronomía y cultura morisca fluyen en armonía. El Carmen de Abén Humeya es además de un santuario gastronómico, la sede de la Fundación Carlos Ballesta, creada en 2010 por el cirujano granadino que le da nombre para difundir la historia y cultura de esta época. Ángela Ballesta, regidora del lugar explica El Español que el restaurante organiza actividades culturales, como talleres o debates, y rutas guiadas por los jardines, en el que, comensales y visitantes conocen un poco mejor cómo vivían sus antepasados.
Y si lo que se busca en la Noche de San Juan son mimos, nada mejor que para descansar que el hotel Room Mate Leo del conocido empresario Quique Sarasola donde te recibe con una bandeja de piononos (pastelillo típico de Granada) y una carta personalizada dándote la bienvenida.
La ciudad de Granada siempre ha sido una de las apuestas urbanas de la joven cadena. Bien situado en el centro de la ciudad, como es filosofía de Room Mate Hotels, al más puro estilo del resto de sus pequeños y juveniles hoteles de diseño: siempre chic, algo provocativo, divertido en esencia y cómodo hasta en el desayuno. No es necesario madrugar. Hasta las 12 uno puede saborear su café en un patio cubierto donde se desayuna y puede salir a la terraza de la última planta y disfrutar de sus vistas despejadas. A pocos pasos de los famosos bares de tapas, restaurantes, teatros de flamenco y, al mismo tiempo, muy cerca de los monumentos de Granada: la Alhambra, la Catedral, el Albaicín.
Los “Juas” de la Costa del Sol
A la tradición andaluza de lavarse la cara a medianoche para mantenerse guapo todo el año, también se une la de darse un baño en el mar durante la noche de San Juan, que asegura salud para todo el año. Si se saltan nueve olas dando la espalda al mar, se consigue también la eliminación de energías negativas. Es por eso que toda la Costa del Sol se tiñe de rojo esta noche laica, una tradición que se remonta muchos siglos atrás con origen pagano.
Llega la noche más corta del año y todo el litoral malagueño se llena de moragas, fiestas y baños en el mar para atraer la buena suerte. Es una fiesta para pequeños y mayores, para las familias, para los grupos de amigos en la que la quema del “júa” es un clásico. El júa de este año es un monumento que se hace en diversos materiales como madera, gomaespuma o cartón.
Cada año, para la Noche de San Juan se elige algún tema que quiere ser eliminado de manera simbólica a través del fuego rememorando ceremonias ancestrales. Lugares para celebrar esta festividad son las que organiza el grupo Trocadero a lo largo de la costa desde Malaga a Marbella, en Trocadero Arena, Petit y Playa. La música es, junto al fuego, uno de los elementos clave en la noche más corta del año. Los buenos deseos se abren paso entre los malos recuerdos, que arden en las hogueras mientras se festeja entre risas, bailes y música.
Dionisio Hernández el dueño de este emporio de lujo en la Costa del Sol, propone para este año una combinación de música y platos suculentos para brindar por un futuro prometedor alejado de los viejos y malos augurios. Marbella ofrece como bastión de estos festejos la playa del Cable, lugar emblemático en la noche de San Juan, Bounty Beach, la violinista Lamaya y un espectáculo de tambores Menllizon.
Para el que no quiere mancharse los pies de arena esta la última apuesta en gastronomía en Marbella, Breathe, con su propia planta de energía geotérmica cuyas perforaciones a 120 metros de profundidad se encargan de que la temperatura siempre sea la perfecta de un modo sostenible.
El agua que ellos mismos purifican y su finca, a las afueras de la ciudad, que les auto-abastece, se encargan de que toda la oferta gastronómica guarde, lo máximo posible, el concepto ecológico que ya apuntan las plantaciones naturales. Para el día de san Juan, Aguilene Benicio, su regidora recomienda, "El Picantón Marinado de Sobrasada, que viene acompañado de una ensalada mediterránea y una salsa picante de aji amarillo. Cómo no, la sobrada es de Mallorca y todas las verduras proceden de nuestros huertos locales". Y después de apagar todos los “juas”, nada mejor que irse a descansar al mítico hotel Los Monteros, con el señuelo cinco estrellas y con su club La Cabane en la playa para seguir disfrutando en el desayuno de los amaneceres marbellíes.
Las “hogueras” del barrio español de Tetuán
Tetuán aún conserva la esencia española en muchas de sus tradiciones. Uno de estos legados es la “noche de San Juan”. Los vestigios patrios siguen siendo reconocibles en un paseo por las calles de Tetuán. Casi todas las edificaciones construidas durante el Protectorado, continúan en pie, aunque con nuevos usos y denominaciones en su laberíntica Medina, trazada en el siglo XVI por el granadino Sidi Al Mandri tras huir del Al Andalus al final de la Reconquista y declarada Patrimonio de la Humanidad.
Así vemos anuncios y carteles escritos en castellano y comerciantes que ofrecen sus mercancías en español. Comprar en euros es lo más rentable. Por las callejuelas donde se perdió Sira, la “prota” de “El tiempo entre costuras” de la novela de María Dueñas, siguen deambulando centenares de turistas. La presencia del Teatro español o la iglesia católica de Nuestra Señora de la Victoria son signos de la presencia española y por eso San Juan toma cuerpo en esta festividad.
Hace años que , en esta ciudad del norte de Marruecos se asentaron hasta 40.000 españoles: militares, mandatarios y diplomáticos. Todavía en la antigua plaza de España, hoy plaza Mechoua, se venden los dulces típicos de esta festividad. En Tetuán se recuerda con cariño a los españoles y a la época del Protectorado. Para esta festividad muchos se van a la zona de las playas.
Un lugar para relajarte y disfrutar es el Tamuda Bay Beach And Spa que ofrece bicicletas gratuitas, jardín, centro de fitness y bar, y se encuentra en M'diq. El nuevo hotel, de categoría cinco estrellas, dispone de una Suite Real y está situado en la misma línea de playa a lo largo del Mediterráneo. Allí se atisban las hogueras con la magia de África. La instalación cuenta con un estilo Riviera.Y para deleitarse restaurantes, como ‘La Voile Bleue’, ‘Le Marché des Saveurs’ y también un bar de aperitivos y un salón nocturno. Ahora todo es más fácil desde que la línea Ryanair ha abierto vuelos directos a Tetuán. La última línea abierta desde el aeropuerto de Málaga al de Saniat R'mel. ¡Que San Juan traiga la suerte!.