Que la comida -y la bebida- saben diferente en los aviones es un hecho probado y una realidad respaldada por la ciencia. Y las razones son diferentes, pero la más importante, se relaciona con la presión atmosférica.
A una altitud de crucero, normalmente, entre 10 000 y 12 000 metros, la presión de la cabina es considerablemente más baja que al nivel del mar. Esta disminución de la presión afecta directamente a nuestras papilas gustativas y olfativas, que son menos sensibles, especialmente a los sabores dulces y salados. Esto, además, provoca que el nivel de oxígeno en sangre disminuya, acentuando aún más la pérdida de capacidad para detectar estos sabores.
La otra 'culpable', es la humedad relativa, que dentro de la cabina de un avión, puede descender hasta un 12 %, cuando un nivel óptimo suele ser de entre el 50 y 60 %, lo que produce sequedad en la boca y la nariz, reduciendo aún más nuestra capacidad para saborear y oler adecuadamente.
Ahora bien, ¿es posible entonces disfrutar del servicio a bordo sabiendo todos estos hechos? La respuesta corta es que sí. Y más si se hace con una aerolínea que cuida al máximo su propuesta y que incluso, ha creado una cerveza, Betsy, diseñada especialmente, para saber mejor a 35.000 pies de altitud. Así es este innovador producto y así es la experiencia de volar con Cathay Pacific.
¿Una cerveza que no pierde atributos cruzando el mundo?
Su historia llamó mi atención en un reciente viaje a Japón. Escogí la aerolínea Cathay Pacific y era la primera vez que volaba con ellos.
Todo empezó de maravilla, el primer vuelo salió en hora e iba como una niña pequeña tocando todos los botones de mi asiento. Echando una ojeada al menú a bordo algo llamó mi atención, una cerveza propia y exclusiva de la aerolínea. Que yo supiera, ninguna tenía algo así. Luego descubrí que Cathay Pacific fue la primera y que Alaska Airlines hizo algo parecido, posteriormente.
Obviamente la pedí, tenía que probar algo así. La sorpresa fue cuando, al leer la lata, vi que bajo el nombre de Betsy, aparecía un sobrenombre 'Pale Ale handcrafted for 35,000 feet', lo que significaba que se había elaborado expresamente para ser degustada en este espacio y en este momento. Recordé aquello de que en los aviones todo sabe peor y la sorpresa fue que esta cerveza estaba francamente buena. Conservaba los matices de las Pale Ale y la temperatura era perfecta. Nada más bajar del avión quise saber más sobre ella.
La alianza de una cervecera hongkonesa y una aerolínea para crear algo exclusivo
Luego supe que Cathay Pacific se asoció con Gweilo Beer, una cervecera con base en Hong Kong para crear Betsy Beer,una Pale Ale que lleva el nombre del primer avión de Cathay Pacific, un avión de pasajeros Douglas DC-3 llamado "Betsy", que empezó a surcar el cielo en la década de los 40.
La elección de la lata ya era una declaración de intenciones, haciendo un homenaje a la construcción de este avión, en la que participaron 6000 trabajadores. En ella se puede ver un dibujo del propio avión Betsy, con un diseño inspirado en sus medidas y prototipo.
Si importante era el continente, que era lo que los clientes iban a ver primero, más lo era crear algo que estuviese a la altura -nunca mejor dicho- para rellenarla. Esta Pale Ale de 4,2 % "encarna la dedicación, el espíritu y el ingenio" de la aerolínea, según la propia descripción de la cerveza.
Y es que esos sabores clásicos de este tipo de cerveza, con el sabor a mandarina o la elección de la mejor cebada y lúpulo, han sido ajustados para saber mejor a una mayor altitud, equilibrándolos para lograr mayor profundidad y aroma. Dicen de ella que es una cerveza que sabe muy bien en cualquier lugar -en tierra, solo se puede probar en los lounges del aeropuerto de Hong Kong- pero "que realmente despega a 35.000 pies."
El resultado es una cerveza de trigo sin filtrar, a la que han añadido un 10 % más de gas que las que se elaboran nivel del mar. También incorpora la fruta Dragon Eye, también conocida como longan, originaria de China y lúpulos Fuggle ingleses, que le aportan una personalidad única.
La experiencia gastronómica de Cathay Pacific
Los numerosos reconocimientos que ha recibido la aerolínea con base en Hong Kong a lo largo de su trayectoria no estaban equivocados. Y es que tanto en la clase Economy, como en la Premium Economy o la ansiada Business, las cosas se cuidan al máximo. El servicio a bordo es exquisito, con una tripulación que te cuida en todo momento y decenas de estímulos para hacer el viaje más agradable.
El siguiente reclamo es su gastronomía. Se la toman muy en serio. Recientemente han empezado a colaborar con el restaurante con estrella Michelin, Louise de Hong Kong y el chef Julien Royer, para crear un menú de clásicos franceses reinterpretados y adaptados a comida de avión. También colaboran con Dudell's y su propuesta de alta cocina cantonesa, que en mi viaje de vuelta, me permitió tomar como snack las deliciosas Hong Kong egg tart, (tartas de huevo) o un desayuno a base de dim sum.
Y aunque Betsy fuese mi primera opción, conviene también echar un vistazo a su propuesta de vinos, con interesantes referencias de vinos de productores de la China continental, destino emergente en este ámbito vitivinícola.