¿Cómo es posible que el picante, que no es un sabor sino un dolor, nos guste tanto? Un estudio realizado en los 80 en una universidad de Pensilvania relaciona el gusto por el picante con la personalidad. Parece ser que los más aventureros y amantes de las emociones fuertes también disfrutan más con los platos muy picantes y que las personas más tranquilas tienen niveles de tolerancia más bajos.

Y como no a todos nos gusta el picante con la misma intensidad, la naturaleza y el mercado nos ofrecen opciones que se adaptan a todos los gustos. Desde el leve picor de los pimientos de Padrón o los jalapeños hasta el infernal Carolina Reaper que pica unas mil veces más que los primeros.   

Las salsas picantes españolas que más triunfan

No hay que irse a ningún país lejano para encontrar algunas de las salsas y condimentos que más triunfan entre los amantes del picante. En los últimos años en España han surgido empresas locales que cultivan sus propios chiles y elaboran sus propias salsas inspiradas en la cocina de países en los que el picante está muy presente.

Espicy

Hace unos cinco años, Juan Casanova, CEO de la marca, comenzó a buscar la fórmula perfecta para dar con la salsa picante que les ha hecho famosos: «Dimos con ella en nuestro laboratorio y luego tardamos un año en conseguir que siguiera siendo excelente, aunque la preparásemos en grandes cantidades», nos contaba el mismo Juan Casanova a COCINILLAS en una entrevista que le hicimos cuando sus salsas empezaron a arrasar en Amazon.

Una de las claves de su éxito es la fábrica donde se produce, ubicada en Murcia, ya que «queríamos ponernos en buenas manos y buscamos la mejor fábrica para producir Espicy».

La Espicy Hot Sauce fue la primera salsa que lanzaron inspirada en la sriracha tailandesa y con un picor medio (6/10).

La Chipotlera

Desde Segovia para el mundo y elaboradas con chiles 100 % orgánicos. Todos los procesos se llevan a cabo de manera completamente artesanal, desde el cultivo y recolección de los chiles en La Retamilla, la huerta orgánica más grande de Europa; el ahumado en el único horno chipotlero de Europa, el proceso de fermentación lenta que se prolonga hasta los dos años hasta el etiquetado a mano.

Elaboran salsas con distintas intensidades de picante, como la Salsa Genial, una salsa dulce de entrada que recuerda a una salsa barbacoa, pero en la que enseguida aparece el toque del chile chipotle.

Doctor Salsas

Carlos Carvajal es el Doctor Salsas, hijo de una granadina y un californiano empezó a sentir la pasión por el picante en su época universitaria durante la que empezó a fabricar salsas para sus amigos para aplicar los conocimientos que iba adquiriendo en México y California.

En 2010 llegó a España dispuesto a emplear todo lo aprendido en un proyecto con el que pretendía revolucionar el mundo del picante en España. Así nació su empresa con base en Granada 'Salsas de Sierra Nevada'. El año pasado se unió al Grupo Ybarra Alimentación para crear 'Doctor Salsas by Salsas de Sierra Nevada'.

Cuentas con la mayor oferta de salsas picantes de todas las empresas que aparecen en esta lista y para la elaboración de estas utilizan muchos tipos distintos de chiles procedentes de comercio justo y cultivos sostenibles de km 0. Aparte de salsas, fabrican otros productos como condimentos, snacks, cerveza, miel... todos ellos veganos y 100 % naturales, sin conservantes ni colorantes.

Salsas picantes La Sarita

Son pioneros en España y Europa en el cultivo de ajíes peruanos con los que desarrollan salsas llenas de matices inspirados en la cocina de ese país.

Todos sus productos están elaborados artesanalmente con los ajíes que cultivan en Almería y son 100% naturales, sin conservantes ni aditivos, sin gluten y aptos para veganos.

A factoría do Lume

En Santa Icía, un barrio de Narón en A Coruña, Joaquín Pérez y su madre, Elena Sabín, se asociaron casi cuando estaba comenzando la pandemia para producir Lume,  una salsa picante elaborada de manera totalmente artesanal.

Joaquín, procedente del mundo de la automoción, al quedarse sin trabajo por la crisis de 2008, decidió emigrar a Londres a buscarse la vida en el sector de la hostelería. Fue allí donde comenzó su pasión por los chiles. Hasta esa época no le gustaba el picante, pero un día, según contaba en una entrevista a Quincemil «le dieron a probar un habanero y quedó sorprendido de los sabores que tenía».

A partir de ahí se dedicó a viajar, a preguntar y a aprender hasta que sintió la necesidad de regresar a Galicia decidido a montar su propio negocio. Fue cuando surgió la idea de montar una cooperativa con su madre como socia para empezar a elaborar y comercializar Lume, la primera de sus salsas. Aparte de las salsas que fabrican bajo su marca, en A Factoría do Lume también elaboran salsas picantes para conocidos restaurantes coruñeses como Pracer o Galipizza.